El precio del oro ha vuelto a subir, alcanzando su máximo registro de los últimos 10 meses y todo apunta a que lo seguirá haciendo, en un entorno marcado por una ralentización de la economía estadounidense que va a provocar que muchos inversores se vuelvan a interesar por los metales preciosos.
Desde Capital Economics, su analista Simona Gambarini argumenta que el crecimiento económico global se va a ralentizar a lo largo de este año, por lo que es difícil que activos como las acciones registren una revalorización importante. Ello va a beneficiar a activos tradicionalmente considerados como refugio, como es el oro.
Por otro lado, la economía estadounidense también va a sorprender negativamente a los mercados en 2019, según el informe de Capital Economics, en el que afirman que “la situación es peor de lo que prevén los inversores”.
El resultado de la ralentización de la economía estadounidense será que la Reserva Federal se verá obligada a adoptar una política monetaria más moderada, lo que incluirá empezar a recortar de nuevo los tipos de interés.
Según Gambarini, “es solo cuestión de tiempo que el efecto acumulativo del anterior ajuste de la política monetaria y el desvanecimiento de los estímulos fiscales comiencen a dejar huella en la actividad, lo que obligará a la Fed a recortar de nuevo los tipos de interés el año que viene, probablemente en mayor medida de lo que están descontando los mercados”.
Además, el crecimiento económico en el resto del mundo no va a ser precisamente espectacular, lo que obligará a los bancos centrales a evitar políticas monetarias demasiado agresivas.
“Teniendo esto en cuenta, creemos los activos refugio van a seguir funcionando muy bien este año. Nuestra previsión de precio del oro para finales de 2019 es de 1.350 dólares la onza, levemente por encima del actual nivel de 1.343 dólares, pero sustancialmente superior que el precio al que cotizaba cuando comenzó la corrección en los mercados de capitales a finales de septiembre de 2018”, apunta el informe.
El precio del oro cerró la jornada del 20 de febrero en la London Bullion Market Association (LBMA) a 1.343,75 dólares la onza, un nivel que no se alcanzaba desde el 19 de abril del año pasado. El precio spot rondaba los 1.334 dólares en la mañana del 21 de febrero.
Desde la firma de estudio de mercados apuntan también que los mercados de capitales van a comenzar a caer, mientras que el precio del oro continuará su escalada. “Desde mediados del pasado mes de enero, el precio del oro ha estado subiendo a pesar del fuerte rebote de los mercados de capitales. Esto se ha debido al hecho de que los rendimientos de los bonos del Tesoro han continuado cayendo. Los tipos de interés más bajos provocan que el oro resulte más atractivo para los inversores”, señalan.
Aunque se espera una caída en las bolsas y los rendimientos de los bonos, desde la firma de análisis no creen que ésta se produzca de forma abrupta, ya que la política monetaria dictada por la Reserva Federal va a mantenerse moderada durante un tiempo.