Conforme crecen las esperanzas de que EEUU y China lleguen a un acuerdo comercial, el precio del cobre aumenta. De hecho, este miércoles subió 1,6% hasta llegar a los US$2,88 la libra, su nivel más alto desde julio. De esta manera, acumula un incremento de 6,5% en lo que va del año, ruta alcista que se prolongará.
Según estimaciones de Citi, el metal rojo alcanzará los US$6.700 la tonelada, es decir, US$3,04 la libra, dentro de los próximos seis meses. “Las existencias de cobre no se han acumulado tanto como se habría esperado en lo que va del invierno lo que implica que es una base más baja a la cual recurrir en el segundo trimestre”, afirmó a Reuters Oliver Nugent, analista del banco estadounidense.
En efecto, el valor del cobre se ha visto favorecido por los bajos inventarios en Londres, que actualmente están 139.400 toneladas, un 59% menos en relación a un año atrás. Este panorama se da justo en la antesala de la temporada de mayor demanda por parte de China, que tiene lugar entre abril y julio.
A esto se suma que el gigante asiático ha reportado mejores datos de lo esperado, como sus exportaciones de enero que crecieron 9,1% en enero, en lugar de retroceder 3,3%, como lo anticipaban los analistas. En ese contexto, Citi no es el único banco optimista, ya que Morgan Stanley proyecta un incremento de 14% en el precio del cobre en 2019.
En tanto, a nivel local, Ricardo Bustamante, jefe de Estudios Trading en Capitaria, anticipa que los US$3 se alcanzarán las próximas semanas, “moviéndose entre los US$3,25 y US$3 la libra de cara al segundo semestre del año”. A su juicio, estímulos de Beijing para apoyar la actividad China y un giro en la normalización monetaria de los principales bancos centrales, respaldan las positivas perspectivas.
Efecto fiscal: Esta trayectoria alcista no solo tiene una lectura de mercado, sino que también fiscal. Y por ello, esta senda es mirada de cerca por Hacienda, quienes en su proyección del presupuesto 2019, fijaron que el precio del metal se ubicará en US$3 promedio. Este es clave para las arcas fiscales, puesto que cada centavo adicional de cobre significan unos US$60 millones extra para el fisco.