El oro desempeña cuatro papeles fundamentales en una cartera de inversión: es una fuente de retornos a largo plazo; es un elemento diversificador que mitiga las pérdidas en tiempos de crisis; en un activo líquido sin riesgo crediticio que ha superado a las divisas; y es un medio para mejorar el rendimiento de una cartera de inversión.
Así lo refleja el Consejo Mundial del Oro en la introducción a su informe ‘La relevancia del oro como activo estratégico’, en el que señala que añadir un 2,5 ó 10% de oro a la cartera de inversión habría permitido a los fondos de pensiones, durante la última década, obtener unos rendimientos más altos y con menores riesgos.
El informe apunta que la demanda mundial de oro ha crecido un 15% de media desde 2001: “Como activo estratégico, el oro ha mejorado históricamente los rendimientos sin riesgos de las carteras de inversión, ofreciendo retornos al tiempo que reducía las pérdidas y proporcionaba la liquidez necesaria para hacer frente a las obligaciones de pago en tiempos de crisis”.
Además, el oro no solo resulta útil en momentos de mayor incertidumbre, sino que su precio ha crecido una media del 10% anual desde que comenzó negociarse libremente, tras el colapso de los Acuerdos de Bretton Woods, en 1971.
Sus rendimientos a largo plazo han superado a los bonos y las materias primas, y se han situado a la par con las acciones.
Según el informe, la razón de esta revalorización continua del metal es que se negocia en un mercado de gran tamaño y liquidez, pero se trata de un recurso muy escaso.
La producción minera de oro ha crecido a un ritmo medio del 1,4% anual durante los últimos 20 años. Y la demanda lo ha hecho también a buen ritmo: la demanda combinada de los dos mayores consumidores mundiales, China y la India, ha crecido desde un 25% en la década de los 90 del siglo XX a más de un 50% en los últimos años.
Por otro lado, el informe demuestra que el oro ha servido también para proteger a los inversores ante la subida de la inflación. En los años en que ésta ha subido por encima del 3%, el precio del oro ha crecido una media del 15%.
No solo eso: el metal también ha superado, durante el pasado siglo, a las principales divisas como medio de cambio. “Una de las razones de esta actuación es que el suministro de oro disponible ha cambiado muy poco con el tiempo: en las dos últimas décadas ha crecido alrededor de un 1,6% anual, gracias a la producción minera, mientras que los bancos centrales pueden imprimir cantidades ilimitadas de billetes”, señalan desde el Consejo Mundial del Oro.
El informe también realiza una interesante comparación entre el oro y las materias primas, con las que éste comparte algunas cualidades. Sin embargo, las diferencias son notables:
+ El suministro de oro es equilibrado, amplio y profundo, lo que contribuye a evitar la incertidumbre y la volatilidad.
+ El oro no se consume, a diferencia del resto de materias primas, por lo que los stocks acumulados se encuentran disponibles para su uso continuo.¿
+ El oro tiene numerosas aplicaciones y se vende en todo el mundo, lo que reduce su correlación con otros activos.
+ El oro es tanto un artículo de lujo como una inversión, por lo que resulta una protección ideal para las carteras de inversión.