Tesla espera en el futuro cercano una escasez global de níquel, cobre y otros minerales usados en las baterías de los autos eléctricos por culpa de una inversión insuficiente en el sector minero, dijo una ejecutiva de la firma en una conferencia industria.
La compañía, un gran consumidor de minerales, no suele opinar en público sobre la industria de los metales. El cobre, el níquel, el litio y otros minerales relacionados son componentes claves para la fabricación de baterías para vehículos eléctricos y otras partes.
Sarah Maryssael, gerente mundial de suministro de metales para baterías de Tesla, dijo en una conferencia a puerta cerrada celebrada en Washington con mineras, reguladores y legisladores que la compañía espera una escasez de minerales claves para los autos eléctricos en un futuro cercano, según las fuentes.
La industria del cobre está aquejada por años de inversión insuficiente y trabaja ahora arduamente para desarrollar nuevas minas y extraer suministros ante el auge de la tendencia de la electrificación en la economía global. Freeport-McMoRan Inc, el mayor productor mundial de cobre que cotiza en bolsa, se está expandiendo en Estados Unidos e Indonesia.
Los autos eléctricos usan dos veces más cobre que los motores de combustión interna. Sistemas de hogar inteligente como el termostato Nest de Alphabet Inc y el asistente personal Alexa de Amazon.com Inc consumirán cerca de 1,5 millones de toneladas de cobre para 2030, frente a las 38.000 toneladas actuales, según datos de la consultora BSRIA.
Todo esto convertirá al metal rojo -y a otros minerales- en materias primas más escasas, lo que preocupa a Tesla.
En la conferencia, a la que asistieron más de 100 personas, participaron funcionarios de los Departamentos de Estado y de Energía de Estados Unidos, además de Standard Lithium Ltd, ioneer Ltd y otras firmas que buscan desarrollar minas de litio en Estados Unidos.
El consejero delegado del fabricante de automóviles eléctricos Tesla, Elon Musk, invertirá 25 millones de dólares en la compra de nuevas acciones de Tesla, según documentos remitidos por la empresa a la Comisión de Mercados y Valores estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés).
Musk se hará con 102.880 nuevas unidades de la empresa como parte de la nueva oferta pública de venta (opv) que Tesla sacará en el Nasdaq neoyorquino, donde pondrán a disposición de los accionistas 3,5 millones de títulos más.
Con esta oferta de acciones, además de una emisión de bonos de deuda, Tesla pretende captar finalmente hasta 2.700 millones de dólares, por encima de los 2.300 millones anunciados el jueves en un comunicado.
El controvertido consejero delegado de Tesla se había mostrado dispuesto a comprar 10 millones de las nuevas acciones de la compañía, aunque finalmente aumentó su apuesta hasta los 25 millones.
Con este movimiento, Tesla da marcha atrás a una de las apuestas de Musk de que la compañía no necesitaba más liquidez para continuar con sus operaciones.
En la última llamada a inversores para dar cuenta de sus resultados, Musk explicó que había que dar mérito a "la idea de recaudar más capital".
Los títulos de la compañía subieron este viernes un 4,48% en Wall Street, hasta los 255,04 dólares.
El fabricante de automóviles anunció la pasada semana unas pérdidas de 702 millones de dólares durante el primer trimestre del año, superiores a lo previsto, y solo un 1% por debajo de las que había tenido en el mismo periodo de 2018.
En los tres primeros meses del año, Tesla entregó 63.000 vehículos, lejos de los 76.000 previstos y vio aumentar sus gastos operativos.
Además, la compañía cerró el trimestre con 2.198 millones de dólares en líquido y equivalentes, un 18% menos que un año antes y un 40% por debajo de lo que tenía al final del cuarto trimestre de 2018.
Tesla ha pasado en los últimos meses por problemas en bolsa, donde sus acciones han perdido alrededor de un 30% en lo que va de año, en medio de las polémicas protagonizadas por Musk y dudas sobre su estrategia de comercialización del Model 3, el vehículo que se ha convertido en la principal baza del fabricante.
Cuando Musk anunció el Model 3, lo vendió al público como un modelo que acabaría popularizando los vehículos eléctricos entre el consumidor medio, porque su precio se situaría en 35.000 dólares, cifra que compite con automóviles de combustión, frente a los 100.000 dólares de los Model S y X.
Pero Tesla solo ha comercializado brevemente un Model 3 al precio de 35.000 dólares y actualmente el precio medio de venta del vehículo en Norteamérica se sitúa en torno a 50.000 dólares.