El Gobierno pretende replicar el esquema que usó la administración pasada para impulsar la producción de campos que, bajo el trato fiscal actual, no son rentables.
Pemex tendrá el permiso de Hacienda para migrar hasta 400,000 barriles de crudo del total de su producción, que ahora ronda los 1.7 millones de barriles promedio diario, de un esquema de asignación a un contrato de utilidad compartida. Este movimiento va a permitir que la compañía pague menos impuestos por este rubro, respecto a lo que paga bajo el esquema actual.
Esta baja en la tasa impositiva se debe a que en la asignatura, las deducciones que se pueden realizar son menores, y el porcentaje a pagar se calcula respecto a las ventas; mientras que en el contrato, el monto a causar se mide respecto de la utilidad, explica el comisionado de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), Héctor Moreira.
Pemex estima que puede ahorrarse cerca de 30,000 millones de pesos (mdp) este año por este movimiento ; pero aún falta que Hacienda determine los términos fiscales de estas migraciones. El presidente Andrés Manuel López Obrador asegura que con este apoyo no se va a requerir usar los recursos del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP).
El ejemplo más claro de cómo pudiera darse este proceso es el campo Ek-Balam, la primera migración sin socio que realizó Pemex. La contraprestación que paga este bloque es de 70.5%, mayor a la que pagan las asignaciones de Pemex, que este año bajaron al 65%. Sin embargo, Hacienda permite que la petrolera reconozca hasta el 60% de sus costos de capital, frente al 12.5% del régimen de asignaciones. Esto permite que la tasa real a pagar disminuya.
Una vez que se fijan las bases de la migración de asignación a contrato, la petrolera nacional debe ir con el regulador para que aprueben sus planes de desarrollo y producción; teniendo en cuenta que el artículo 9 de la Ley de Ingresos Sobre Hidrocarburos permite que la migración sólo se dé cuando se demuestre que Hacienda no perderá recursos con este cambio, en el largo plazo.
Para el caso de Ek-Balam, Pemex comenzó a meter dinero en este proyecto a partir de 2018, con 2,018 mdp, y para 2019 destinará 9,920 mdp, según datos del reporte anual de Pemex 2018. La producción de petróleo del bloque pasó de 31,237 barriles promedio diario de marzo de 2017 a 44,763 barriles promedio diario en marzo de 2019.
Así que el beneficio fiscal sí beneficiará a Pemex, aunque reducirá los ingresos que reciba Hacienda por el mismo monto, al menos este año, apuntó el consultor y ex directivo de Pemex Exploración y Producción, Gustavo Hernández.
“Hay muchos campos que con este anuncio van a pasar de no se rentables después de impuestos, a serlo”, dice el ex funcionario.
El comisionado de la CNH concuerda con que esto ayudará a Pemex a trabajar en campos como los maduros que requieren de más gasto para continuar su explotación; aunque recuerda que el modelo de asociaciones (farm outs) permite que la compañía obtenga recursos, reduzca sus inversiones y que Hacienda termine recibiendo impuestos.
La compañía pagó al fisco 443,294 millones de pesos derivado del Derecho por Utilidad Compartida, bajo el esquema de asignaturas, un incremento del 18.8% respecto de 2017. La anterior administración intentó reducir la carga fiscal de las asignaciones, permitiendo mayores deducciones en campos como los terrestres y en aguas someras, con lo que Pemex se ahorró 11,170 mdp, según datos de su reporte anual. El esquema que se propone ahora parece distinto al publicado el 18 de agosto de 2017, pero busca de la misma manera apoyar a las finanzas de la compañía.
Pemex, que ha recibido numerosos espaldarazos por parte de la actual administración, ha resentido el cierre de los mercados de deuda como una opción para financiar parte de su deuda de más de 106,000 millones de dólares (mdd), de los cuales casi 10,000 mdd vencen en 2019.