Los precios del crudo tuvieron resultados dispersos, afectados por las tensiones crecientes en Medio Oriente y la prudencia antes de la Cumbre del G20, donde se prevé un encuentro entre los mandatarios de China y EU, y una cita de la OPEP.
Los precios del crudo tuvieron resultados dispersos el martes, afectados por las tensiones crecientes en Medio Oriente y la prudencia antes de la Cumbre del G20, donde se prevé un encuentro entre los mandatarios de China y Estados Unidos, y una cita de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
El barril de Brent del Mar del Norte para entrega en agosto subió 19 centavos, o 0.3% en Londres, para cerrar en 65.05 dólares.
En Nueva York, el barril de crudo light sweet (WTI) con el mismo vencimiento perdió siete centavos, 0.1%, en 57.83 dólares.
Los precios aumentaron la semana pasada, luego de que un dron estadounidense fuera derribado por Irán.
Cualquier conflicto en el golfo Pérsico puede potencialmente empujar al alza los precios del oro negro, por el temor de los inversionistas a que la oferta mundial de crudo se vea perturbada.
Aunque anunció nuevas sanciones contra Irán, el presidente Donald Trump afirmó que la puerta estaba abierta para las negociaciones.
Por su lado, Irán acusó a EU de cerrar de manera permanente la vía de la diplomacia y de mentir sobre sus intenciones de negociar.
Pero el mercado también desconfía del conflicto comercial entre China y Estados Unidos, pocos días antes de que Trump y su par chino, Xi Jinping, se encuentren al margen de la Cumbre del G20 en Japón este fin de semana.
Además habrá otra reunión internacional crucial para el mercado negro, OPEP y sus socios, entre ellos Rusia, se encontrarán en Viena a inicios de julio para decidir si renuevan o no el acuerdo para limitar su producción el resto del año.
Por otra parte la mezcla mexicana de exportación ganó 0.07%, cuatro centavos, a 59.63 dólares el barril. En tanto, la gasolina estadounidense ganó 1.20%, a 1.8772 dólares el galón.
La expectativa se centra en lo que pueda ocurrir en el encuentro entre el presidente chino Xi Jinping y el primer mandatario estadounidense, Donald Trump en el marco de la cumbre del G20 que se desarrollará en Osaka.
La premisa inicial de este escenario es que la cumbre fracasa y el presidente Trump decide incrementar los aranceles sobre los restantes US$300.000 millones de importaciones desde China.
Según reporta la agencia Bloomberg, esto podría llevar a que las autoridades de la nación oriental opten por dejar devaluar el yuan, lo que implicaría un aumento en el precio del crudo para la economía china, el mayor importador de hidrocarburos del mundo, y una caída de la demanda de petróleo por parte de esa nación, lo que en general significaría un impacto para el mercado mundial de este producto.
De acuerdo con la entrevista, Blanch considera que incluso China podría ignorar el bloqueo en contra de Irán y volver a negociar petróleo de ese país.
“El asunto comercial y el asunto de Irán vienen a convertirse en el mismo asunto y esto termina creando un escenario de barril a US$30 para los precios del petróleo. Tienes un extra de dos millones de barriles por día de Irán y la demanda colapsa. ¿Dónde crees que van a ir los precios?”, señaló.
Aun así, el experto señaló que ese escenario es poco probable, pero tampoco es loco esperar que ocurra.
La proyección de Bank of America se refiere a los crudos de tipo Brent y WTI que actualmente se cotizan cerca de los US$63 el barril y US$56 el barril, respectivamente.
La guerra comercial ha puesto con los pelos de punta a todos los actores de los mercados internacionales, que ahora esperan que se imponga la sindéresis y que se logre una salida consensuada entre Estados Unidos y China. De agudizarse las retaliaciones, muchos ven una amenaza real de desaceleración y recesión. Ese es el caso de la firma Morgan Stanley que ha advertido que tal escenario es posible, si no se logra un acuerdo para finalizar la guerra comercial.