Dos de las máximas autoridades mundiales de Shell se reunieron con el gobernador neuquino Omar Gutiérrez para ratificarle una inversión de US$ 3.000 millones en Vaca Muerta. La decisión de la petrolera es pasar a etapa de desarrollo sus inversiones en tres bloques, que estaban en exploración.
Ben van Beurden, CEO de Royal Dutch Shell, y John Crocker -vicepresidente ejecutivo de Relaciones con Gobierno de la firma- estuvieron con el gobernador Gutiérrez en la casa de Neuquén en Buenos Aires.
Shell, que apenas tiene una producción propia de 5.000 barriles diarios, planea un avance en ese terreno, para llegar a 40.000 barriles hacia 2021 y 70.000 barriles en 2025.
A mediados de año, llegará el segundo equipo de perforación para operar en Vaca Muerta. Shell participa de los bloques Sierras Blancas, Cruz de Lorena y Coiroón Amargo Sur, todos los que pasaron a etapa de desarrollo. En Bajada de Añelo, todavía se encuentra en etapa piloto, pero las perspectivas son que pase a desarrollo muy pronto.
El compromiso de inversión ya había sido adelantado por Clarín en su edición del 12 de abril.
Además, la petrolera anglo-holandesa -que vendió sus operaciones de refinación (estaciones de servicio) a Raizen, que sigue utilizando la marca Shell- también posee dos bloques (Rincón La Ceniza y La Escalonada) que no opera. Allí, el responsable es Total.
La compañía se propuso la construcción de una segunda central de producción, con una capacidad de 30.000 barriles. La actual planta que posee (llamada "de producción temprana)" tiene una capacidad de 12.000 barriles.
Shell está asociado con la provincial neuquina GyP en Cruz de Lorena, mientras que es socio de Vista en Sierras Blancas. En Bajada de Añelo, el desarrollo es en mitades junto con YPF.
La compañía también confirmó que ganó dos bloques exploratorios en sociedad con Qatar Petroelum para la licitación que realizó el Gobierno para perforar aguas profundas ubicados en la Cuenca Argentina Norte, parte de la ronda costa afuera.