HENRY SANDERSON
China le dio tal impulso a su iniciativa de aumentar sus tenencias de oro que este año podría competir con Rusia, que hoy es el comprador más agresivo del metal precioso. El banco central del gigante oriental, el Banco Popular de China, adquirió cerca de 32 toneladas de oro en los últimos tres meses.
Si mantiene sus compras al actual ritmo, superará a Rusia y a Kazajistán, que fueron los principales adquirentes en 2018 pero que últimamente han reducido sus adquisiciones. China es el mayor productor mundial de oro, pero sus reservas, valuadas en menos de u$s 80.000 millones, representan una pequeña fracción de sus reservas extranjeras totales superiores a u$s 3 billones, lo que significa que la proporción de oro que tiene China es inferior a otros países. Ese 3% por ejemplo, es muy inferior al 19% de Rusia.
El Banco Popular de China informó este mes que elevó sus reservas del metal precioso en 10 toneladas en febrero, después de hacer compras por 11,8 toneladas en enero y 9,95 toneladas en diciembre. Eso lleva las reservas totales a 1874 toneladas
Las 2,8 toneladas de oro que adquirió Kazajistán en enero también fueron menos que su promedio mensual de 4 toneladas registrado en 2018, según el banco. Los bancos centrales todos juntos adquirieron 651,5 toneladas del metal precioso el año pasado, la mayor cantidad en casi medio siglo, liderados por Rusia, Turquía y Kazajistán.
Rusia compró 274 toneladas de oro, su mayor compra neta de la historia, según el Consejo Mundial del Oro.
Eso, junto con la demanda sostenida de fondos cotizados (ETF) respaldados por oro, ayudaron a que en febrero los precios del metal precioso lleguen a su nivel más alto en casi un año en febrero, a u$s 1346 la onza troy.
El oro desde entonces perdió valor y se comercializa a u$s 1298 la onza como consecuencia del fortalecimiento de los mercados de acciones y de las fugas desde los fondos cotizados con tenencias en oro.
Pero las continuas compras por parte de los bancos centrales podrían ofrecer un "colchón" al precio del oro este año, dijo Suki Cooper, analista de metales preciosos en Standard Chartered en Nueva York.