El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene un plan para rescatar Pemex con más inversión pública, la rehabilitación de sus seis refinerías y la construcción de una nueva.
El mandatario mexicano quiere además cancelar la contratación de deudas y perforar más pozos.
Es parte del plan del gobierno de AMLO para rescatar a Petróleos Mexicano, que vive su peor crisis de producción en cuatro décadas.
La estrategia se anunció, cuando se cumplen 81 años de que el expresidente Lázaro Cárdenas ordenó nacionalizar el sector de hidrocarburos.
Es uno de los episodios más importantes de la historia reciente y que ahora AMLO quiere recuperar.
“Vamos a rescatar de nuevo a la industria petrolero nacional”, dijo. “Estamos ante el inicio de un nuevo paradigma. Vamos a transformar Pemex y a transformar México”.
La propuesta, sin embargo, genera polémica.
Hace unas semanas, López Obrador presentó parte de este plan, una inversión extraordinaria de recursos fiscales para aumentar la producción de Pemex.
En su momento, algunas calificadoras internacionales como Fitch Ratings afirmaron que era insuficiente para rescatar la empresa.
Otras consultoras como JP Morgan se mostraron "extremadamente decepcionadas" con la medida.
A pesar de las críticas, López Obrador mantiene la estrategia y asegura que, en su gobierno van "a hacer más eficiente a Pemex que las empresas particulares”.
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Pemex vive su peor crisis de producción en 40 años, según datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
En enero pasado, la extracción diaria fue en promedio de 1.625.000 de barriles.
Es el nivel más bajo desde 1979 cuando la producción fue de 1.615.000 de barriles petróleo al día.
La situación mejoró en las últimas semanas. De acuerdo con el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, ahora la empresa extrae 1.683.000 de barriles diariamente.
Tal cantidad, sin embargo, es menor a la que se obtuvo en diciembre pasado cuando la producción fue de 1.710.000 de barriles al día.
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Según Romero Oropeza, la crisis es consecuencia de una pronunciada caída en la extracción de crudo que empezó en 2014, cuando comenzó la Reforma Energética.
La razón, explica el director de Pemex, es que en el anterior gobierno se redujeron los recursos fiscales para la exploración.
El dinero se utilizó, en cambio, para estudios sísmicos y la perforación en aguas profundas “de donde no se ha logrado extraer una sola gota de petróleo al día de hoy”.
A este escenario se añade una creciente baja en la extracción de hidrocarburos desde hace más de una década, cuando se agotó el yacimiento Cantarell que fue el más productivo en la historia del país.
Otra parte del problema, explica Romero Oropeza, fue que en 2012 se perforaron 1.238 pozos para buscar hidrocarburos.
Cinco años después la cifra fue de 80 y de éstos solo seis tuvieron éxito y logró extraerse crudo.
Ahora la estrategia de AMLO pretende revertir esa tendencia. Desde enero aumentaron los recursos para la perforación de pozos, y se espera contar con 506 al terminar el año.
El plan es incorporar 20 nuevos campos de exploración, 16 en posibles yacimientos en aguas someras.
Según el director de Pemex, desde 2001 no había tantos campos petroleros en operación.
Las reservas probadas en estos sitios son de 3.000 millones de barriles de crudo equivalente, dice el funcionario.
En estos campos se aplicó "una inversión a ritmo acelerado" que permitiría iniciar la producción en menos de un año.
También se pretende rehabilitar las seis refinerías de Pemex para que puedan elaborar gasolinas y diésel a partir de crudo pesado, el que más produce actualmente el país.
La estrategia contempla construir una nueva refinería en el puerto de Dos Bocas, Veracruz. El proceso de licitación empezó este lunes.
El plan, insiste el presidente, es que en tres años el país vuelva a ser autosuficiente en la producción de combustibles.
Actualmente México importa 400.000 barriles diarios de gasolina, el 70% del consumo total del país.
"No es nada nuevo, así fue durante muchos años", afirma el presidente.
"Éramos autosuficientes en producir petróleo, gasolina, productos petroquímicos. Nos volvimos dependientes por la política neoliberal".
Hasta ahora, empero, la estrategia de López Obrador para rescatar la industria petrolera del país se ve con escepticismo por bancos y calificadoras internacionales.
Parte de este plan se presentó hace unos días cuando se cumplieron los primeros cien días del gobierno de AMLO.
Consultoras como Standard & Poors y Moody's advirtieron que Pemex mantiene un continuo deterioro en su perfil crediticio, y las acciones del gobierno mexicano no son suficientes para contrarrestar tal situación.
Hasta ahora no se conocen nuevas evaluaciones a la estrategia que anunció López Obrador este lunes.