Ante la falta de demanda e infraestructura en el mercado del gas las compañías, apuntaladas por YPF, se inclinan por sus proyectos de crudo no convencional. Estiman que en un año se multiplicarán los envíos al exterior desde la Cuenca Neuquina.
Las principales compañías que operan en Vaca Muerta vuelven a hablar de exportaciones de petróleo. La creciente producción, alentada por las restricciones de mercado e infraestructura del gas y el aumento en el precio del barril, son las algunas de las variables que alientan a llevar la producción neuquina a los mercados internacionales.
Ese fue uno de los ejes centrales que se abordó en la VI edición de las Jornadas de Energía que organiza “Río Negro”. Si bien el sector ya comenzó a exportar el excedente, se espera que en el plazo de un año haya un incremento considerable de ventas al exterior.
La inminente inauguración del oleoducto de YPF, Loma Campana-Lago Pellegrini, el anuncio de desarrollo masivo en la Armaga Chica, el nuevo ducto de Pan American Energy en Bandurria Centro y la intención de Tecpetrol de conseguir la concesión por 35 años del área Los Toldos II, marcan el interés de las operadoras locales.
Hace dos meses que YPF exportó petróleo desde la Cuenca Neuquina porque se encontraron con un exceso de stock que superó la capacidad de refinación propia. “La realidad es que de acá a uno año o dos el exceso de la producción de petróleo local va a ser tan evidente, porque la capacidad de refinación en la argentina no está presente, que no hay ninguna duda que el petróleo neuquino va a volver a ser exportado pronto. Cuanto no sé. Pero estamos hablando que ya este año va a empezar a haber exportaciones y en los años próximos esos números se van a multiplicar”, deslizó el CEO de YPF, Daniel González.
El gobernador Omar Gutiérrez fue el primer entrevistado en los mano a mano de las Jornadas. Insistió con la eliminación de las retenciones, aseguró que confía en el crecimiento del sector y estimó que “la producción de petróleo se duplicará en corto plazo”.
González aseguró que el escenario actual favorece a la producción de petróleo por sobre el gas. “Argentina hoy está pasando por una transición en el gas. Cuando el incentivo estaba el gas funcionaba. Nosotros creemos que cuando se resuelvan las trabas en los desarrollos de shale gas, las inversiones para producirlos van a volver y para quedarse, pero hoy es más viable pasar a petróleo”, analizó González.
Las exportaciones no solo tienen le beneficio de darle dividendos a la balanza comercial, es necesaria para un desarrollo óptimo de Vaca Muerta.
El vicepresidente de PAE, Juan Martín Bulgheroni afirmó que es necesario implementar infraestructura para una óptima trasladar la producción a otros mercados. “Hay que mejorar los canales de exportación, sabemos que va a tardar, pero tenemos que empezar los antes posible. Necesitamos nuevos jugadores que traigan capital porque nosotros nos tenemos que dedicar a lo que sabemos hacer que es perforar pozos. Nuestro foco es desarrollar pozos”, aseguró.
En la edición del suplemento “EnergíaOn”, Gustavo Lopetegui, Secretario de Gobierno de Energía de la Nación adelantó que durante las próximas semanas “se concretará una segunda exportación de crudo liviano y esperamos más”.
El CEO de Tecpetrol Carlos Ormachea hizo foco en la necesidad de bajar los costos de producción y de tener un escenario claro para poder proyectar.
“Para que esto pueda desarrollar su potencial necesitamos un escenario donde se pueda invertir, en donde se puedan financiar proyectos de esta magnitud (por Fortín de Piedra)”, remarcó.
En paralelo, Ormachea aseguró que el gas no convencional de Vaca Muerta “le significará un ahorro superior a los 3.600 millones de dólares al Estado en 2019”.
El director de Operaciones y socio fundador de Vista Oil&Gas, Juan Garoby, se refirió al impacto que tuvo la implementación de las retenciones a la actividad en 2018. También habló de la decisión del gobierno nacional de imponer retenciones.
Si bien aseguró que en la “mesa” del sector siempre está presente la intención de reclamar y solicitar que haya flexibilidad, reconoció que “es muy difícil” que eso suceda en el corto plazo. “Cuando hablamos con nuestros inversores le dijimos que había reglas claras y al poco tiempo de tomar las operaciones surgieron las retenciones a las exportaciones, que es a todas las industrias, lo cual tiene un impacto importante”, concluyó.
Antes de cerrar el gobernador destacó a Vaca Muerta como el principal reservorio mundial. “Todos los resultados de Vaca Muerta son excepcionales. La formación es el mejor reservorio del mundo no convencional. A fin de año vamos a tener 40 concesiones no convencionales y hay más de 170 mil millones de dólares comprometidos en inversiones. En los últimos tres años se triplicó la cantidad de pozos. Además de recuperar el abastecimiento energético hemos empezado a exportar”, cerró. Otros de los ejes que abordó el mandatario fue el conflicto sindical que hay en puerta por la falta de acuerdo.
En menos de una década, desde 2006 al 2013, el país pasó de tener un superávit comercial energético a un déficit de más de 6.000 millones de dólares anuales. Los no convencionales irrumpen en el escenario pero aún hay mucho por hacer.
En una extraña inversión de la Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI), paradigma de desarrollo en boga durante los años 60, el gobierno anterior implementó en materia energética una verdadera sustitución de exportaciones.
Entre el 2006 y el 2013 la Argentina pasó de tener un superávit comercial energético de USD 6.100 millones a un déficit de USD 6.900 millones. Se le quitaron USD 13.000 millones anuales a una economía que se tropieza siempre con la piedra de la restricción externa. Sustituimos trabajo e inversión argentinos por importaciones.
En 2012 el productor local de gas recibía 1,9 dólares por millón de BTU, mientras que se pagaba más de 10 dólares por el que llegaba por barco. En 2015, el precio era de 2,2 USD/MMBTU con una salvedad: casi la mitad (47%) de lo que recibía un productor correspondía a subsidios del Estado.
Se habían intervenido los mercados mayoristas de energía y se congelaron las tarifas públicas. Este perfecto cocktail produjo -lógicamente- contracción de la inversión, caída de la producción y crecimiento explosivo de subsidios.
Desde el inicio de esta administración avanzamos en la normalización regulatoria y de mercados y pusimos fin de la intervención de los entes reguladores del gas y de la electricidad. Con mucho esfuerzo de parte de toda la sociedad, se fueron regularizando las tarifas y los precios de la energía, realizamos una revisión integral en los segmentos de transmisión y distribución, y alineamos los precios de los combustibles con sus referencias internacionales.
Tenemos enormes recursos no convencionales y sabemos, sobre la base de la experiencia en EE. UU., que una de las principales causas del éxito en este tipo de producción es compartir el conocimiento, cooperar y ganar escala. Por eso promovimos un acuerdo entre compañías, sindicatos y gobiernos provinciales para incrementar la productividad y reducir costos. La mesa de Vaca Muerta fue la primera de todas las creadas por el Gobierno.
A fin del año pasado superamos los 1.000 pozos de shale. Con 712 fracturas, en febrero se logró un nuevo récord de actividad en el que participan más compañías. En febrero, la producción de gas creció el 7,7% interanual y alcanzó los 134,5 MMm3/día, lo que implica 15 meses de crecimiento interanual ininterrumpido. La producción de petróleo creció 2,9% interanual, alcanzando los 497 mil barriles diarios, y cumpliendo 12 meses de crecimiento ininterrumpido.
El déficit comercial de US$ 6.900 millones de 2013 se redujo a US$ 2.300 en 2018 y este año será aún menor.
Sin embargo, hoy explotamos menos del 4% de la superficie y estamos muy lejos de tener la escala imprescindible para que los costos continúen bajando. Necesitamos que las inversiones sigan creciendo.
Para el gas, la principal barrera es la restricción de la capacidad de transporte. Este mes recibimos expresiones de interés para ampliar la capacidad de transporte de gas natural desde la cuenca neuquina, en pocas semanas vamos a iniciar la licitación de una tercera concesión de transporte.
Tener más demanda de gas en los meses de verano ayuda a incrementar la producción durante todo el año, reduciendo las necesidades de recurrir a la importación en invierno, y redundando en menores costos. En este sentido, las exportaciones constituyen una herramienta clave para mejorar el abastecimiento doméstico y la balanza comercial.
Tras haber sido suspendidas en 2007, a fines del año pasado retomamos las exportaciones a Chile. Durante el primer trimestre alcanzamos un promedio de exportaciones por casi 6 millones de metros cúbicos por día, y en marzo alcanzamos un pico de 9,6 millones en un día.
Pero es en petróleo donde veremos la mayor actividad en el corto plazo ya que no enfrenta restricciones de transporte, no tiene falta de demanda y no requiere incentivos del Estado.
La producción de petróleo shale, que en los últimos 12 meses creció 67% y representa el 16% de la producción doméstica, contribuirá a mejorar la balanza comercial: en febrero de 2019 YPF realizó la primera exportación de petróleo de Vaca Muerta. Esta exportación representó un total de 489 mil barriles y USD 29 millones. Argentina no exportaba crudo de la Cuenca Neuquina desde el año 2009. Durante las próximas semanas se concretará una segunda exportación y esperamos que, con el correr de los meses, las exportaciones de crudo se den con mayor regularidad y frecuencia.
Debemos incorporar nuevas empresas que no sólo traigan inversiones adicionales, sino que aumenten la competencia y por ende la competitividad de la cuenca.
Si seguimos trabajando en esta dirección, en algunos años la producción total de Vaca Muerta se puede triplicar y las exportaciones pueden superar los USD 3.000 millones anuales.
Hace tres años que trabajamos todos juntos en la misma dirección: empresas, gremios, gobierno nacional y los provinciales. Tenemos otra enorme oportunidad, sólo tenemos que ser persistentes en la tarea.
El CEO de la desarrolladora Consultatio Real State, Eduardo Costantini, sostuvo que desembarcó en la provincia con el desafío de acompañar la dinámica de Vaca Muerta a la que definió como “una mina de oro negro, de gas y petróleo”.
Dijo que su empresa es un desarrollador inmobiliario que llevó adelante proyectos complejos como ciudades, edificios de viviendas y oficinas. “La situación de Neuquén nos entusiasma, nos familiariza con temas que manejamos a diario, dificultades, me siento muy familiarizado. No conozco Neuquén, me toca bastante porque hay cosas comunes”.
¿Qué particularidad ve en Neuquén?
Es una región que tiene un nivel de expansión gigante producida por sus recursos naturales. Eso gatilla el crecimiento de la industria que depende de la situación del país que es inestable desde hace 70 años. Neuquén tiene una mina de oro negro, una mina de gas y petróleo, lo que implica un desafío porque da lugar a un crecimiento poblacional complejo que hay que saber planificar, financiar. Eso es particular para la Argentina porque es la región con mayor potencialidad. Se podría comparar con sectores donde la Argentina tiene ventajas comparativas como el sector agropecuario pero es más extendido. En cambio en Neuquén la riqueza está más concentrada. Va a dar lugar a núcleos urbanos que hay que saber darles respuestas.
¿No teme embarcarse en una inversión cuando la política petrolera es fluctuante?
Primero estamos hablando de inversiones a 5 o 10 años. Nos pasa lo mismo con nuestras empresas. He nacido y desarrollado la actividad en este ecosistema argentino de inestabilidad. Nordelta ha tenido 10 presidentes, 4 gobernadores, muchos intendentes, muchas crisis. Hay que saber manejar el riesgo y saber que lo que hay, en el largo plazo, igual va a crecer a mayor o menor ritmo. Estamos en un período de transición que va a durar unos meses y de ahí se va a redefinir una política energética. Se me ocurre que sería un gran error discontinuar la política actual.
¿Es optimista?
Yo soy optimista por naturaleza, pero conozco a mi país.
¿Qué ofrece a las pymes petroleras?
Tienen que tener un equilibrio entre capital propio y deudas. La opción es asociarse como una manera de tener una base sustentable y el mercado financiero no se coma las utilidades que con su esfuerzo produce.
¿Qué opina del gobierno de Macri?
Hizo cosas buenas y cometió errores. Hay problemas de hace 70 años que se dan por no enfrentar la realidad. Vivimos por sobre los recursos que producimos y le esquivamos al problema. Hay que poner la casa en orden y disminuir el tamaño del Estado. La propuesta de Macri fue complaciente, yo mismo creí equivocadamente. El error de Cambiemos fue creer con optimismo que el cambio de gobierno en términos de libertad, república, honestidad y justicia, iba a llover un cúmulo de inversiones de capital para sopesar la carga negativa de los ajustes. No se hizo ningún ajuste y subestimó la inflación que es al talón de Aquiles. Macri propuso más de lo mismo.
¿Confiaría en un nuevo gobierno kirchnerista?
Al kirchnerismo histórico de ninguna manera. Congeló tarifas y no tuvo transparencia pero tuvo inteligencia política para no llegar a una crisis económica fuerte. Se gastaron los recursos y crearon precios injustos que a larga había que blanquear. El país no creció entre 2011 y 2015.
