Mientras las constructoras siguen evaluando los efectos adversos que para el sector tiene la causa de los cuadernos, mientras la industria sufre también las consecuencias de la recesión y de la corrida cambiaria y los números más recientes indican una fuerte caída de la producción, las dos principales cementeras del país mantienen intactos sus planes de inversión y hasta logran incrementar sus ventas y ganar dinero.
Se trata de Loma Negra y Holcim, que en el 2018 ganaron de manera conjunta algo más de $3.000 M a pesar de que el escenario para el sector no escapó a la caída de producción y ventas que evidenciaron casi toda la economía local.
Ambas empresas prometen para este año incrementar sus negocios apostando a un cambio de ciclo y, a la vez, reduciendo al mínimo los impactos negativos en los costos y en sus estructuras productivas y comerciales.
En el caso de la ex cementera de la familia Fortabat, acaba de cerrar un acuerdo con un grupo de bancos extranjeros para ampliar la capacidad de la planta L’Amalí, que posee en la localidad bonaerense de Olavarría, el mismo establecimiento que hace unos días visitó el presidente de la Nación, Mauricio Macri.
En el 2017, el grupo se comprometió a invertir u$s350 M para aumentar la producción de cemento. En este marco, celebró un acuerdo con bancos de primera línea que le acercarán dos líneas crediticias. Una por u$s40,9 M y la segunda por 10,8 millones de euros. Ambos, con plazos de 24 meses y que serán realizados en sucesivos desembolsos a ser soliciLas-cementeras-una-de-las-tados por Loma Negra en distintas fechas.
La cementera, propiedad del grupo europeo InterCement, utilizará la modalidad de financiación de importaciones y cartas de crédito emitidas con el fin de importar equipamiento y maquinaria destinada a la expansión de la planta de L’Amalí. El objetivo es aumentar su capacidad instalada de producción en 2,7 millones de toneladas anuales e impulsar una mayor rentabilidad.
Para este proyecto, la compañía contrató a Sinoma International Engineering Co. Ltd. para la construcción de la nueva línea de producción de cemento, con una capacidad de 5.800 toneladas por día de clinker.
En Loma Negra creen que la planta estará lista para entrar en operaciones en el 2020 y anticipan que el nivel de despacho de cemento se recuperará este año de la caída del 16% que registró en el 2018.
Consideran que las inversiones en equipos y tecnología le permite a las cementeras, las constructoras y al sector de obra pública en general afrontar los cambios en el nivel de actividad.
Por eso estiman que cuando esté finalizada la ampliación de L´Amalí podrán ampliar en un 40% la capacidad de producción, por lo que los planes son de expansión y no de ajuste. Es más, la empresa tiene previsto tomar 200 nuevos trabajadores para operar la nueva línea productiva.
El año pasado, Loma Negra ganó $1.799 M y generó ingresos por ventas mayores a los $26.000 M, un 2,8% más que las del 2017. En especial, por el crecimiento del negocio de cemento en Paraguay y el segmento de hormigón en Argentina. De esta forma, su Ebitda ajustado consolidado se incrementó un 20,6% llegando a los $2.159 M.
En su informe de resultados, también identifica a la inflación como motivo de su buena performance en las ventas al sostener que se vio beneficiada por "un ambiente de precios favorables en Argentina".
En este sentido, Sergio Faifman, CEO de Loma Negra, calificó la performance de la empresa como "sólida" a pesar del entorno macro económico "desafiante". Aseguró que el principal negocio de la compañía, el cemento, "generó tanto un crecimiento del Ebitda ajustado como una expansión de margen, incluso con una demanda de volumen más débil en el país". También se mostró conforme con las operaciones de hormigón "que continuaron mostrando sólidos resultados, alcanzando volúmenes récord".
El ejecutivo agregó que "durante el 2018, la demanda de cemento en Argentina se debilitó mucho en la segunda mitad del año, lo que dio como resultado un descenso interanual del 2,6% para el año". Pero mirando el 2019, se mostró esperanzado en que el ciclo negativo que comenzó en el segundo trimestre de 2018 se revierta a mediados de año en línea con las expectativas de recuperación económica en el país.
En ese marco, el plan de negocios de Loma Negra para este año pasa por seguir enfocados en equilibrar el crecimiento y la rentabilidad, además de considerar que la expansión de L’Amalí "es un elemento clave de nuestra estrategia de crecimiento a largo plazo, ya que nos permitirá optimizar la producción y proporcionar una capacidad muy necesaria para cuando la demanda se recupere."
En su balance, la compañía recuerda que durante el ejercicio 2018, realizó inversiones de capital por $4.224 M, de los cuales el 35% se destinaron a la expansión de la capacidad de producción de L’Amalí.
En el caso de Holcim, las inversiones se acercan a los u$s120 M, también para ampliar su planta de Malagueño, en la provincia de Córdoba, en la cual planea sumar a otros 100 empleados.
La ex Cementos Minetti y actualmente controlada por el grupo francés LafargeHolcim, ganó $1.540 M el año pasado, cuando también se vio afectada por la caída de la demanda de cemento y hormigón debido a los mismos motivos que sufrió Loma Negra, y también por condiciones climáticas que afectaron el nivel de actividad de la industria de la construcción.
Pese al mejor resultado nominal, la actividad medida en términos de producción tuvo un crecimiento nulo durante el 2018, como consecuencia del contexto macroeconómico, el menor atractivo de los créditos hipotecarios para construcción residencial, el ajuste de la inversión pública en obras de infraestructura. También por las dificultades de acceso al financiamiento de las empresas constructoras para el inicio de los proyectos bajo la modalidad de Participación Público Privada (PPP).
En cuanto a los resultados financieros, se notó el efecto de la diferencia cambiaria causada por la devaluación: hasta septiembre, esa cuenta arrojaba una pérdida de $95 M.
Pero a pesar del contexto, desde Holcim aseguran que la empresa continuará con la implementación de los proyectos de inversión, además de profundizar los planes de eficiencia de costos.
"Tenemos en marcha un proyecto estratégico a fin de identificar e implementar oportunidades de negocios con el objetivo final de fortalecer nuestra posición competitiva e incrementar la rentabilidad a mediano y largo plazo", argumentan fuentes de la segunda cementera del país.
Como parte de ese proceso, recuerdan que desde diciembre del 2017, Holcim inició la ejecución de su proyecto de expansión de capacidad en el Centro Industrial Córdoba, de la localidad de Malagueño, que será completado a finales de este año.
La iniciativa le permitirá, según sus ejecutivos, incrementar la capacidad de producción de cemento en 730.000 toneladas anuales posicionándose competitivamente para abastecer el incremento esperado de la demanda en su área de influencia y más que nada en las regiones centro y este del país. También le posibilitirá incrementar su rentabilidad y fortalecer su sostenibilidad a mediano plazo.
Adicionalmente, Holcim busca ampliar sus negocios hacia otros sectores para, de esta forma, también incrementar sus ventas en el país. Con ese objetivo, acaba de modificar su razón social a fin de incluir otras actividades como las de fabricación, comercialización y distribución de cualquier material, producto y servicio relacionado directa o indirectamente a la construcción o a otras industrias y a obras de infraestructura.
También se va a expandir a la ejecución y operación de proyectos de generación de energías renovables o no renovables, más que nada para consumo propio
