SANTIAGO SPALTRO
Aunque la producción de gas natural viene en franco ascenso y Vaca Muerta ya es una realidad, Argentina seguirá siendo importador neto de gas por lo menos por tres años más. Así lo adelantó el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, luego de volver de Bolivia, en donde modificó los términos delcontrato que une a estos países hasta 2026.
En 2019, de acuerdo a los primeros cálculos oficiales, se destinarán u$s 1126 millones para pagar el gas importado de Bolivia y alrededor de u$s 600 millones para el Gas Natural Licuado (GNL) que llegará al puerto de Escobar, en Buenos Aires.
Estos más de u$s 1726 millones no cuentan las posibles compras a Chile, como sucedió en los últimos tres inviernos (entre junio y agosto a partir de 2016) ni las importaciones de combustibles líquidos como gasoil y fuel oil, que pueden llegar a ser necesarios para la generación termoeléctrica en caso de una fuerte y prolongada ola polar que haga saltar la demanda de gas por varios días seguidos.
En el Palacio de Hacienda, Lopetegui explicó los términos de la cuarta adenda al contrato de importación de gas con Bolivia y detalló que el ahorro de u$s 227 millones durante dos años (un total de u$s 454 millones) se debe a evitar multas por la cláusula take or pay (TOP, tomar o pagar).
Con este cambio, Argentina elude pagar u$s 376 millones anuales, pero comprará 216 millones de metros cúbicos (MMm3) más que en el esquema anterior, a un precio de u$s 6,4 por millón de BTU (/MMBTU), lo que agrega u$s 149 millones y arroja el neto de u$s 227 millones. Según el funcionario, las modificaciones al contrato con Bolivia se tornaron urgentes por "el éxito de Vaca Muerta", en donde hubo que cerrar pozos al menos desde septiembre por el escaso consumo local.
Bolivia no cumplió con las cantidades comprometidas en los últimos dos inviernos, pero su gas permite reemplazar compras de combustibles líquidos a un precio de u$s 14,2 /MMBTU. Lopetegui, que fue secretario de Coordinación de Políticas Públicas entre 2015 y 2018, bajo la conducción del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y fue descripto en 2016 por el presidente Mauricio Macri como parte de sus "ojos e inteligencia" (junto a Peña y Mario Quintana), también criticó la política energética del kirchnerismo.
"Llegamos a importar gas por más de u$s 6000 millones en 2014", recordó el encargado de Energía. Lopetegui exhibió un cuadro con la comparación de precios entre el gas doméstico, el de Bolivia, el GNL y los combustibles líquidos. Así, cuestionó que durante el Gobierno anterior se pagaban U$s 2 /MMBTU o menos a los productores locales, mientras el GNL y los líquidos estaban en los mercados internacionales entre u$s 15 y u$s 20 /MMBTU.
"Fue un suicidio en cámara lenta, algo difícil de entender", fustigó. En cambio, mostró que "el gran éxito" de Cambiemos es reemplazar compras de líquidos (los más caros), y apuntó que el barco regasificador de Bahía Blanca, que Macri despidió en octubre junto al ex secretario de Energía, Javier Iguacel, ya no volverá