PATRICIA SAN JUAN
Con la iniciativa, que demandará una inversión de US$3.000 millones, se busca reemplazar mineral de menor ley por otro con mayor contenido del metal rojo.
Anglo American ingresó a tramitación el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto Los Bronces Integrado (LBI), iniciativa que tiene por objeto mantener el nivel de producción de cobre de dicho yacimiento y que demandará una inversión de US$3.000 millones.
De este modo el proyecto reemplazará mineral de menor ley por otro con mayor contenido de cobre. “Para ello se contempla la adecuación y optimización del actual plan minero, manteniendo los actuales niveles de alimentación a la planta de 180 mil t/día; sin aumentar la vida útil aprobada ambientalmente, considerada hasta el año 2036, inclusive; sin modificar la capacidad de los depósitos de estériles, ni de relaves; y sin requerir más aguas frescas”, señala el EIA.
Asimismo la minera afirmó que el proyecto se ha diseñado para cumplir con criterios de sustentabilidad que se relacionan con la no afectación de glaciares, recursos de aguas superficiales y subterráneos y biodiversidad.
“El proyecto es resultado de seis años de estudios científicos en el territorio, análisis de experiencias internacionales y tres años de diálogo participativo con las comunidades de la zona y diversos grupos de interés, a partir de los cuales se definieron las condiciones que debía cumplir el diseño del proyecto para convivir de manera armónica con su entorno”, afirmó la compañía.
Al respecto el presidente ejecutivo de Metales Base de Anglo American, Ruben Fernandes, afirmó que “a partir de este proceso de comprensión del ecosistema que rodea Los Bronces y la mirada integral de los intereses que allí conviven, pudimos definir los criterios de sustentabilidad que primaron en el diseño de este proyecto, los que tienen como objetivo prioritario evitar impactos en glaciares, recursos hídricos y áreas protegidas”.
“Este proceso nos llevó a descartar alternativas de proyecto más rentables económicamente para la compañía, pero que no se ajustaban a los criterios que nos impusimos”, añadió.
El proyecto corresponde al desarrollo de tres nuevas fases de explotación: una fase se localiza al oriente y otra al poniente del rajo actual, y una tercera fase subterránea ubicada al sur. Las fases oriente y poniente, se ubican mayoritariamente en el sector cordillerano de la Región Metropolitana, en tanto que una parte menor se ubica en la Región de Valparaíso. La fase subterránea, se encuentra aproximadamente a 5 km., al sur del rajo Los Bronces, por debajo de la superficie del extremo norte del Santuario de la Naturaleza Fundo Yerba Loca.
La fase oriente considera una ampliación del rajo hacia la zona minera de la División Andina de Codelco, y la fase poniente, considera su ampliación hacia la zona industrial de la operación Los Bronces. “Ambas fases cumplen con los criterios de sustentabilidad que guían este Proyecto, en especial, no afectar los glaciares en el entorno, como el Infiernillo y el Observatorio (ambos glaciares de roca), correspondientes a los más cercanos al sur de la mina Los Bronces”, señaló la minera.
El desarrollo de las fases oriente y poniente de Los Bronces, requiere construir nueva infraestructura para la gestión de las aguas de proceso y repotenciar otras existentes, entre las que se cuentan: ampliación de la actual planta de neutralización en Los Bronces, rehabilitación de acondicionadores de cal en el sector San Francisco, dos nuevas estaciones elevadoras en el Sistema de Recirculación de Aguas existente (una en Área Sistema de Transportes (STP) y otra en Área Los Bronces), además, de obras lineales para el transporte de agua y energía. Estas adaptaciones permiten optimizar el uso de las aguas de proceso al interior de la faena minera, sin incorporar más aguas frescas.
“Por otro lado, la fase subterránea, que ocupa un área de 95 hectáreas bajo tierra, fue diseñada para evitar impactos en superficie en el área protegida Yerba Loca, en los glaciares, en las aguas superficiales y subterráneas, y en la biodiversidad”, señala el EIA.
El método seleccionado para su explotación, corresponde a la excavación del mineral en sentido vertical dejando espacios vacíos, denominados caserones, que se rellenarán con una mezcla mayoritariamente de roca molida (97% aprox.) y cemento (3% aprox.), dejando entre ellos pilares para asegurar su estabilidad y evitar desplazamientos verticales que puedan producir hundimiento superficial.