MARTÍN BIDEGARAY
En el parque Manantiales Behr de Comodoro Rivadavia el rendimiento que se le puede sacar al viento tiene picos del 71%, cuando el promedio mundial es del 25%. Que empresas utilizan esa energía y cuáles son sus beneficios.
Las palas de los molinos, enormes, van girando, casi en silencio, impulsadas por el viento. Desde el piso no se escucha nada. Los aerogeneradores captan ese movimiento y lo transforman en electricidad, a través del uso de una tecnología especial. Ya no es un fuente de energía puramente romántica: en un día de buen viento, cada 5 vueltas de un parque de 30 aerogeneradores se produce la energía suficiente para fabricar una pick up.
El proceso toma alrededor de 90 segundos. Es decir que, en tres minutos, se genera electricidad de fuentes eólicas suficiente para fabricar dos picks ups. En una hora, son 40 vehículos En dos horas y media, lo que dura una película de superhéroes como "Los Vengadores", ya hay energía para 100 coches.
La escena no es de Holanda, Alemania o algún país escandinavo, todos caracterizados por su preocupación medio-ambiental. En Chubut, cerca de Comodoro Rivadavia, se puede constatar que la energía renovable ya es una realidad. Las empresas la abrazan, tanto por los costos como por su reputación.
El parque eólico Manantiales Behr de la compañía YPF Luz en la provincia de Chubut se convirtió en uno de los de mayor rendimiento y más alto factor de capacidad del mundo. Foto. Télam
Según el Gobierno, hay más de 200 contratos firmados con empresas que destinarán US$ 7.297 millones a la generación eléctrica en base a viento, sol u otras fuentes renovables. El presidente Mauricio Macri se ufana de haber desarrollado esta industria.
Sin embargo, también hay objeciones al tratamiento oficial que recibe esta clase de energía. Por ejemplo, los generadores de "renovables" tienen prioridad a la hora de cobrar por su suministro, y lo hacen antes que los tradicionales, que usan usinas térmicas alimentadas por gas. Hay un fondo específico, del Tesoro Nacional, que asigna US$ 700 millones para cumplir ese mandato.
Alejandro Eloff Gerente de Región Sur de YPF Luz. Foto: Rafael Mario Quinteros
Sebastián Kind es subsecretario de Energías Renovables y Eficiencia Energética. Encabezó los programas Renovar para atraer inversiones. "Hay 206 contratos. Sobre ese total, 141 están en marcha. Hay 43 que ya están en operación comercial, de largo plazo. Quedan 98 en construcción: 67 de ellos tienen fecha de entrada al sistema antes de fin de año", puntualiza.
Muchas grandes corporaciones tienen la recomendación -u obligación, según al caso- de avanzar con su producción a través de energías renovables. Toyota, Coca-Cola y Quilmes son algunas de las marcas que se volcaron a trabajar usando generación "eólica" en el país. Además de potenciales ahorros de costos, se trata de una decisión que es simpática para las usinas de marketing.
Para incentivar la inversión en el sector, el Poder Ejecutivo ofreció contratos por 20 años. De esa forma, consideran que existe el tiempo suficiente para que las empresas que compran aerogeneradores o paneles solares puedan recuperar los desembolsos. La danesa Vestas -un gigante de la fabricación de estos equipos- considera a la Argentina uno de sus tres mercados más relevantes a nivel global, otro indicador del desarrollo reciente.
Parque Eolico Manantiales Bher de YPF Luz en Comodoro Rivadavia. / Foto: Rafael Mario Quinteros
Kind detalla que, tras las últimas licitaciones, el megavatio/hora -la unidad de referencia del sector- de electricidad renovable se paga a un promedio de US$ 50. Ese indicador está por debajo del promedio de Cammesa -la administradora mayorista del sistema eléctrico- que lo ubica en torno a los US$ 70. "En 2015, antes de esta gestión, se firmaban contratos a US$ 350 (por mWh) y hasta se llegó a casos de US$ 600. Ahora hablamos de US$ 50/60", establece Kind.
Los generadores entregan electricidad a Cammesa, que la va despachando a las distribuidoras. El pago se hace a 42 días. Pero Cammesa a veces se demora. El resto del sistema debe convivir con eso, pero los generadores de energías renovables se salvan. Hay un fondo de garantía (Foder) que les va pagando aunque Cammesa no gire los fondos para cubrirlos de eventuales retrasos. Cuenta con US$700 millones provistos por el Tesoro de la Nación.
Los generadores entregan electricidad a Cammesa, que la va despachando a las distribuidoras./ Foto: Rafael Mario Quinteros
De todas formas, ni ese gancho para los inversores salvó a este rubro de los efectos de la devaluación de 2018. El ritmo del financiamiento de proyectos, que avanzó con celeridad en 2016 y 2017, empezó a resentirse desde mayo del año pasado. Hay decenas de proyectos que esperan dinero para poder avanzar. "Son algunos de los proyectos que se estaban cerrando de la ronda 2", esgrime el funcionario.
"Las energías renovables son un producto distinto, por eso requieren un tratamiento diferente. No se recuperan en cuatro años, como otras inversiones. Como no tienen el gasto de los combustibles, lo que demandan es inversiones de capital muy fuertes al inicio", promueve Kind.
Parque eólico Manantiales Behr, de YPF. Parque eolico mnantiales Behr de YPF energia eolica aerogeneradores. / Foto: Rafael Mario Quinteros
La decisión del Gobierno de restringir los beneficios del gas "nuevo" extraído en Vaca Muerta probablemente impacte en las renovables. Las petroleras que consiguieron gas neuquino necesitan volcarlo en el sistema eléctrico, ya que ese fluido es la materia prima de los generadores térmicos. En el invierno, el consumo de gas es alto. Pero, pasado el frío, el gas sobra. Las productores de gas con excedentes temporarios quieren que ese sobrante veraniego sea consumido por los generadores eléctricos.
Varios de los gigantes de la generación "convencional" también están invirtiendo en renovables: Central Puerto, Pampa, Enel. Otras, como YPF Luz y Genneia, se focalizaron en este subsegmento. Hasta la familia que posee Frávega puso un pie en este negocio.
El parque Manantiales Behr, de YPF Luz, es visitado por directivos de empresas que quieren abastecerse de esa energía para su producción. Desde febrero de 2019, los clientes de la petrolera de mayoría estatal que compren energía renovable pueden recibir"certificados de reducción de emisiones". Son unos bonos que permiten su transacción voluntaria a nivel mundial. También les permite compensar a las multinacionales que, en otros países, utilizan energía "tradicional": de ese modo, si una empresa necesita reducir sus emisiones contaminantes a nivel global, puede presentar los certificados que consigue por usar energía renovable en la Argentina y de ese modo "compensar" la contaminación que genera en otros países usando energía que se genera usando derivados del petróleo o carbón.
El parque Manantiales Behr, de YPF Luz, es visitado por directivos de empresas que quieren abastecerse de esa energía para su producción. / Foto: Rafael Mario Quinteros
Los 30 aerogeneradores de Manantiales Behr se dividen en dos filas. Se encuentran montados sobre un yacimiento de petróleo y gas que está en funcionamiento. Cada aerogenerador guarda una estudiada distancia de los pozos para evitar problemas en caso de una caída.
Según datos de YPF, el factor "de capacidad" -el "rendimiento" que se le puede sacar al viento- de la potencia instalada en Chubut es altísimo. En el promedio mundial es un 25%. En Manantiales Behr llega al 62%, con picos del 71%. Quizás por eso la gobernación provincial analizó la idea de imponer un gravamen al "viento", que luego desechó. En ese campo se genera electricidad suficiente para cubrir toda la demanda de Comodoro Rivadavia. Sin embargo, salvo excepciones como las del apagón del 16 de junio, este parque apunta a proveer electricidad a clientes privados.
En la Argentina se instalan torres alemanas y danesas y paneles solares canadienses. En general, esos procesos van acompañados por financiamiento bancarios de esos países. También hay una industria local desarrollándose en esas áreas y se montaron ensambladoras.
El impulso a la energía eólica suele llegar de compañías grandes, mientras que la solar parece un campo fértil para firmas medianas. En ese último rubro se estacionaron la mayoría de los proyectos que no consiguen financiación. Según las petroleras tradicionales, también hay terreno para la "especulación" con empresas que ganan licitaciones y luego tratan de revenderlas al mejor postor. El secretario Kind lo descarta de plano. "Las empresas dejaron garantías económicas", refuta. El regulador también puede buscar nuevos oferentes si un postor incumple sus promesas y no puede justificarlo.
YPF Luz puede despachar certificados por una cantidad cercana a 250.000 toneladas de carbono. / Foto: Rafael Mario Quinteros
La automotriz Toyota utiliza energía eólica para la producción de la camioneta Hilux. Cuando los 30 aerogenedores de Manatiales Behr dan cuatro vueltas y media (4,6 puntualmente) se genera electricidad suficiente para fabricar esa pick up. La japonesa produce un vehículo de esos cada 97 segundos. En total, son 140.000 vehículos anuales. A partir de 2020, la totalidad de su necesidad energética será cubierta desde Chubut. Hay una línea de 132 kilovatios -y 20 kilómetros de extensión- que se conecta con otras 6 líneas y dos estaciones transformadoras para llevar el suministro de la Patagonia a Buenos Aires.
YPF Luz puede despachar certificados por una cantidad cercana a 250.000 toneladas de carbono. Es algo que las empresas pueden utilizar para compensar a aquellas plantas donde tienen mayor emisión de gases de efecto invernadero.
Aunque las empresas son remisas a brindar detalles de sus acuerdos económicos, los contratos con enegía renovable suelen generar ahorros a largo plazo. Hace poco, en una exposición en una convención empresaria, el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, puntualizó que el país posee electricidad un 30% más barata que la de Brasil, Chile y Uruguay. Esa afirmación es discutida por expertos del sector.