Los economistas Pablo Bejar y Juan Yépez, del Fondo Monetario Internacional (FMI), analizaron la evolución de los fundamentos y planes comerciales de estas empresas estatales, detectando ciertas vulnerabilidades remanentes y retos para sus perspectivas.
Las empresas estatales Pemex (México), Petrobras (Brasil), Ecopetrol (Colombia) y Codelco (Chile), fueron unas de las más golpeadas por el abrupto final del "superciclo" de los precios de las materias primas durante los años 2014- y 2016.
Así lo afirman los economistas Pablo Bejar y Juan Yépez, de la división de Estudios Regionales del Departamento del Hemisferio Occidental, del Fondo Monetario Internacional (FMI), quienes analizaron la evolución de los fundamentos y planes comerciales de estas empresas estatales, detectando ciertas vulnerabilidades remanentes y retos para sus perspectivas.
Uno de los aspectos considerados en el análisis fue la rebaja de la calificación crediticia que sufrieron estas cuatro empresas en medio de la inquietud por la situación financiera y el aumento de los diferenciales de sus swaps de riesgo de crédito (CDS).
"Los resultados hacen pensar que los diferenciales de los CDS de Petrobras y Pemex son efectivamente más sensibles a un colapso de los precios de las materias primas. A la vez, el deterioro de los diferenciales soberanos de Brasil y México, tras la repentina caída de los precios del petróleo, es producto, más que nada, del aumento de los diferenciales de las empresas estatales", explican los expertos.
Sin embargo, según el análisis, la sensibilidad de los diferenciales de las empresas estatales también podría depender de la liquidez del mercado. En ese sentido, destacan que los instrumentos de deuda de Pemex y Petrobras son "significativamente más líquidos" que los de Ecopetrol y Codelco, "y prácticamente tan líquidos como los bonos soberanos de su respectivo país".
En mayor o menor medida, todas estas empresas representan una importante fuente de ingreso para su respectivo gobierno y eso implica que la probabilidad de contar con apoyo público, también sigue siendo elevada.
En tanto, el informe del FMI refleja que -considerando la diferencia entre la evaluación de base de las calificadoras de riesgo y la calificación final-, Pemex fue percibida por el mercado como la de mayor probabilidad de recibir respaldo público en caso de necesidad, mientras que en segundo lugar se ubicó Codelco.
"Afianzar más los fundamentos de estas empresas será crítico para mejorar los perfiles crediticios propios y los de las entidades soberanas", sentencian.
Tras el colapso de los precios de las materias primas y en medio de una sustancial depreciación de la moneda, los coeficientes de apalancamiento de las cuatro empresas estatales sufrieron un marcado deterioro en 2015-16. Eso se sumó a una fuerte expansión de la deuda, denominada mayormente en moneda extranjera, y a pérdidas de valoración de los activos.
Según el análisis de Bejar y Yépez, tres de estas empresas lograron reducir los coeficientes de apalancamiento en 2017-18, estabilizando los niveles de deuda o incluso reduciéndolos -como en el caso de Petrobras.
"La reducción de los pasivos era necesaria para compensar las pérdidas de valoración de los activos (...) en cambio, el deterioro sufrido por Pemex, de ambos lados de la hoja del balance, empeoró su situación patrimonial", comentan.
En tal sentido, explican que la reciente mejora de los indicadores de operación de estas empresas "es fruto de sus esfuerzos por incrementar la eficiencia mediante ventas de activos y optimización del gasto". En consecuencia, los indicadores de generación de efectivo han mejorado (sobre todo en el caso de Pemex) y los márgenes de EBITDA se encuentran en los niveles más altos de los últimos años.
Aunque ello no ha evitado que las cuatro estatales hayan tenido que recortar el gasto de capital que habían planificado, debido a un menor flujo de caja y la moderación de las perspectivas del sector. "Solo Petrobras pudo incrementar la producción en 2018, gracias a la inversión en campos petroleros de presal".
El análisis recuerda que las investigaciones por corrupción entorno a estas empresas es otro factor que se suma como parte de las dificultades que han tenido para movilizar fondos o realizar reformas estructurales. Ante esto, destaca los códigos y directrices que tanto Codelco, como Petrobras, han venido adoptando sobre publicación de información relacionada con las políticas y prácticas de gobernanza.
"La transparencia puede reforzarse más mediante una divulgación más detallada del gasto cuasifiscal y de la adjudicación de contratos de adquisición, ambos ámbitos muy susceptibles de ser mal administrados", señalan los economistas, al tiempo que recomiendan mejorar la supervisión y la información disponible sobre las operaciones de las empresas estatales.
Finalmente, el informe añade que si bien es necesario incrementar la inversión para apuntalar la producción de estas cuatro empresas, sostiene que algunas deberían reforzar sus propios fundamentos financieros antes de lanzar ambiciosos proyectos de inversión. Además, advierte que los continuos esfuerzos por mejorar la gobernanza y el desempeño de estas cuatro empresas "seguirán siendo críticos para la consolidación fiscal, tan necesaria, que han puesto en marcha sus respectivas entidades soberanas".