Brazo regional de Enel propuso a sus accionistas un aumento de capital por US$3.500 millones, los que irán a su filial en Brasil. Minutos después la acción llegó a caer 10,13%, hasta que la Bolsa de Santiago la suspendió.
Minoritarios analizan la operación, pero en privado manifiestan serios reparos.
Pocos minutos después del mediodía y tras dar a conocer sus resultados financieros correspondientes a 2018, Enel Américas remeció al mercado.
A través de un hecho esencial, anunció la convocatoria a una junta de accionistas el día 30 de abril, para votar un aumento de capital por US$3.500 millones -el más grande desde el que la ex Enersis protagonizara en 2012, por US$6.000 millones-, los que serán usados principalmente en mejorar el perfil crediticio de la compañía, para estar preparado ante eventuales oportunidades de compra que surjan en el mercado.
Para ello, la empresa destinará US$2.650 millones en fortalecer a su filial Enel Brasil, brazo a través del cual Enel adquirió a mediados del año pasado Eletropaulo, la mayor distribuidora eléctrica de Sudamérica, por unos US$1.500 millones.