La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advierte en su informe mensual de que el mercado de petróleo sufrirá un giro en el segundo trimestre de 2019, desde un superávit de petróleo hacia un déficit.
El exceso de oferta en el mercado del petróleo tenderá a un equilibrio en el segundo trimestre, que desembocará en déficit de crudo por los recortes que está aplicando la OPEP con sus nueve socios y las pérdidas de producción de Venezuela, que podrían agravarse. Ese déficit se traducirá en una caía de los inventarios a nivel global y, probablemente, en unos precios del petróleo más elevados.
En su informe mensual publicado este viernes, la AIE mantiene sus proyecciones sobre la demanda global de crudo pese a los signos de ralentización económica que llegan, en particular, desde Europa.
El documento aparece como una respuesta a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que este jueves mostró su temor a que la oferta de crudo crezca a un ritmo más fuerte que la demanda durante este año y lanzó un mensaje de "responsabilidad" a los otros productores.
La agencia, que reúne a los grandes consumidores de energía miembros de la OCDE, cree que el consumo global de petróleo aumentará en 1,4 millones de barriles suplementarios en 2019 (hasta 100,6 millones de media), tras una subida de 1,3 millones en 2018.
Esos incrementos, que son superiores a los estimados por la OPEP, se justifican porque ha revisado al alza sus expectativas para Oriente Medio y Asia.
"Sobre la base del robusto crecimiento de la demanda, las modestas caídas en la producción de la OPEP y la creciente fuerza de EEUU podría generar un leve superávit en el primer trimestre de 2019 que se convertirá en un déficit en el segundo trimestre de alrededor de 500.000 barriles diarios", destaca la nota de la AIE.
El segundo elemento que para la AIE explica la tendencia hacia el equilibrio del mercado (plantea para el segundo trimestre una producción inferior en 500.000 barriles diarios a la demanda) es el recorte de la producción que se observa desde comienzos de año.
Una caída que fue de 340.000 barriles diarios en febrero, de los cuales 240.000 correspondieron a la OPEP, que bombeó en total 30,68 millones de barriles diarios, 1,1 millones menos que un año antes.
No obstante, al mercado mundial salieron en total 99,7 millones de barriles diarios, 1,5 millones más que en febrero de 2018 gracias al tirón de EEUU, que con sus yacimientos de esquisto es el principal contribuyente al incremento de la extracción de crudo.
Esa evolución, que hará de Estados Unidos un exportador neto a partir de 2021, no sólo ofrece a los consumidores una oferta más completa, según la AIE, sino que sobre todo refuerza la seguridad del suministro, en especial en un mundo en el que las incertidumbres geopolíticas crecen.
La crisis en Venezuela podría hundir aún más la producción de uno de los países más importantes para el crudo
La más inmediata para el mercado petrolero tiene que ver con Venezuela, que con la crisis eléctrica que ha vivido en los últimos días y ha paralizado la mayor parte de la actividad del país, plantea dudas sobre su capacidad de producción.
Sobre el impacto de la crisis venezolana, los autores del informe se muestran relativamente tranquilizadores, ya que los recortes de la OPEP han dejado al cártel un margen excedentario de unos 2,8 millones de barriles diarios (dos tercios corresponden a Arabia Saudí) que podrían compensar pérdidas suplementarias de Venezuela.
El país sudamericano produjo en febrero 1,14 millones de barriles diarios, 10.000 menos que en enero y muy lejos de los casi 3,5 millones cuando Hugo Chávez fue elegido por primera vez en 1998.