Las 97.921 onzas que produjo la compañía durante 2018 le abrieron puertas en el mercado canadiense, lo que resultará beneficioso para futuros financiamientos.
La compañía Mineros SA, que el año pasado adquirió la mina jachallera Gualcamayo, se incorporará a la Bolsa de Toronto en el segundo semestre de 2019. La afiliación al mega mercado de valores le permitirá a la empresa de capilares colombianos ingresar a un espacio que incluye más de 120 compañías mineras de oro de diversos tamaños. A su vez, podrá acercarse a inversionistas con conocimiento de la industria y estar alistados en un mercado con empresas de estructuras comparables.
“Con esta futura incorporación esperamos que la acción tenga un mayor nivel de liquidez y que el market cap refleje el valor real de nuestra compañía, dado que consideramos que hoy nuestro valor en bolsa sólo refleja una porción del mismo. Adicionalmente, la incorporación en la Bolsa de Toronto provee una fuente alternativa de financiación para nuevos proyectos, dentro de los cuales están contempladas nuevas labores en la mina Gualcamayo, aunque actualmente estamos en proceso de prepararnos para este listado y nos quedan varias definiciones que realizar”, indicaron fuentes de la minera.
En 2018, la producción de Gualcamayo correspondiente a 15 días de operación desde la adquisición, fue el 1% de la producción total de Mineros, según datos estadísticos ofrecidos por la misma compañía. De esta manera se puede observar que el nivel de colaboración de la mina jachallera fue bajo en relación al buen año de la compañía.
Por su parte, para 2019 se estima que la mina sanjuanina aporte una tercera parte de la producción consolidada, ya que la manufacturación estimada para el año en curso es de entre 90.000 y 110.000 onzas. Acercando de esta manera a la empresa colombiana a su meta de alcanzar una producción anual de 500.000 onzas entre todos sus proyectos.
En el marco de los buenos resultados obtenidos durante la campaña del año pasado, el presidente de Mineros SA, Andrés Restrepo, indicó positivamente que los valores alcanzados por la empresa fueron por encima de los 799.000 millones de dólares, con un alza del 1,1% respecto de 2017.
“Vamos bien y esperamos que se concrete en los próximos meses el ingreso a la Bolsa de Toronto, para lo cual es necesario cumplir con ciertos requisitos y condiciones, las cuales estamos ultimando”, dijo el ejecutivo.
Asimismo, Restrepo también destacó las operaciones que la compañía posee en Colombia, Nicaragua y Argentina, las cuales impulsaron el cálculo favorable en 2018.
El balance discriminado arroja que la producción de la compañía en Colombia fue de 97.921 onzas, en Nicaragua fue de 109.305 y 2.791 en Argentina (correspondiente a 15 días desde la adquisición de Gualcamayo). En total, se cerró el año con 210.017 onzas, las cuales se dividieron: 47% en Colombia, 52% en Nicaragua y un 1% correspondiente a la mina en Argentina. Mientras que la utilidad neta fue de $155.754 millones, lo que representa un margen neto del 19,5%.
A su vez, en este contexto de balances, incorporaciones y adquisiciones, vale destacar que durante año pasado, la empresa que se sumará a la bolsa de Toronto no solo adquirió la mina jachallera sino que también acordó la opción de compra de un proyecto en etapa de exploración en el vecino país de Chile con miras a su desarrollo.
La mina Gualcamayo sumará durante 2019 su producción anual a las arcas generales de la compañía de origen colombiano.
2.791son las onzas que aportó Gualcamayo en 2018 al balance general de la compañía.
110.000 mil será el máximo de onzas que podrá producir la mina jachallera durante 2019.
La compañía colombiana nacida en la localidad de Antoquia brindó una bocanada de aire fresco a las esperanzas de la mina jachallera, que el año pasado inició su plan de cierre. El nuevo actor de la minería sanjuanina será clave en el futuro del departamento del norte, ya que su intención es continuar explotando los carbonatos profundos del yacimiento para ampliar las labores al menos diez años más.
En cuanto a la factibilidad, desde la empresa aseguraron que hay todavía algunas posibles dificultades técnicas, sobre todo porque los carbonatos profundos tienen características industriales diferentes, que implicarían una inversión mayor para cambiar el sistema productivo de la mina.