Naciones Unidas ha puesto en marcha un programa de cinco años cuyo objetivo es eliminar el uso del mercurio, un elemento altamente contaminante para el medio ambiente y nocivo para la salud humana, en los procesos artesanales de extracción de oro. Se calcula que cada año, estas explotaciones liberan 1.000 toneladas de mercurio a la atmósfera.
El programa, dotado con 180 millones de dólares durante los próximos cinco años, se denomina Oportunidades Globales para el Desarrollo a Largo Plazo de la minería de oro artesanal y a pequeña escala, y tiene como objetivo erradicar el uso de mercurio en los procesos utilizados por estas pequeñas explotaciones.
Se trata de una alianza entre UN Environment (UNEP), UN Development Programme (UNDP), UN Industrial Development Organization (UNIDO), the Global Environment Facility, Conservation International y los gobiernos de Burkina Faso, Colombia, Guyana, Indonesia, Kenia, Mongolia, Filipinas y Perú.
El programa pretende facilitar el acceso de las explotaciones mineras a pequeña escala a nuevos métodos de extracción del oro que permiten prescindir del mercurio.
También servirá para mejorar las condiciones de trabajo de los mineros en estos ocho países, reducir las emisiones de este elemento nocivo y apoyar la adopción de regulaciones y reformas que contribuyan a formalizar este sector dentro de las economías de los respectivos estados.
El sector de la minería de oro artesanal ocupa a 15 millones de personas, incluyendo más de 600.000 niños en todo el mundo, que se ven expuestos cada año a unos niveles tóxicos de mercurio. Según el director gerente de UNIDO, Philippe Scholtès, “el uso de mercurio en el sector minero artesanal afecta al medio ambiente y a las personas, en especial en los países en vías de desarrollo”.
Se calcula que este sector artesanal, responsable de alrededor del 20% de la producción anual global de oro, es la principal fuente de emisiones de mercurio a la atmósfera, en un volumen aproximado de 1.000 toneladas anuales. Emisiones que impactan en la salud, provocando daños cerebrales y pérdida de visión y oído, y en los ecosistemas, contaminando los alimentos, el agua y el aire.
Los mineros tradicionales echan mercurio en la batea que contiene arena, oro y agua, para que se mezcle con el oro y forme una amalgama que luego se calienta, hasta que el mercurio se evapora, dejando el oro (ver imagen).
El programa pretende eliminar el uso del mercurio y poner en contacto a estos mineros con los mercados donde pueden dar salida a los minerales extraídos de forma responsable y de explotaciones seguras.
Además, pretende aportar valor a la cadena de producción del oro, apoyando a los mineros y proveyendo a los consumidores de oro producido de forma ética y sostenible desde el punto de vista medioambiental.