El Gasoducto al sur está paralizado desde el verano del 2017 y hasta la fecha existe incertidumbre sobre su reinicio; sin embargo, según el experto Alvaro Ríos, este proyecto es vital para esta macro región pues además de lograr seguridad energética se despejarían dudas sobre las posibilidades de importar gas natural, combustible en el cual el Perú es rico.
-¿Qué opina sobre los últimos anuncios de integración energética Perú-Bolivia?
Creo que es un tema de mucho más adelante. Por el momento Bolivia tiene dos mercados con infraestructura consolidados que son Argentina y Brasil que precisan de gas boliviano y lo precisan sin desarrollar infraestructura y, finalmente, si Bolivia quisiera hacer una planta de GNL (gas natural licuado) para exportar al Asia lo puede hacer utilizando el gasoducto Bolivia-Brasil que está vacío en este momento, que tiene una capacidad de 30 millones de metros cúbicos día de gas naturaly se está usando 12 millones, entonces fácilmente se podría utilizar sin necesidad de hacer un nuevo gasoducto.
-¿Le conviene a Bolivia exportar su gas por Ilo?
Para Bolivia es mucho más conveniente salir por el Atlántico que salir por el Pacífico porque la infraestructura está construida. Ese gasoducto (de Bolivia a Ilo) costaría aproximadamente US$ 1.500 millones y luego hay que construir una planta de GNL que tiene un valor de US$ 2 billones (US$ 2 mil millones) y tiene que haber un comprador de gas. Entonces estamos muy lejos de eso. Creo que primero tiene que consolidarse el gasoducto sur peruano y ojalá las autoridades, el país en su conjunto, le den la importancia necesaria.
-Sobre los acuerdos se critica que Perú tenga que importar un recurso en el cual es rico.
Perú tiene más reservas de gas natural que Bolivia, tiene los ductos comprados, tienen el proyecto hecho y creo que ese es el proyecto natural (gasoducto sur) que debe hacerse. Desde nuestra perspectiva es un proyecto consolidado, hay que sumarle tal vez los números para que sea económicamente viable para un sector privado y los puede complementar el Estado pero va a ser más caro importar combustible y pagar energía eléctrica cara. En el largo plazo si ese gasoducto no se hace los peruanos van a pagar mucho más sin siquiera haber puesto dinero para que se haga.
-¿En qué medida es importante que se desarrolle el gasoducto al sur peruano?
Primero, que va a aumentar la luz eléctrica (si no se avanza con el gasoducto) cuando el Nodo del Sur tenga que despachar con líquidos. Ese momento va a llegar cuando la demanda alcance a la oferta y ese nodo despache con diésel y se disparen las tarifas eléctricas. Segundo, las industrias de Arequipa y el sur del Perú y todo el sector industrial productivo reciben un gas tres veces más caro que el de Lima y eso para nosotros no es una distribución equitativa de un recurso energético que es de todos los peruanos. No es posible masificar con gasoductos virtuales, la masificación va a venir de un gasoducto.
-¿Qué sucedería si no se hace el gasoducto?
Lo que haría es que se importe más GLP, diésel y gasolina porque el Perú es deficitario en petróleo y sus derivados. Entonces se están botando dólares afuera cuando tienen muchas reservas de gas. El Perú tiene alrededor de 15 trillones de pies cúbicos (TCF) que no tienen mercado. La única manera es que el Estado impulse esto, viabilice una tarifa que permita la masificación, que permita que el nodo se alimente con gas, que permita que se exporte el gas porque hay mucho, y que permita que el gas se industrialice y el sur tenga una clase media emergente tal cual la han tenido Lima e Ica, principalmente.
-¿Qué intereses piensa que podrían anteponerse a la construcción del gasoducto al sur?
Creo que hay miedo por el tema Odebrecht que ha calado muy fuerte en varios países y en Perú en particular. Creo que hay un miedo natural de las autoridades a decir de una vez esto se debe hacer y debe continuar muy rápidamente. El otro tema está asociado a gente que no debe querer que el gas llegue al sur porque cuando eso suceda todo el sistema eléctrico va a despachar a mayor precio y cuando eso pase realmente va a ser duro para todos los peruanos (industrias, domicilios, los comercios y todos). Entonces hay intereses económicos también.
-¿Considera que debió encapsularse la parte legal del resto y no paralizar el proyecto?
Definitivamente. Por ejemplo en EEUU Odebrecht está construyendo el tercer anillo alrededor de Houston (Texas) y esa obra todo el mundo sabe que la empresa está siendo investigada pero le aplicaron una multa muy fuerte y ahora la dejan trabajar con transparencia pero la obra no se ha ha detenido. Eso ha ocurrido también en República Dominicana, en Colombia y en varios otros países.
No hay por qué postergar el desarrollo de un país con una obra que estaba bien encaminada, que tenía una Garantía de Red Principal (GRP) similar a la que tuvo el gasoducto de Camisea. Muchos se rasgaron las vestiduras sobre ello pero cuando el gas tuvo que llegar a Lima se garantizó no solo tubo sino también la distribución con la luz eléctrica, entonces creo que se está siendo injusto con el sur del Perú, que es un gasoducto que necesita ojalá avanzar lo más rápido posible.