Hasta ahora no dieron resultado los estudios destinados a encontrar canteras de un insumo clave en zonas próximas a los pozos.
En el escenario cambiante de Vaca Muerta, donde las novedades se suceden casi a diario, comienza a tomar forma una posibilidad que, de concretarse, tendrá un fuerte impacto negativo en los planes logísticos bahienses.
Tal como lo anunciaran a este diario en marzo pasado directivos de la firma de transportes Loginter, en Neuquén y otras provincias se intensifica la búsqueda de arena especial para Vaca Muerta.
Este insumo vital como agente sostén de las fracturas hidráulicas que permiten poner en producción los pozos no convencionales de Vaca Muerta, llega desde las provincias de Entre Ríos y Chubut o bien desde el extranjero (China, Brasil y Estados Unidos).
Desde hace dos años, primero tímidamente, y ahora con mayor intensidad, la Compañía Minera del Neuquén (Cormine) se encuentra buscando yacimientos de arena en esa provincia.
Hasta ahora los resultados no fueron satisfactorios, pero en caso de encontrarse arena adecuada en territorios próximos a los pozos esto supondrá no solo una sensible baja en los costos operativos que requiere Vaca Muerta, sino también importantes cambios en la logística instrumentada hasta ahora.
Los esfuerzos están dirigidos a seguir el modelo estadounidense donde la arena para los pozos de la cuenca texana de Permian se extrae a unos 100 kilómetros de distancia.
En el caso Argentino, las arenas deben viajar 1.300 kilómetros desde Entre Ríos o 750 desde Chubut (Dolavon).
Esto hace que los costos se encarezcan sensiblemente.
Según informó el diario “La Mañana”, de Neuquén, Cormine invirtió 3 millones de pesos en campañas de exploración en las zonas de Auca Mahuida y Rincón de los Sauces donde, según sus estudios geológicos, podría haber canteras de arena con potencial para la fractura hidráulica.
Las muestras son analizadas en laboratorios mendocinos.
"Por ahora no se ha encontrado arena que pueda ser utilizada por la industria petrolera, que tiene que ser muy específica, con una esfericidad y resistencia a la presión particulares. Pero aún quedan muchos lugares en la provincia para explorar”, indicó el presidente de Cormine, Martín Irigoyen.
Dentro del esquema logístico actual el puerto de Bahía Blanca evidencia un rol cada vez más importante en lo que hace no sólo a la descarga de equipos para Vaca Muerta, sino también al movimiento de arena importada para Vaca Muerta.
También el sistema ferroviario que pasa por la ciudad y las rutas de la región son utilizadas para el transporte de arena extraída en Entre Ríos.
De hecho existe un plan en esa provincia litoraleña para despachar buques con 40 mil o 50 mil toneladas desde el puerto de Ibicuy a los muelles bahienses.
La iniciativa contempla el despacho de arena a granel.
Luego continuaría en tren hasta donde terminan los rieles (unos 120 kilómetros de Vaca Muerta) Allí se le hará un acondicionamiento final y luego será cargada en camiones rumbo a los pozos.
De hecho la empresa Arenas Argentinas del Paraná, del grupo Jan de Nul, posee en Diamante una planta para acondicionar y enviar a Neuquén los sedimentos que extrae del lecho del río.
No menos importante dentro de esta serie de alternativas logísticas que podrían caerse si se encuentra arena adecuada en Neuquén es el ramal Norpatagónico o Tren a Vaca Muerta.
Este proyecto, que hasta ahora no logró demasiado interés en las empresas petroleras, fue lanzado por el gobierno nacional para bajar costos logísticos.
La arena, dentro de este esquema, es un actor clave y para dimensionar la magnitud del negocio en ciernes basta con mencionar que Vaca Muerta demandará en los próximos 10 años 45 millones de toneladas.