La División está implementando una estrategia que busca alcanzar esta producción anual al 2025, mejorando la entrega de excedentes al Estado en cerca de 20% y manteniéndose dentro de las cinco operaciones más grandes del mundo.
Próxima a cumplir 114 años de vida, División El Teniente de Codelco está implementando una estrategia que busca alcanzar una producción anual de 500 mil toneladas de cobre fino hacia 2025, mejorando la entrega de excedentes al Estado en cerca de 20% -actualmente promedia los US$ 1.000 millones por año- y manteniéndose dentro de las cinco operaciones más grandes del mundo.
El plan que busca cumplir esta meta, comenzó a trabajarse a inicios de 2018, cuando se elaboró una estrategia de mediano plazo para enfrentar la disminución de la ley del mineral, proyectado en 14% para el quinquenio 2018-2022. “Hemos iniciado un proceso de transformación para mejorar nuestra posición competitiva y seguir siendo el mejor negocio para Chile. Para eso, estamos desafiando la actual mirada de nuestras operaciones, buscando incrementar su capacidad de generar valor para el país y la región”, afirmó el gerente general de Codelco División El Teniente, Nicolás Rivera.
Agregó que “utilizando los mismos activos, en el periodo 2014-2018 El Teniente incrementó su capacidad de procesamiento en casi un 5%, alcanzando los 52,5 millones de toneladas de mineral en 2018. La entrada en operación de los proyectos Andes Norte (Nuevo Nivel Mina), Diamante y Andesita, nos dan la oportunidad de capturar mejores resultados”, afirmó. En materia de costos, el objetivo del plan y sus acciones es continuar reduciéndolos, hasta llegar a un costo caja de US$1 por libra, algo en que División ya ha venido avanzando en los últimos años.
Y es que los esfuerzos de Codelco están puestos en el desarrollo de Andes Norte (Nuevo Nivel Mina) y de los proyectos que lo acompañan, entre ellos Diamante y Andesita, que una vez en marcha –el 2023- permitirán sumar reservas frescas para reponer los sectores de El Teniente en agotamiento, renovando las actuales minas y presentando nuevas oportunidades.
El proceso de transformación de El Teniente no solo involucrará lo directamente relacionado con la extracción de mineral, sino que también un cambio en la mirada sistémica del modelo de negocio vigente. Es así que se incorporarán mayores niveles de automatización, nuevas lógicas de operación, de mantenimiento, de integración y de análisis y uso de los datos. También será necesario cambiar la logística de transporte para el abastecimiento de insumos y la disposición de relaves. Todo lo anterior acompañado de una gestión ambiental y comunitaria de excelencia, según explica el ejecutivo.
Los estudios realizados indican, además, que la mina subterránea cuenta con recursos para pensar en una aspiración mayor. Actualmente, El Teniente produce alrededor de 460 mil toneladas de cobre fino al año, con un procesamiento diario de 144 mil toneladas de mineral, y se necesita alcanzar -al menos- 160 mil toneladas diarias si se quiere alcanzar la barrera de las 500 mil al año.
Si bien un aumento en la capacidad productiva y un mejoramiento de la operación actual requieren de inversiones adicionales, deberá quedar dimensionado en las ingenierías que se deben realizar y que ya se están llevando adelante. Sin embargo, el objetivo es aprovechar el desarrollo de los actuales proyectos mineros como habilitadores de la transformación.
La Planta Colón deberá aumentar su capacidad de procesamiento de mineral de las actuales 144 mil toneladas de mineral diarias de procesamiento a 160 mil.
La gestión de excelencia en el desarrollo de los nuevos proyectos mineros apunta a adelantar su puesta en marcha, principalmente mediante mejoras en la productividad de la construcción de las minas, lo cual ya se está materializando.
Asimismo, se estudia la operación de un nuevo rajo, que se sumaría al actualmente existente, Rajo Sur. Las ingenierías realizadas a la fecha indican que hay recursos para un nuevo rajo que daría continuidad a la operación de la planta Sewell hasta la década del 2030, la que inicialmente estaba contemplada hasta 2025.
El Teniente ya explota dos de sus relaves antiguos (Cauquenes y Colihues) para recuperar cerca de 25 mil toneladas de cobre fino al año. El nuevo plan busca aumentar el nivel de producción de cobre de este negocio.
El Teniente ya inició el proceso de implementación y de pruebas de equipos autónomos o semiautónomos en los procesos mineros, el uso de herramientas de analítica avanzada en las plantas concentradoras, la incorporación de la fundición al Centro Integrado de Operaciones de la División, al que actualmente ya están incorporadas la mina subterránea y la planta, entre otras iniciativas. A la fecha, también se ha avanzado en las ingenierías para el nuevo rajo, que permitirá extender la vida útil de la planta de Sewell.
Del mismo modo se ha avanzado en ingenierías para tener alternativas competitivas para el manejo y disposición de relaves respecto de la actual lógica de tranques, así como menor consumo específico de agua fresca en procesos de molienda y flotación.
Y en transformación digital, se busca aprovechar la enorme cantidad de información que genera la operación. El objetivo es utilizar este “gigantesco yacimiento de datos” para aumentar la capacidad de predicción.