JOSÉ FERNANDEZ
De sostenerse el crecimiento del precio del oro, por encima de US$1400/oz, la industria minera aurífera local podría reactivar la inversión en exploraciones y apostar por mayor producción en los próximos años.
La reciente alza del precio del oro, que superó la barrera de US$1400 —el mayor precio en seis años— , abre la posibilidad para que las empresas mineras locales apuesten por mayores inversiones. En el corto plazo, los resultados financieros de éstas mejorarán e incrementarán ligeramente la producción del metal para tomar ganancias, lo que favorecerá a las exportaciones.
En el mediano plazo se podrían reactivar inversiones de mineras auríferas. “Si la tendencia se confirma, vamos a ver una mayor inversión en la industria aurífera”, comentó Víctor Gobitz, CEO de Buenaventura. Los mejores resultados financieros por la subida del oro podrían cambiar la percepción del riesgo del negocio minero, lo que animaría a las empresas a invertir en mayores exploraciones así como en la ampliación de operaciones y el desarrollo de nuevos proyectos, agregó. Ello tendría un impacto positivo sobre la inversión privada y sobre todas la industrias incluidas en la cadena de suministros de la minería.
El incremento llevará a que algunas empresas mineras locales incrementen su producción este año y tomen las ganancias derivadas de un mayor precio. “Nuestra expectativa es incrementar nuestra producción entre 2%-3%, con una meta ideal de 5% durante el año para capturar ese mayor precio”, señaló Luis Rivera, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) y CEO de Gold Fields.
En la misma línea, el mayor precio beneficiará el valor de las ventas y los estados financieros de las auríferas. “El precio actual está 8% por encima del precio que habíamos calculado. Cualquier precio por encima de US$ 1300 va a mejorar las ventas”, añade Rivera. El 16% de las exportaciones mineras son oro, comentó el ejecutivo, de modo que el valor de estos envíos también se verá favorecido.
La subida del oro en el último mes —que pasó de US$ 1306/oz. hasta el actual US$1410/oz.— responde al aumento de riesgos geopolíticos y a decisiones de política monetaria, antes que a fundamentos del mercado. En las últimas semanas, la Reserva Federal (Fed) ha mostrado una postura más proclive hacia el recorte de sus tasas de referencia, lo cual reduce el valor del dólar, que a su vez está inversamente relacionado con el precio de los metales, anotó Luis Falen, senior research analyst de Intéligo SAB. Adicionalmente, las tensiones comerciales entre EEUU y China y las recientes tensiones entre EEUU e Irán, han hecho que en las últimas semanas se diera un fuerte impulso al oro, pues es un activo de refugio, añadió.
El precio alrededor de US$1400 se sostendrá en cuanto persistan las incertidumbres geopolíticas, como la guerra comercial entre EEUU y China. “Un potencial acuerdo entre China y EEUU quitaría un fuerte componente de incertidumbre y volatilidad en el mercado. En ese sentido, el rally del oro perdería fuerza”, afirmó Omar Avellaneda, asociado de inversiones de Prima AFP. Sin embargo, un factor estructuras le daría impulso al precio en el mediano plazo. “Lo que vemos como una tendencia global es una restricción de oferta por la dificultad para encontrar yacimientos de gran volumen […] ello también es un factor que hace que el precio suba, añadió Gobitz.
JUAN SALDARRIAGA
Tras una primera mitad deslucida en anuncios de construcción de nuevos proyectos, los empresarios mineros advierten que el Gobierno no satisfará sus expectativas de captar 21,3% más que en 2018.
La inversión en minería crecería menos de lo esperado este año. Tras una primera mitad deslucida en anuncios de construcción de nuevos proyectos, los empresarios mineros advierten que el Gobierno no satisfará sus expectativas de captar US$6.000 millones el 2019 (21,3% más que en 2018).
Peor aun, la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) advierte la posibilidad de que no se registre ningún tipo de crecimiento.
“Hay un riesgo de que la inversión minera será igual o menor este año que en el 2018 (cuando anotó US$4.947 mlls.)”, señaló Manuel Fumagalli, presidente del gremio mineroenergético en Minpro 2019.
La razón es obvia para los mineros. Solo uno, de seis nuevos proyectos llamados a iniciar construcción este año, ha conseguido salir adelante: la ampliación de Minera Poderosa (La Libertad), inversión de US$110 millones que concluyó su primera fase en mayo pasado, y ya avanza con la segunda.
Hablamos, sin embargo, de apenas el 3% de un total de US$3.440 millones en inversiones frescas, que deberían comenzar a fluir en el 2019.
¿Qué sucede con los otros cinco proyectos, por un valor de US$3.330 millones, priorizados por el Minem?
Como relatamos hace dos semanas (El Comercio, 19/6/2019), se sabe que uno de ellos fue cancelado por inviabilidad técnica: la ampliación de Lagunas Norte (US$640 mlls.); y que tres están en suspenso por problemas sociales o búsqueda de financiamiento: Tía María (US$1.400 mlls.), Coroccohayco (US$590 mlls.) y Corani (US$585 mlls.).
En cuanto al quinto, la ampliación de Pachapaqui (US$117 mlls.), el Minem informó a Día1 que su desarrollo se ha pospuesto para el 2020, debido a que su operador no ha conseguido aún la licencia social.
Para Víctor Gobitz, CEO de Compañía de Minas Buenaventura, todo esto sugiere que la inversión minera crecería US$5.600 millones en el 2019 (13% más que el 2018) amparada en los tres proyectos que iniciaron construcción el año previo: Quellaveco, Mina Justa y la ampliación de Toromocho.
Elmer Cuba, economista socio de Macroconsult, apunta que si las empresas mineras prevén una menor inversión, el Minem tendrá que reajustar sus cifras, porque su fuente son las empresas que reportan.
“La salvación es Tía María, que aportará US$1.400 millones de inversión [en 2019-2021]”, agrega Manuel Fumagalli.
De hecho, Southern Copper, operador del proyecto cuprífero, tiene la esperanza de que el Minem concederá la luz verde para iniciar la construcción antes del 1 de agosto, fecha en que expira la vigencia del EIA.
“Estamos a la espera de que nos den la licencia en cualquier momento”, señaló el miércoles pasado el vicepresidente de Finanzas de la empresa, Raúl Jacob.
Sin embargo, esta expectativa se estrella contra la cautela del Minem, vivamente preocupado por la oposición de un pequeño, pero irreductible sector de moradores del Valle del Tambo, zona distante 3 kilómetros del que sería el tajo abierto más cercano: La Tapada.
Lo que el Gobierno piensa hacer al respecto, parece claro: no puede seguir dilatando el plazo de vigencia del EIA, por lo que otorgaría la licencia de construcción a Southern a cambio de que aplace su ejecución hasta socializar mejor el proyecto.
Puestas así las cosas, mineros y analistas ven un poco difícil que la dinámica de los proyectos mineros mejorará en los próximos años, y no por falta de iniciativas.
“El reto [del Perú] es que tenemos muchos proyectos, pero nos demoramos una eternidad para que entren en producción por una serie de razones, llámese conflicto social o tramitología”, señala Guillermo Arbe, gerente de Estudios Económicos de Scotiabank.
