En un marco de decisiones políticas finalizó el 10° Encuentro sobre Estrategias Ambientales de la Cámara Empresaria del Medio Ambiente (CEMA)
Las energías renovables, la minería y la actividad industrial fueron ejes de debate en el 10° Encuentro sobre Estrategias Ambientales de la CEMA. En pleno marco eleccionario, representantes del Gobierno nacional reivindicaron los cambios regulatorios para favorecer el desarrollo sustentable de estos segmentos productivos. Atentos a las urgencias del presente, pero también a las necesidades del mediano y largo plazo, empresarios y referentes académicos prometieron aunar esfuerzos para responder a las exigencias de un mercado cada vez más preocupado por lo ambiental y lo social.
En un año signado por los comicios presidenciales, cuando la planificación política parece verse limitada al calendario electoral, la Cámara Empresaria de Medio Ambiente (CEMA) eligió mirar un poco más allá así como proponer pautas a todo el arco político. “Nos proponemos hacer algo que se hace poco en la Argentina: plantear escenarios de análisis en el mediano y largo plazo. Vamos a entregarle un documento a los partidos políticos que competirán por nuestro voto para ayudarlos a entender las preocupaciones ambientales de todos los sectores”, explicó Gabriel Valerga, presidente de la entidad, durante la apertura del 10° Encuentro sobre Estrategias Ambientales ‘El futuro ambiental de la Argentina, una mirada hacia el 2030’.
El evento, que contó con la participación de referentes de los sectores público, privado y académico, se llevó a cabo en la sede de la Universidad Católica Argentina (UCA) en Puerto Madero. Frente a un auditorio colmado, Juan Trebino, subsecretario de Fiscalización y Recomposición de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, destacó el trabajo del Gobierno para actualizar el paquete normativo en materia de residuos peligrosos, gestión de sitios contaminados, circulación vehicular, etiquetado de eficiencia energética y gestión de químicos, entre otros aspectos. “No podemos seguir con el actual estado de situación. Tenemos la necesidad imperiosa de que todos estos proyectos se transformen en políticas públicas regulatorias. Hay que contar con reglas de juego claras para que el sector industrial participe activamente en los procesos de gestión ambiental”, advirtió el funcionario.
De cara a 2030, expresó, la sociedad argentina sigue debiéndose una discusión seria. “Productividad y ambiente no son dos conceptos antagónicos, sino que tienen que ir de la mano. ¿Por qué no se puede debatir sobre glaciares, minería, fracking o tratamiento de aguas? No podemos seguir mirando para otro lado. Estamos frente a la oportunidad de sostener un debate técnico y científico, no basado en percepciones o creencias”, argumentó.
A su turno, Norma Ciatti, decana de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agrarias de la UCA, prometió reforzar el compromiso académico para garantizar la aplicación de las políticas ambientales que necesita el país, mientras que Pablo Garat, decano de la Facultad de Derecho de la misma casa de estudios, resaltó la necesidad de vincular el esfuerzo de todos los actores en pos de sostener una agenda estratégica de mediano y largo plazo.
En segunda instancia se celebró el Panel de Energías Renovables, coordinado por el representante de la CEMA, Witold Kopytynski, quien manifestó que no hay ni habrá desarrollo posible sin circularidad, energías renovables y eficiencia energética.
A decir de Maximiliano Morrone, director nacional de Promoción de Energías, las fuentes renovables eran la gran deuda que mantenía la Argentina en materia energética. “Lo que hicimos en el rubro fue implementar la ley y aplicar distintos programas que derivaron en compromisos de inversión por 10.000 millones de dólares, la creación de 9.000 empleos y la ejecución de grandes proyectos por 6.500 megawatts (Mw) de capacidad. Así, la participación sectorial en la matriz energética creció de un 2 a un 5 por ciento. Para fin de año esa proporción llegará a un 10%, mientras que en 2020 pretendemos llevarla a un 15 por ciento”, cuantificó.
En la misma línea, el diputado nacional Juan Carlos Villalonga afirmó que este Gobierno dejará como legado el despegue de la industria renovable en la Argentina. “Teníamos marco normativo desde los años ’90, pero no había voluntad política de implementarlo. Esto cambió sobre todo a partir de la primera ronda del Plan RenovAr. El éxito alcanzado demuestra la potencia que tienen las energías renovables”, aseveró el especialista, quien consideró vital aprovechar el vigente cambio cultural para empezar a debatir sobre la decarbonización de la economía. En una proyección al 2030 Villalonga destacó la ampliación al 35% la participación de las renovables en la matriz energética nacional.
Por su parte, Marcelo Álvarez, presidente de la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER), aclaró que lo que hoy se ve no es una moda tecnológica ni un resabio de culpa ideológica de un sector social, sino un cambio de paradigma. “En general, hay consenso acerca de los objetivos energéticos y ambientales a largo plazo. Las discusiones mezquinas aparecen a la hora de definir el camino para llegar a ese largo plazo. Todas las decisiones de la coyuntura deben tomarse mirando la meta final”, opinó.
La potencialidad de los recursos naturales para producir fuentes energéticas en el país también fue destacada por Regina Ranieri, directora de la Diplomatura de Energías Renovables de la UCEMA, quien puso el foco en los vientos de la Patagonia y la radiación solar del Noroeste Argentino (NOA), sin omitir las oportunidades que ofrecen la biomasa y el biogás. “El nuevo esquema de financiamiento para hacer posible estas iniciativas fue exitoso en la mayoría de los casos. Se obtuvieron tarifas impensadas”, ponderó.
Para Norberto Quirno, gerente de Mercado de Capitales del Banco Galicia, el gran desafío en el segmento pasa por acompañar los emprendimientos con financiamiento a plazos razonables. “Ya tenemos el marco legal y los incentivos para expandir el negocio, pero aún falta generar más confianza para el inversor, tener un mercado de capitales de largo plazo y facilitar las condiciones para que los proyectos lleguen a término”, enumeró. En el cierre del panel Witold Kopytynski destacó la necesidad de impulsar la generación de biogás de la mano de la energía distribuida, contemplando asimismo la posibilidad de dar solución a la disposición de la fracción orgánica de los RSU y los de la agroindustria.
En representación de la Subsecretaría de Política Minera de la Nación disertó Cecilia Lichtenstein, quien remarcó la importancia de no repetir los errores ambientales registrados en otros países. “Para que no suceda en la Argentina lo que recientemente sucedió en Brasil, estamos trabajando en el control de los diques de cola y en la conformación de planes de contingencia ante incidentes”, comunicó.
No menos relevante, acotó, es la disponibilidad de información certera y actualizada. “Venimos avanzando en la digitalización y renovación del catastro minero de nuestras provincias. Asimismo, estamos desarrollando un sistema de indicadores de sostenibilidad minera”, señaló.
De acuerdo con Gustavo Koch, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), una de las principales preocupaciones de la sociedad con respecto a las explotaciones mineras tiene que ver con el uso del agua. “Estamos convencidos de que hay que abordar ese tipo de debates con mayor madurez. Se necesita un diálogo fecundo que nos permita tomar decisiones y que las mismas se plasmen en acciones. Pero no basta con informar correctamente sobre el impacto de nuestros desarrollos: también hay que anticipar qué pasará el día después del cierre de las minas”, agregó.
Roberto Lencina Kairuz, geólogo de Liex, se refirió a las buenas prácticas ambientales y comunitarias que lleva adelante su empresa en el proyecto Tres Quebradas, ubicado en plena Puna, al tiempo que Luis Cavanna, referente de Pan American Silver, indicó que la responsabilidad social de las mineras debe complementarse con una política sectorial de puertas abiertas. “Hay que recuperar la credibilidad de la sociedad con información técnica, sin caer en los extremismos”, sostuvo.
El Panel de Minería también contó con la participación de Gabriel Valerga, quien juzgó fundamental contar con un registro de todos los actores que intervienen en los monitoreos ambientales (quiénes toman las muertas, cuáles son los laboratorios que las analizan, etc.). “A partir de ahí se debe encontrar trazabilidad en todos los resultados y darle mayor entidad a los mismos”, comentó el representante de la CEMA.
En el marco del Panel de la Industria Manufacturera, Manuel Frávega, subsecretario de Fiscalización Ambiental del Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible (OPDS), aludió a la paulatina renovación del sistema regulatorio de la provincia de Buenos Aires. “Las normas confusas, no reglamentadas o sobre-exigentes, copiando estándares nórdicos o suizos, no se estaban cumpliendo”, objetó.
En ese sentido, el funcionario se refirió a la flamante simplificación de la ley de habilitación ambiental para las industrias, la reglamentación de la Ley General de Ambiente bonaerense (que databa de 1995) y la optimización de los parámetros de emisiones y calidad del aire. “Asimismo, racionalizamos la normativa del uso de PCBs e impulsamos un nuevo código procesal de faltas ambientales”, añadió.
Desde la óptica del sector privado, Claudio Terrés, titular de Ambiente y Desarrollo en la Unión Industrial Argentina (UIA), señaló que desde hace muchos años las grandes empresas locales tienen una gerencia específica de ambiente. “Se avanzó muchísimo en ese tema con la incorporación de recursos humanos y tecnológicos. La idea es que las PyMEs también incorporen esos conceptos y esa conducta”, anticipó.
Acto seguido, Horacio Martino, gerente de Medio Ambiente para el Cono Sur de Tetra Pak, detalló los avances de su firma a fin de desarrollar una nueva vida útil para los envases. “El mercado exige productos más sustentables y amigables con el medio ambiente. Esto se nota sobre todo en las nuevas generaciones”, puntualizó.
A criterio de Claudio Socolisqui, director general de Estrategia Corporativa de Limpiolux, resulta deseable profesionalizar el empleo de insumos en la industria. “Nosotros estamos usando en nuestros servicios tecnología de aguas electroactivadas para la limpieza y desinfección sin huella tóxica”, especificó.
Para el experto de la CEMA, Osvaldo Simonini, llegó el momento de jerarquizar el trabajo ambiental dentro de la industria nacional. “Quienes tenemos alguna responsabilidad de gestión debemos profundizar nuestra labor para ayudar al país a salir adelante”, concluyó.
El 10° Encuentro sobre Estrategias Ambientales ‘El futuro ambiental de la Argentina, una mirada hacia el 2030’ se completó con la realización de los paneles de Producción Agropecuaria, Hidrocarburos No Convencionales y Construcción Sustentable.
En paralelo a estas disertaciones, también se expusieron distintas iniciativas vinculadas con el cuidado ambiental y la sustentabilidad, incluyendo la presentación del libro ‘Economía circular, el cambio cultural’ a cargo de su autor, Luis Lehmann, quien estuvo acompañado por Marcelo Rosso, Gerente de nuevas tecnologías del CEAMSE.
