El plan de aumentar la profundidad de cuatro grandes ríos del Amazonas y permitir su navegación, un proyecto a cargo de la firma china Sinohydro y la peruana CASA, es rechazado debido al impacto que tendría sobre la biodiversidad y las poblaciones indígenas.
Un proyecto de hidrovía en el Amazonas de Perú y un derrame de petróleo que ya lleva casi dos semanas podrían hacer estallar nuevos conflictos con nativos en una de las zonas consideradas el pulmón del planeta, dijeron el martes líderes indígenas.
El plan de aumentar la profundidad de cuatro grandes ríos del Amazonas y permitir su navegación, un proyecto a cargo de la firma china Sinohydro y la peruana CASA, es rechazado debido al impacto que tendría sobre la biodiversidad y las poblaciones indígenas, afirmó Lizardo Cauper, presidente de AIDESEP, una organización que reúne a cientos de comunidades de la zona.
"Nuestros ancestros, nuestros sabios, están preocupados porque el dragado que quieren hacer afecta nuestro territorio, el Amazonas", dijo Cauper en conferencia de prensa. "La hidrovía no va porque no hay garantías para su desarrollo", acotó.
El proyecto busca tener un canal de navegación de 2,4 metros de profundidad mínima en casi 2.700 kilómetros de ríos en la Amazonía, según la página web del consorcio COHIDRO, que han conformado la estatal Sinohydro y CASA.
El Gobierno peruano otorgó en el 2017 en concesión por 20 años el proyecto a COHIDRO, cuyo Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para desarrollar la hidrovía con una inversión inicial de US$95 millones está en evaluación por las autoridades.
COHIDRO no contestó de inmediato a pedido de comentarios.
Parte de la zona peruana del Amazonas se ha visto afectada asimismo por un derrame de petróleo, que no se ha logrado controlar desde el 18 de junio porque una comunidad indígena impide el ingreso de trabajadores de la estatal Petroperú para sellar la rotura de su oleoducto, dijo un portavoz de la compañía.
El derrame, aunque focalizado en la comunidad Nuevo Progreso en el norte de la amazonía peruana, llegó al río Marañón el 27 y 30 de junio, afirmó por su parte por teléfono un sacerdote católico de una comunidad cercana al evento.
"El río es para las comunidades. Incluso hay comunidades que toman agua del río y en este momento se está mandando el aviso que nadie consuma agua del río", dijo el sacerdote Martín Quijano de la comunidad San Lorenzo.
El Ministerio de Salud declaró el fin de semana emergencia sanitaria a la zona afectada por el derrame de crudo, que aún no ha sido cuantificado por las autoridades. Un dirigente nativo ha anunciado un paro de protesta en la zona desde el 5 de julio.
Petroperú afirma que la rotura del ducto ha sido provocada por personas que luego exigen que se los contrate para remediar la zona, algo que los pobladores rechazan. El ducto, que transporta crudo desde la selva peruana hasta la costa del Pacífico, ha sufrido continuos ataques en los últimos dos años.