El Instituto de Economías Energéticas y Análisis Financiero (IEEFA) con sede en New York fustigó el plan energético del gobierno y concluyó que es poco probable que el plan para Vaca Muerta prospere.
Un lapidario informe financiero de un think tank estadounidense especializado en la industria energética sustentable alerta a los inversores globales sobre el riesgo creciente y la inviabilidad del desarrollo de Vaca Muerta a mediano y largo plazo, en contraposición a la apuesta del gobierno de Mauricio Macri.
Elaborado por el Instituto de Economías Energéticas y Análisis Financiero (IEEFA) con sede en New York, el informe cita los obstáculos del Estado argentino para subvencionar la actividad hidrocarburífera no convencional en un contexto de altos costos operativos, déficit fiscal, alto endeudamiento con el FMI, y de magras y demoradas inversiones de las compañías petroleras.
El IEEFA expone el déficit en infraestructura para la operatoria energética en esa cuenca, habla de una política errática en los subsidios para la extracción de shale gas y concluye que "es poco probable que el plan para Vaca Muerta prospere".
También puntualiza que el plan para duplicar la producción de gas y petróleo para los próximos seis años se perfila como una apuesta esperanzadora y poco realista dentro de un escenario político y económico de "fuerte inestabilidad".
El paper, titulado "Riesgos financieros opacan el desarrollo de reservas de petróleo y gas en Vaca Muerta", tuvo amplia difusión en el sector energético y en Wall Street, donde cotizan las principales petroleras que invierten en la cuenca neuquina.
El organismo se presenta como una institución de análisis financiero cuya misión es acelerar la transición de los combustibles tradicionales hacia energías renovables en un contexto de rentabilidad del negocio energético.
Sus autores, Tom Sanzillo y Kathy Hipple, viajaron numerosas veces a la Argentina, incluso durante el G-20, para recopilar información tanto de fuentes oficiales como de ONGs ambientalistas. Una porción del paper se basa en el informe de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) sobre los costos de los subsidios en hidrocarburos. Según esta última fuente, "el 86 % del presupuesto total de la Secretaría de Energía" se destina a subsidiar a empresas del sector privado que extraen gas y petróleo mediante fracking en Vaca Muerta.
Alerta el informe: "El plan argentino requiere subsidios sustanciales de largo plazo. De 2016 a 2018, Argentina redujo estos subsidios en un 54 % (de US $ 15.6 mil millones a $ 7.2 mil millones)". Y añade que "el gobierno y la economía argentinas están destrozados por la alta inflación, la devaluación de la moneda, el déficit fiscal y una política comercial fallida, que requirió un rescate multianual de US $ 57 mil millones del Fondo Monetario Internacional (FMI), el más grande de su historia".
En ese contexto, advierte que Argentina acordó reducir aún más los subsidios a la producción y al consumo en un momento en que "el plan energético del país y sus socios requieren más subsidios para cumplir con los ambiciosos objetivos de producción que se fijó el país".
"Las acciones recientes para reducir los subsidios han demostrado ser perjudiciales y significan una promesa rota por parte del gobierno argentino, según los productores de petróleo y gas", señala.
El informe también compara "la escasa extracción en Vaca Muerta" en contraposición con la cuenca Permiana en Texas, el mayor yacimiento no convencional en EE.UU. "En los primeros seis años de desarrollo de la Cuenca Pérmica—dice el informe—, los productores completaron 3,021 pozos, en comparación con solo 342 pozos durante los primeros seis años de desarrollo en Vaca Muerta".
A su vez, afirma que el plan energético argentino enfrenta a una amplia gama de riesgos desalentadores:
+ Recesión económica, con continua devaluación monetaria e inflación.
+ La creciente oposición pública a las políticas del FMI.
+ La inversión en Vaca Muerta entre 2012 a 2017 ha sido principalmente de YPF, empresa controlada por el gobierno, junto con petroleras asociadas, que desembolsaron el 65% de las inversiones reales.
+ La inversión de las compañías extranjeras ha sido lenta, por la cautela ante los altos costos y riesgos de inversión en comparación con el resto del mundo.
+ Los bajos precios del gas natural en el mercado mundial.
+ La competencia de otras reservas de petróleo y gas mejor posicionadas y la competencia de fuentes de energía renovables y alternativas.
+ Inestabilidad política y de políticas que agregan costos no planificados debido a las acciones de los gobiernos nacionales y provinciales.
+ Mercados de energía domésticos inestables, debido a acciones de los gobiernos provinciales que pueden no estar alineadas con las del gobierno nacional.
+ Recursos hídricos inadecuados, y oposición y litigios de organizaciones ambientales y de derechos indígenas.
De allí que a modo de conclusión, sentencie: "El conjunto completo de riesgos del proyecto es desalentador. Argentina enfrenta inestabilidad macroeconómica (peso devaluado, deuda abrumadora), incertidumbre política, transporte e infraestructura inadecuados, escasez de agua y creciente oposición pública, incluyendo protestas de grupos de derechos indígenas. El declive y la moderación mostrados por los socios extranjeros apuntan a que no se cumplirán los objetivos de producción e inversión".
Consultados por Infobae, en la Secretaría de Energía le restaron importancia al informe. Exhibieron un reporte de consultores especializados de Houston que consigna que para "2019 la productividad de Vaca Muerta está alcanzando los niveles de extracción de los pozos de la cuenca Permiana", de Texas. Cuestionaron que el paper omita la ausencia total de subsidios para el petróleo; y recordaron el piso de inversiones comprometidas por al menos US$ 11.000 entre YPF con sus socios Petronas, para los próximos cinco años en Vaca Muerta. Ello sin contar con otros $1000 millones de inversión por parte de Shell y Vista en un período de dos años. Por último, remitieron el informe que el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, exhibió días atrás ante inversionistas del rubro hidrocarburos en Texas que muestra el crecimiento récord de producción del yacimiento.
En tanto, en YPF salieron a desmentir afirmaciones que también contiene el informe en relación a que "la petrolera estatal estaría financieramente mal preparada para asumir compromisos de inversión con sus socios"; que "su plan de negocios depende fuertemente a los subsidios que otorga el gobierno" y que la empresa líder en Vaca Muerta no está preparada para los desafíos que enfrentan los mercados globales de gas y petróleo.
Sus voceros informaron que YPF consolidó en 2018 una sólida posición financiera y operativa, que la posiciona en forma óptima para enfrentar los desafíos y proyectos planteados en su plan estratégico. Explicaron que las compañías petroleras son valoradas en función de sus reservas, que en 2018 se incrementaron en un 16,2%. Y expusieron que las utilidades de la empresa el año pasado permitieron financiar con fondos propios la totalidad de su plan de inversiones y avanzar con el proceso de desendeudamiento.
Por último, en relación a los costos operativos en Vaca Muerta para gas y petróleo no convencionales, recalcaron que YPF ha registrado una notable caída de sus costos de desarrollo que equipara sus operaciones a las mejores del mundo.
"Este nivel de eficiencia, en un contexto internacional de transiciones energéticas—agregaron—, hacen que el desarrollo de Vaca Muerta cambie el paradigma económico argentino: no sólo por dotar de energía al país para su desarrollo, sino también para posicionar a la Argentina como un exportador de hidrocarburos.