El principal objetivo del sistema de Bretton Woods fue iniciar un Nuevo Orden Económico Internacional, fundado en el dominio de un dólar sólido y estable. Para ello se adoptó un patrón oro: US$ 35 por onza era el compromiso de USA, y se le concedió la facultad de cambiar dólares por oro a ese precio sin restricciones ni limitaciones. Los demás países fijarían el precio de sus monedas con relación al dólar, con una banda de fluctuación del 1%.
Pero en 1971, completando la derrota en Vietnam, la ilusión acabó y USA no pudo mantener más el patrón oro, comenzando una erosión del dólar como moneda confiable, lo que obligó al Gobierno estadounidense a diferentes tácticas y estrategias geopolíticas para mantener el interés global por el dólar como moneda de cuenta. En 2019 sucede que los bancos centrales no compraban tanto oro desde el final del sistema de Bretton Woods. Sólo en 2018 la banca central compró un 74% más de oro que en 2017.
Los activos en fondos cotizados en bolsa respaldados por oro están en un máximo de 7 meses. El oro al contado cotiza hasta US$ 1.325, nivel desconocido desde abril de 2018. El techo del precio ocurrió en 2012, durante la crisis de deuda de la Eurozona (Grecia, etc.), cuando superó los US$ 1.800.
El mundo consumió 4.345,1 toneladas de oro en 2018, por encima de las 4.159,9 toneladas de 2017, según ha publicado el Consejo Mundial del Oro (WGC, por su sigla en inglés). en su último informe trimestral sobre tendencias de la demanda. Y la oferta global del metal dorado creció 1%, hasta los 4.490,2 toneladas.
Los bancos centrales compraron en 2018, 651,5 toneladas (74% más que en 2017) porque países como China y Polonia imitaron a Rusia, Turquía y Kazajistán en la adquisición de lingotes para sus reservas, según muestran los datos del WGC.
La demanda de joyería se mantuvo relativamente sin cambios, en 2.200 toneladas, con un aumento del consumo en China, USA y Rusia que contrarrestó la profunda caída en Oriente Medio y muy ligera en India.
Venezuela venderá a Emiratos Árabes Unidos (EAU) 15 toneladas de oro de las reservas de su banco central a cambio de beuros en efectivo, según adelantó a la agencia Reuters un funcionario chavista que pidió el anonimato.
Las ventas de oro de las reservas venezolanas comenzaron el 26/01o, con un envío a EAU de 3 tonaledas de oro, según la misma fuente. En 2018, Venezuela envió oro por US$ 900 millones a Turquía. El plan general es enviar a Emiratos 29 toneladas de oro de las reservas.
En un tuit enviado a la embajada de EUA en Washington DC, el senador republicano Marco Rubio advirtió al Gobierno de Emiratos de los peligros de sanciones a que se expone si comercia con el oro de Caracas.
La gran pregunta es por qué los bancos centrales de EAU y Turquía demandan oro.
Y no son los únicos: las compras de oro de los bancos centrales han alcanzado volúmenes que no se conocían desde 1967. Las compras netas no eran tan elevadas desde 1971, cuando Richard Nixon puso fin al acuerdo de Bretton Woods.
La fuerte actividad compradora de los bancos centrales durante 2018 ha sido clave para que la demanda global de del metal precioso aumentara 4%, según WGC).
Este incremento en las compras de oro coincide con los rumores de guerra comercial, proteccionismo, volatilidad a los mercados de renta variable, desaceleración de la economía global y a que una recesión.
El Banco Popular de China aumentó sus tenencias de oro, pasando de 59,24 millones de onzas a 59,56 millones. China no compraba oro para sus reservas desde 2016, cuando adquirió 130.000 onzas.
En toneladas métricas, las reservas de oro chinas se ubican en 1.853 toneladas métricas.
Matthew Turner, estratega de materias primas de Macquarie Group Ltd., de Londres, cree que las compras pueden estar relacionadas con una mayor diversificación de las reservas y/o un deseo de alejarse del dólar.
Otro motivo podría resultar de las especulaciones en torno a las políticas de la Reserva Federal estadounidense y posibles nuevos aumentos de los tipos de interés pese a que ahora la FED afirma que se tomará su tiempo para decidirlo. Tampoco habría que descartar que las compras chinas estén relacionadas con la creciente preocupación sobre el futuro de la disputa comercial entre China y USA.
Durante 2018, el Banco Central de Rusia adquirió una cantidad récord de oro: 274 toneladas, 22% más que en 2017, quitándole a China el 5to. lugar en la lista de naciones con mayores reservas de oro.
USA tiene, en teoría porque nunca fue auditada, la reserva de oro más grande —más de 8.130 toneladas—, seguido por Alemania —más de 3.360—, Italia —más de 2.450— y Francia —más de 2.430—.
Rusia posee unas 2.112 toneladas de oro. En su vida moderna, Rusia nunca tuvo tanto oro.
La URSS había alcanzado un récord en 1941 con 2.800 toneladas, pero después de la 2da. Guerra Mundial, mermó el stock, y en 1953 eran 2.500 toneladas.
Y las reservas siguieron mermando: en 1991 el país se quedó con tan solo 290 toneladas. Recién en el siglo 21 comenzó la recuperación, fundamentada en la estabilidad del metal en comparación con cualquier divisa nacional.
En 2014, las autoridades financieras rusas empezaron a rechazar las reservas en dólares, optando por el oro. Desde entonces, Moscú ha reducido sus inversiones en la deuda pública estadounidense desde US$ 176.000 millones hasta US$ 14.900 millones.
"La incertidumbre económica, la desaceleración económica y el conflicto comercial entre Estados Unidos y China han apoyado sin duda los flujos de inversión", según ha explicado Alistair Hewitt, director de análisis de mercado del WGC.
Según él, es probable que las compras de bancos centrales vuelvan a subir en 2019 y que la demanda de China e India se mantenga firme, con China consumiendo entre 900 y 1.000 toneladas e India, entre 750 y 850 toneladas en 2019. Son los 2 países más consumidores de oro.
La inversión minorista en lingotes y monedas de oro creció 4%, hasta las 1.090 toneladas, con un sólido aumento del 222% en la demanda en Irán, que llegó a casi 62 toneladas, según la WGC.
El oro es uno de los activos que tradicionalmente se usa como una inversión refugio en tiempos de turbulencias políticas o económicas. Los inversores y otros agentes (como los bancos centrales) aumentan su exposición a este activo que suele ser un valor seguro cuando los mercados de acciones y bonos sufren fuertes desplomes.
Hay economistas afirmando que la economía global está al borde de un abismo, por lo que el sistema basado en el dólar podría desplomarse. El rumor alienta la tenencia de oro porque permite a los bancos centrales disminuir la dependencia de las monedas y protegerse ante devaluaciones.
El presidente del Consejo Directivo de First Mining Gold, Keith Neumeyer, indicó que el problema consiste en que los gobiernos imprimen dinero sin una base fija. Por lo tanto, en vísperas de una crisis, sería adecuado apropiarse de oro físico.
"Al oro no le importa si entramos en una época de inflación o de deflación", explicó.
El informe “Tendencias de la demanda de oro”, del WGC, informó que el aumento fue impulsado por compras de los bancos centrales y una inversión acelerada en barras y monedas durante la 2da. mitad del año.
“Los años más recientes han sido una historia centrada en USA, con la inversión centrada en el dólar y los inversores profesionales, en particular, que perseguían valoraciones cada vez más altas y mercados de valores particularmente valiosos. Sin embargo, eso ha cambiado en 2018; existe una mayor conciencia de la fragilidad global en términos de desaceleración económica, la fragilidad estadounidense y también la falta de voluntad para evitar los riesgos geopolíticos", explicó John Mulligan, miembro de WGC y jefe de relaciones de mercado.
Él agregó: “Los inversores profesionales no estaban demasiado preocupados por esos riesgos anteriormente, porque estaban obsesionados con la búsqueda de esos rendimientos a medida que los mercados iban en alza, pero ahora están cada vez más conscientes de ese amplio conjunto de riesgos”.
Mulligan señaló que la demanda de oro en Sudáfrica se ha recuperado, aunque todavía no es lo suficientemente fuerte como para ser incluida en el informe de tendencias. “Somos conscientes de que los inversores privados en Sudáfrica han comenzado a comprar oro cada vez más en los últimos 18 meses”.