La demanda global de petróleo sigue encaminada a cobrar más fuerza este año que en 2018, en tanto el impulso de una merma de los precios del combustible contrarresta la desaceleración de la actividad económica, según la Agencia Internacional de la Energía.
La demanda global de petróleo sigue encaminada a cobrar más fuerza este año que en 2018, en tanto el impulso de una merma de los precios del combustible contrarresta la desaceleración de la actividad económica, según la Agencia Internacional de la Energía.
“Hemos visto una caída muy fuerte de los precios desde comienzos de octubre, y eso está brindando cierto alivio a los consumidores”, dijo Neil Atkinson, director de la división de industria y mercados petroleros de la AIE, este viernes en entrevista con Bloomberg Television.
Con todo, en su informe mensual la agencia reconoció que “la economía mundial no anda muy entusiasta de ánimo” y la perspectiva podría cambiar. Los precios del crudo se mantienen casi 30 por ciento por debajo del pico más alto en cuatro años, alcanzado en octubre, ante la preocupación por el crecimiento económico en China y Estados Unidos, los dos principales usuarios del mundo, que siguen enfrascados en una disputa comercial.
Para impedir que los mercados caigan en un exceso de oferta, el cartel de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados anunciaron fuertes recortes de producción. El consumo de petróleo se expandirá 1,4 millones de barriles por día —un 1,4 por ciento— en 2019, un poco más que la expansión del año pasado, de 1,3 millones, pronosticó la AIE. El crudo Brent cotizaba a casi US$62 por barril este viernes en Londres, mientras que en octubre había superado los US$86.
“Nuestra expectativa de un crecimiento de la demanda global un poco más rápido en 2019 se mantiene pese a que probablemente el crecimiento económico sea más lento que en 2018”, afirmó la agencia. “El impacto del alza de los precios del petróleo en 2018 está disipándose, lo cual ayudará a compensar el menor crecimiento económico”. Recortes Los recortes de producción planificados por la OPEP y sus socios deberían estabilizar los mercados mundiales, aunque el proceso será lento, sostuvo la AIE.
Para implementar plenamente los ajustes que acordó, la OPEP necesitaría eliminar una cantidad significativa, 900.000 barriles por día, este mes, y sus aliados, 370.000 barriles más. Si bien el miembro más grande de la OPEP, Arabia Saudita, ya comenzó a recortar su producción, pérdidas no planificadas se afianzaron en otros miembros, Irán y Venezuela.
Por otro lado, el boom del shale sigue sin pausa en EE.UU., que para mediados de año estará produciendo más crudo que Arabia Saudita y Rusia. La producción en EE.UU. incorporará 1,3 millones de barriles diarios este año, según la AIE, menos que el incremento récord de 2,1 millones de 2018, pero la agencia señaló que una expansión tan veloz era “inesperada”, dado que su estimativa inicial contemplaba un crecimiento de menos de la mitad de eso.
Las refinerías del mundo también tendrán desafíos este año: la industria sumará 2,6 millones de barriles de capacidad diaria de procesamiento, el mayor incremento en los registros de la agencia, fundada en los años setenta. “Para fin de año, todos los operadores de la industria, desde la exploración hasta el refinamiento, quizá se sientan como si hubiesen corrido una maratón”, sostuvo la AIE.