Con disimulo y argumentos que se repiten sistemática y periódicamente en la prensa, continúa una velada campaña contra el megaproyecto minero andalgalense de Agua Rica, un yacimiento de extraordinarias riquezas en cobre, oro y otros elementos que forma parte de las reservas de Catamarca. Días pasados, siguiendo una lógica perversa, se destacó que la Municipalidad de Andalgalá respaldó el planteo de vecinos autoconvocados que presentaron un amparo en contra de la actividad extractiva.
Cómo no lo van hacer si actuar en sentido contrario sería volver sobre sus propios argumentos, toda vez que hace aproximadamente tres años los concejales de la jurisdicción municipal, por unanimidad, aprobaron un proyecto para prohibir la explotación de la minería en toda la cuenca del río Andalgalá. Lo digamos más claramente: el único proyecto minero de relevancia en esa cuenca es Agua Rica. Por lo tanto, el instrumento legal era un ataque directo contra la multinacional canadiense Yamana, la dueña del yacimiento que tiene emprendimientos de esta naturaleza en todo el mundo y en otros lugares de la Argentina.
La Ordenanza Municipal, aún vigente, fue refrendada por los radicales José Luis Olaz, José Luis Cativa, Ivana del Valle Flores y Carlos Miguel Sánchez, acompañados por los peronistas Juan Ernesto Guerrero, Héctor Gustavo Álvarez y Roberto Oscar Nemer. Varios de ellos, como Olaz, Cativa y Flores, por estos días, hacen campaña para llegar a ser intendente a partir del 10 de diciembre Seguir negando la factibilidad de Agua Rica, a esta altura del tiempo, es necedad enorme y capricho político evidente. Si en 20 años de explotación del Bajo la Alumbrera no se produjeron problemas de contaminación de ninguna naturaleza, por qué descreer ahora si las mismas empresas que completaron aquel proyecto, Yamana y la suiza Glencore, están directamente involucradas en el nuevo emprendimiento, aparte de que cuentan con el respaldo irrestricto de los gobiernos nacional y provincial.
El propio presidente Mauricio Macri ha destacado la importancia de esta inversión y supo recibir a los empresarios en la Casa Rosada para mostrarles su beneplácito. Con este panorama, siempre y cuando se ofrezcan las garantías ambientales, creemos que son muy pocos los andalgalenses que puedan llegar a oponerse. Es que están en juego factores económicos demasiados fuertes para una zona donde, con fuerza inusitada, campea la desocupación. Recordemos que los empleados que resignaron sus puestos en Alumbrera se cuentan de a cientos y otro tanto ocurre con los despedidos de las empresas olivícolas que funcionaban en la zona de Pomán, a escasos kilómetros de la cabecera andalgalense.
Si se preere la no explotación minera, la política (concejales con nombre propio incluidos) tendrá que responder por los problemas sociales que puedan sucederse. Con esos problemas no hay operativos de prensa que valgan. Por último, si se insiste con el malgasto que se hizo de regalías y utilidades que dejó Alumbrera, hay que tener en cuenta que eso no puede suceder más. Todo está reglamentado para que su destino nal sea conocido por el pueblo. La primaria peronista de Valle Viejo, a efectivizarse dentro de 33 días, se prevé apasionante. Allí lucharán cuatro precandidatos en procura de apoderarse de la candidatura a intendente.
De ellos, destacan como favoritos el concejal Alberto “Abeto” Barrionuevo (termina el mandato en diciembre) y la funcionaria del ministerio de Desarrollo Social, Susana Zenteno, una docente de reconocidos méritos en territorio chacarero. Por lo que se sabe, desde el gobierno provincial se instruyó para que después de las PASO, vencedores y vencidos (los otros participantes son Rubén Gil y el exsenador Ángel Olivera), aúnen esfuerzos en procura de despojarle del invicto democrático a Gustavo “El Gallo” Jalile (gobierna el departamento o inuye sobre él desde hace 36 años), quien no tiene oponentes dentro de “Juntos para el Cambio” para llegar a la batalla nal de octubre próximo.
A propósito del aguerrido intendente, en las últimas horas, como pocos radicales lo hacen, ha salido a valorar las cuestiones positivas del gobierno del presidente Macri, al mismo tiempo que lanzó sus dardos contra la administración de Corpacci, según él, culpable que se le retaceen fondos al municipio. Otro que resolvió hacer campaña apelando a las conquistas propias fue el diputado Humberto Valdez, quien tratará de capturar la intendencia de Fray Mamerto Esquiú, hoy en manos del peronista Guillermo Ferreyra.
El hombre confía en el triunfo y arma “vamos a recuperar el municipio con los cimientos del Frente Cívico”. Si bien es cierto que Valdez fue gobierno en la tierra del Padre Esquiú durante tres mandatos (desde el 2003 al 2015), no es mucho lo que se avanzó en el departamento, pero cuando habla de los “cimientos del pasado” seguramente se reere a la mística que generó aquel movimiento creado en el año 1991.
Pr el lado de Ferreyra, existen temores lógicos por los números que arrojó la elección de 2017 y que lo dieran perdedor al Frente Justicialista que había organizado. Aunque se trataba de una disputa por concejalías, hay que recordar que el exFrente Cívico ganó en el norte y el centro de la jurisdicción, mientras que el ocialismo solamente lo hizo en el sur. Pasado el n de semana extra largo, el jueves se largará ocialmente la campaña en lo que hace a la publicidad que, para los diferentes partidos políticos, está a cargo del gobierno federal.
De esta manera, como ya ocurrido en oportunidades anteriores, las pantallas televisivas y las emisoras de radio se inundarán de planes y consignas de campaña, lo cual no deja de ser importante para el conocimiento de los ciudadanos que deberán votar en agosto y octubre. Dentro de los límites de la provincia, los precandidatos Raúl Jalil y Roberto Gómez continuarán recorriendo los diferentes departamentos y los barrios de la ciudad, claves para la denición nal por tratarse del territorio que concentra el mayor número de electores.
En lo que atañe al panorama nacional, conforme lo revelan los relevamientos de encuesta que se ventilan día a día, crece la idea que la polarización entre “Juntos por el Cambio” (Macri-Pichetto) y el “Frente de Todos” (Fernández-Fernández de Kirchner) puede profundizarse hasta niveles impensados, muy parecidos a elección de 1999 en la que las fuerzas que respondían a Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde se llevaron el mayor porcentaje de los votos. Por cierto, no son buenas noticias para las fórmulas de Lavagna (acompañado del salteño Juan Manuel Urtubey), de la izquierda y para el debutante absoluto en lides electorales, José Luis Espert.
Esta situación, por lógica aritmética, podría llevar a que Macri o Alberto Fernández, si consiguen traspasar el 45% de los votos, puedan consagrarse en primera vuelta. Sobre este tema, aunque los especialistas lo sepan, conviene aclarar para el ciudadano común que con el 45% se puede ganar en primera vuelta, aunque la diferencia sea mínima. También es posible liquidar el pleito con el 40%, pero en este caso debe haber diez puntos de ventaja sobre el segundo. En el supuesto de imponerse el balotaje entre los dos primeros, como ocurrió con Macri y Scioli en 2015, la cuestión es a simple mayoría de votos, con lo cual uno de los dos contendientes siempre supera el 50%.
Como lo hacemos habitualmente, el último bloque incluye los acontecimientos ocurridos un cuarto de siglo atrás. Hace 25 años, el gobierno que comandaba don Arnoldo Castillo en nombre del Frente Cívico, después de aprobar el traspaso de la Caja de Jubilaciones a la órbita de la Nación, iniciaba un plan de jubilaciones anticipadas y retiros voluntarios para, supuestamente, rebajar el décit scal que hacía insostenible la marcha de la economía provincial y hasta el pago de los sueldos.
En ese sentido, el ministro de Producción de la época, Hernán Colombo, preanunciaba lo que sería una gran avivada. Decía lo siguiente: “hay una posibilidad para los que están a un paso de jubilarse puedan hacerlo ahora y no esperar largos años, digamos 10, para completar el requisito de la edad”. Esa situación dio lugar a una avalancha de pedidos de jubilación. Y claro: pasar a retiro a los 45, 48 ó 55 años, antes que esperar los 65, es negocio redondo. Para quienes le faltaran años de servicio, aparecieron certicaciones truchas que se otorgaban desde los municipios. Fue, en denitiva, un auténtico festival de corrupción que se dio en llamar “jubilados de pantalones cortos”, del que participaron prominentes dirigentes de todos los bandos, funcionarios de alto rango y jueces.
El 6 de julio de 1994 se realizó lo que se dio en llamar la “Marcha Federal” en contra de la política económica de Menem y las medidas que se tomaban en el área de educación. Fue una modalidad de protesta que incluía la participación de los ciudadanos de todas las regiones del país que conuían en Buenos Aires. En aquella oportunidad, después de largas y variadas travesías, una multitud participó del acto central en Plaza de Mayo donde se anunció un paro general para el 2 de agosto de aquel año 1994.