San Juan vende 1,4 millón de toneladas de cal al año con una capacidad de producción superior a los 2 millones y el 71% de la cal la concentran seis empresas. La industria asegura estar preparada para los proyectos cupríferos.
El consumo per cápita de cal en países industrializados es de 80 kg al año y se habla de una producción mundial estimada de 300 millones de toneladas anuales. En Argentina, se consumen unos 2,7 millones de toneladas, de las cuales el 56% se destina al mercado de la construcción y solo el 4% a la actividad minera.
Desde la Cámara Minera de San Juan, el vicepresidente, Raúl Cabanay, indica que “a pesar de que la producción de cal cayó, se sigue invirtiendo. A veces es una manera de sobrevivir, porque para permanecer en el mercado hay que ser más eficiente”. En la provincia, los 30 millones de dólares invertidos en el último bienio lo hicieron las empresas Cefas y Caleras San Juan. La merma de producción en 2018, comparada con el año anterior, fue del 8% y el sector espera repuntar en el primer trimestre de este año.
“Crecemos en capacidad de producción y, sin embargo, la utilización llega al 63%. San Juan tiene capacidad y el mercado puede reclamar más. Estamos esperando a la minería del cobre que es la que consume muchísima cal y le permitiría un despegue tremendo a la producción. La industria calera está preparada y ha demostrado que tiene cintura para responder rápidamente”, indica Cabanay.
En el año 2000, la provincia producía aproximadamente 750 mil toneladas de cal y en el 2007 pasó a 1,4 millón de toneladas. “A partir de ahí nos planchamos. Las exportaciones a Chile fueron el motivo del crecimiento porque hasta el año 2000-2001 le vendíamos muy poco”, comenta.
La minería del cobre consume aproximadamente 3 kilos de cal por cada tonelada de mineral que trata. “Si se hubieran puesto en marcha Pascua Lama y El Pachón, consumirían entre las dos minas cerca de 1.000 toneladas de cal por día. Chile, por ejemplo, se lleva de la provincia unas 400 mil toneladas y prácticamente toda va a la industria minera porque la que más consume es la de cobre. Pascua Lama es un proyecto aurífero, pero es un caso especial porque hay arroyos cercanos muy ácidos y la cal neutraliza el agua ácida”, detalla el directivo de la Cámara Minera.
De acuerdo con los datos aportados por la entidad, más del 70% de la producción de cal se hace en hornos de doble cuba y de una cuba de gas. Es que las empresas se han tecnificado. “San Juan está produciendo unas 3.700 toneladas por mes. Hoy se podría abastecer a las minas de cobre, quizá no con los mejores hornos, pero en el lapso de un poco más de un año ponemos un horno de altísima tecnología que puede llegar a producir hasta 500 toneladas de cal por día”, dice Cabanay.
La mayoría de la cal exportada cruza a Chile y muy poco a Uruguay. A partir del año 2003 comenzó a notarse el crecimiento de las exportaciones y hoy, a valores FOB, se comercializa al exterior unos US$ 40 millones al año.
Tampoco es menor la cifra de empleo generado. En los mejores momentos, la mano de obra ocupada alcanzó las 2000 personas en forma directa y actualmente ronda los 1500 a los 1700 trabajadores.
Sarmiento a la cabeza
En el departamento Sarmiento, precisamente en la localidad Los Berros, se produce el 76% de la cal de San Juan. Esta industria representa entre el 60/70% del producto bruto de la comuna y se estima que en salarios queda más de 600 millones de pesos al año. Después le sigue Albardón y, en tercer lugar, Compañía Minera del Pacifico, la única empresa que elabora cal en Jáchal.
Un poco de historia calera
Las primeras actividades económicas de la zona oeste del departamento Sarmiento, eran pequeños asentamientos agrícolas ganaderos. Cerca de los años 50, comenzó la primera actividad minera con hornos artesanales o criollos.
Entre los pioneros aparecen: Cuadri, Nicolasi, Tranquilino Gonzales, Florencio Casale, Florencio Mortensen, Martin, Cristóbal García, Carmona, Ruarte, Albors, Korich, Ciari, Naumchik, entre otros.
En 1952 se funda Carbometal, que marca el hito de la industria de la cal en toda la provincia y comienza en Sarmiento. Lo hace Florencio Casale, con 4 hornos que le llamaban continuos, de lecho mixto, que tenían alguna tecnología y producía 200 toneladas de cal por día. Fue la primera revolución desde el punto de vista de la industria de la cal.
Después de ahí se sucedieron la instalación de un montón de empresas y se empezó a tecnificar.