El presidente de EE.UU, Donald Trump, gusta de sobrevalorar su influencia como inquilino de la Casa Blanca. Tras aconsejar a Boeing renombrar sus 737 Max hace unos días, y a los bomberos franceses que lanzaran agua desde aviones para extinguir el incendio en Notre Dame, ahora ha subrayado su poder sobre la OPEP para que baje los precios del crudo, haciendo que el barril de Texas caiga más de un 3% hasta el entorno de los 63 dólares -al mediodía en Nueva York-.
"Los precios de la gasolina están bajando. Llamé a la OPEP. Les dije, 'Tenéis que bajarlo, tenéis que bajarlo', y la gasolina está bajando", aseguró el presidente antes de acudir a un acto de la Asociación Nacional del Rifle.
Horas después de esta primera declaración, ha vuelto a la carga en su cuenta de Twitter, afirmando que "Arabia Saudí y otros" están de acuerdo en "incrementar el flujo de petróleo". Ha aprovechado a atacar al estado de California, gobernado por los demócratas, por su impuesto sobre los combustibles, que "está causando grandes problemas" en el precio.
Es cierto que los precios del crudo están bajando... pero sólo el día de hoy. Los futuros del barril de Texas para su venta en junio llevan una subida acumulada en lo que va de año superior al 33%, y de más de un 4% en el último mes. El incremento de coste en las gasolineras es aún mayor, según datos oficiales del gobierno de EEUU, que recogen una subida del 7% mensual.
La cotización del barril ya venía cayendo antes de las declaraciones de Trump debido a las informaciones que aseguran que Arabia Saudí cubrirá la caída de la producción de Irán aumentando su propio bombeo de crudo.
Aunque Trump viene presionando a la OPEP para que incremente la producción y así bajen los precios, no parece tener demasiado éxito. De hecho, en el mes de marzo la agrupación de productores de crudo redujo el número de barriles en 30 millones diarios, hasta mínimos de 2014, y ha disminuido su producción casi un 10% en el primer trimestre del año con respecto al último cuarto de 2018.
Además, las políticas sancionadoras del gobierno de EEUU a ciertos estados, como Irán y Venezuela (dos países de la OPEP), han sido fundamentales para el incremento del coste del crudo en los últimos meses.
La caída se produce el mismo día en que tres de las principales petroleras del mundo han presentado sus resultados del primer trimestre. Así, Exxon ganó un 49% menos debido entre otras cuestiones a los menores márgenes en las áreas de refino y petroquímica; Chevron redujo sus beneficios un 27%, algo que también achacan a los márgenes; y la francesa Total ganó un 18% másgracias fundamentalmente a las mayores ventas en la división integrada de gas, renovables y energía.
Sin embargo, algunos analistas consideran que la subida del precio del petróleo terminará en poco tiempo. Los expertos de Capital Economics, por ejemplo, apuntan a la ralentización del crecimiento económico mundial y a la mayor producción de EEUU para señalar una nueva caída del oro negro.
En este sentido, han rebajado su previsión para el coste del barril de Brent a finales de 2019 a un rango de entre 50 y 60 dólares por barril. Actualmente cotiza cerca de sus máximos del año, en el entorno de los 74 dólares.