El robo de petróleo costó a Pemex 147,2 mil millones de pesos (US $ 7,7 mil millones) entre 2016 y 2018, según un informe de la petrolera estatal, una cifra mucho más alta de lo que se pensaba.
Los datos de Pemex y los informes de inteligencia federal muestran que el robo de combustible y el daño financiero que causa han aumentado año tras año en el período de tres años.
En 2016, los ladrones de combustible conocidos como huachicoleros robaron un promedio de 26,000 barriles de combustible al día, lo que le costó a la compañía 30.8 mil millones de pesos (US $ 1.6 mil millones al tipo de cambio actual). Los ladrones vendieron el combustible por un promedio de 10 pesos por litro, generando ganancias de 15 mil millones de pesos (US $ 790 millones).
En 2017, el robo diario de combustible aumentó a 43,000 barriles, lo que costó a Pemex 50.1 mil millones de pesos (US $ 2.6 mil millones). El precio del combustible en el mercado negro aumentó a 12 pesos por litro y las ganancias de las pandillas criminales se duplicaron a unos 30 mil millones de pesos (US $ 1,6 mil millones).
El año pasado, el robo de combustible se disparó a un promedio de 58,200 barriles por día, reduciendo los ingresos de Pemex en 66.3 mil millones de pesos (US $ 3.5 mil millones). El precio del petróleo robado aumentó a 15 pesos por litro, y las ganancias de los ladrones se dispararon a un estimado de 50.6 mil millones de pesos (US $ 2.7 mil millones).
Las pérdidas del año pasado son más de dos veces mayores que la cifra citada por el ex CEO de Pemex, Carlos Treviño, quien dijo en abril de 2018 que el robo de combustible le costó a la compañía 30 mil millones de pesos al año .
Los expertos consultados por el periódico Milenio dijeron que una cadena de corrupción había permitido que el crimen creciera, y agregó que la demanda perdurable de combustible robado y la relativa facilidad con que se puede desviar la gasolina también son factores que han impulsado su crecimiento.
“La inversión necesaria para extraer combustible es menor que eso. . . comprar drogas ", dijo Gabriel Regino, criminólogo, abogado y experto en seguridad nacional.
“Permítanme explicar: en la cadena de producción del narcotráfico, existe una situación internacional que incluye los costos de producción en países como Colombia, Perú y Bolivia. Además del procesamiento, la producción y el envasado, también existe lo más difícil: el transporte hacia el norte. . ." él dijo.
“En contraste, en el caso del robo de combustible, todo lo que se necesita es información sobre en qué momento y en qué momento un líquido determinado, ya sea diésel, regular o premium [combustible], fluirá a lo largo de las tuberías. . . una válvula que no cuesta más de 500 pesos, así como la capacidad técnica para colocarla, una manguera, contenedores y eso es todo. "La inversión es mínima en comparación con el beneficio económico obtenido", agregó Regino.
"Es un negocio que se caracteriza por su inmediatez, ellos [los ladrones] no tienen que esperar hasta que el producto llegue a otro país, [el combustible] se extrae de una tubería y 10 kilómetros de la tubería ya está a la venta".
Ernesto Villanueva, experto en temas relacionados con la corrupción, dijo que creía que más allá de las pandillas criminales "hay miembros de gobiernos que participaron en este crimen", afirmando que "sin ellos no se podría haber cometido".
Los funcionarios de Pemex también han sido acusados de participación en el robo de combustible y el mes pasado el gobierno dijo que tres enfrentarán cargos criminales .
El presidente López Obrador dijo el 27 de diciembre que "hay una hipótesis de que de todos los robos [de combustible], solo alrededor del 20% se realiza mediante toberas ilegales", acusando que "la mayoría se realiza a través de un esquema que involucra la complicidad de las autoridades". y una red de distribución ".
Algunos miembros del ejército supuestamente también han sido cómplices en el robo de combustible, incluidos cuatro oficiales de alto rango que actualmente están siendo investigados por las autoridades federales.
Si bien el robo de combustible afecta a todo el país, hay ciertos estados que se consideran " focos rojos " o "banderas rojas" debido a la alta prevalencia del delito.
Hidalgo, donde más de 100 personas murieron en una explosión en un ducto la semana pasada , superó a Puebla el año pasado como el estado con la mayor incidencia de grifos en los ductos , registrando un total de 2,121.
Guanajuato, Jalisco y Veracruz completaron los cinco primeros. En todo México, se detectaron 14,894 toques ilegales en 2018, un promedio de 41 por día.
A principios de esta semana, López Obrador anunció que más de 3.8 mil millones de pesos (US $ 200 millones) en ayuda para el desarrollo social se asignaría a 91 municipios en los estados considerados " focos rojos " como parte de una estrategia para disuadir la participación en el robo de combustible.
Más ampliamente, el gobierno ha desplegado el ejército para salvaguardar las refinerías, las instalaciones de almacenamiento y los ductos de Pemex para combatir el robo de combustible y también cerrar varios ductos importantes, un movimiento que causó una escasez generalizada y prolongada de gasolina que persiste en algunos estados.
A pesar de las consecuencias, el gobierno se ha mantenido comprometido con su estrategia contra el robo de combustible, afirmando que ya está dando resultados impresionantes .
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), una división de la Secretaría de Finanzas (SHCP), también está investigando estaciones de servicio que supuestamente han comprado y vendido combustible robado.
El jefe de la agencia, Santiago Nieto, dijo a principios de este mes que "una gran proporción" de las estaciones de servicio ubicadas cerca de los ductos de petróleo venden combustible robado y que la UIF había detectado 10 mil millones de pesos (US $ 526.5 millones) en fondos vinculados a la comercialización de Robo de combustible y “lavado en el sistema financiero mexicano”.
