Daniel Montamat, ex Secretario de Energía, participó del Ciclo de Conferencias “Hacer por la Argentina” organizado por el Rotary Club de Buenos Aires con la coordinación de Clara Mariño.
El disertante comenzó haciendo una analogía médica: “el paciente enérgico está en recuperación y con pronóstico de alta. Pero ojo, puede haber recaídas”. Entre los factores que pueden producirla resaltó el retorno a políticas cortoplacistas que descapitalizan el sector y conducen a la importación, las que considera en verdad un problema de toda la economía argentina.
Por otro lado, explicó que hay tendencias del paradigma energético actual que tienden a transformarlo: la sustitución intrafosil de gas natural que está reemplazando al carbón y petróleo; la diversificación de la fuente, con un cada vez mayor crecimiento de energías renovables; y la electrificación de la matriz de consumo final. A su vez, expuso que la demanda de energía mundial presenta tendencias también: la descarbonización de la demanda energética y la introducción de internet en redes eléctricas que las transforma en Smart grid, lo que permite la interacción entre la oferta y la demanda eléctrica. Ahora bien, habrían dos cuestiones que podrían acelerar o ralentizar dichas directrices: el almacenamiento de electrones a escala profunda que sustituiría a los fósiles y las preferencias de los consumidores.
Por otro lado, enfatizó que “en Argentina estamos acostumbrados a hacer las cosas a contrapelo del mundo” y que nuestro país precisa que se planifiquen políticas energéticas que aprovechen las tendencias mencionadas y las traduzca en ventajas competitivas. Manifestó que podemos acompañar este proceso mundial con el potencial gasífero que tenemos: Vaca Muerta tiene una gran capacidad para desarrollar y revertir la caída de reserva comercial, el problema de balanza comercial y los subsidios. Somos el segundo país en desarrollo de tecnologías no convencionales después de Estados Unidos, indicó.
Asimismo, explicó que es fundamental pensar en los mercados regionales y globales para dejar de ser deficitarios en balanza comercial energética. Denunció que es necesario contractualizar el negocio en la región y desarrollar el negocio del gas para el mercado regional. Para el desarrollo intensivo del GNL tenemos que pensar en mercados internacionales, reveló.
Del mismo modo, reforzó la necesidad de que se asuma que la energía es parte del problema económico y que debemos meternos con los costos, no con los precios. Ahora bien, para alcanzar este escenario potencial enfatizó que es menester que se resuelva el modelo productivo que impacta en la estabilidad macro económica y pasar a una estrategia de valor agregado exportable ya que sino, de lo contrario, “se prolongará la agonía de un modelo que no da más”.
Para finalizar, indicó que éste puede ser un capítulo del desarrollo económico y social que todavía nos debemos y que una vez que en la Argentina no se discuta más la república, ningún inversor va a tener miedo a las elecciones.