Estos días se ha celebrado la conferencia sobre el cambio climático de la Organización de las Naciones Unidas. Una de las conclusiones ha sido que el calentamiento global es una realidad, a pesar de los negacionistas como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Por suerte, él forma parte de una minoría y las instituciones internacionales ha decidido responder a este fenómeno fomentando una transición energética mediante la que reducir las emisiones de dióxido de carbono.
Naturgy quiere ser protagonista en este proceso a nivel global. Para conseguirlo, en 2022 su mix energético dependerá más de la electricidad (de un 40% a un mínimo del 50%) y el gas perderá peso (del 57% a un máximo del 40%), y se convertirá en una fuente complementaria que sólo se usará cuando escasee la generación eólica o fotovoltaica.
Es decir, el gas será la energía de respaldo de Naturgy, lugar que hasta ahora había ocupado el carbón. Así, tendrá que llegar hasta los rincones que no alcance la electricidad. Por ejemplo, su uso en el transporte todavía produce dudas cuando se trata de medios de traslado pesados y de trayectos largos, pues la tecnología para la movilidad eléctrica aún no ofrece ni la potencia ni la autonomía suficientes.
Sin embargo, Naturgy aporta una solución a este sector, que consume el 40% de la energía en España (más que la industria, 35%, y que los hogares, 25%). Por un lado, en cuanto al transporte terrestre han emprendido iniciativas pioneras en Europa de uso de Gas Natural Licuado (GNL) para trenes. Por otro, en lo que al traslado marítimo respecta, se han aliado con Balearia para desarrollar un buque con motor auxiliar de GNL y que, de este modo, no tenga que consumir combustibles fósiles mientras está atracado en el puerto.
Pero donde más preocupa el daño que está sufriendo el medio ambiente es en los núcleos urbanos. En estas áeras se acumula la mayor parte de la contaminación, sobre todo la provocada por las emisiones de los coches. Para mejorar la salud de las ciudades, Naturgy ha llegado a un acuerdo con Fiat Professional para promover el Gas Natural Comprimido como combustible para vehículos comerciales ligeros, fomentando proyectos de innovación o elaborando infraestructuras de repostaje.
El director de Proyectos de Movilidad de le empresa, Alfonso del Río, ha manifestado que «este acuerdo es buen ejemplo de la preocupación de Naturgy por potenciar la movilidad sostenible, tanto en el ámbito privado como en el profesional. El gas natural como combustible se ha demostrado como muy competitivo y con un papel clave en la mejora de la calidad del aire de las ciudades».
Las soluciones de Naturgy han llamado la atención de numerosas empresas que desean rebajar el consumo energético y la emisión de agentes contaminantes. Entre los que han querido alcanzar la máxima eficiencia y sostenibilidad, se encuentra el Hospital de La Paz (Madrid). Allí se han sustituido todos los derivados del petróleo (como la gasolina o el diésel) por gas natural. Ahora, el centro médico paga un 30% menos de factura energética y rebajará sus emisiones de dióxido de azufre (SO2) en más de 12.000 toneladas anuales.
La implicación de Naturgy en contra del cambio climático se puede comprobar en sus acciones en casi toda la geografía española. Además, la compañía está expandiendo ese mensaje a través de los proyectos con energías renovables que ha impulsado en diferentes regiones. Las costas son zonas ventosas, así que se ha promovido la generación eólica.
Uno de los casos más recientes es el de Agüimes (Gran Canaria), donde Naturgy ha construido un complejo eólico (que suma ocho parques) con 16 aerogeneradores que suman una potencia instalada de 41 megavatios. Esta gran iniciativa ha supuesto a la empresa una inversión de 63,3 millones de euros, y que se espera obtener la generación de 127 gigavatios por hora de electricidad al año. O lo que es lo mismo, el consumo de 50.000 viviendas anualmente. T
ambién en Canarias, el pasado miércoles se puso en marcha el parque eólico Fuerteventura Renovable II, con dos aerogeneradores que suministrarán la energía de 4.000 hogares cada año. Cambiando de dirección, hacia Galicia, en Os Mouriños (La Coruña) se invertirán 10 millones de euros para un proyecto de tres aerogeneradores. Y en A Pastoriza (Lugo) se han invertido 43 millones en un parque eólico con 14 aerogeneradores. El objetivo es que puedan dar energía a 60.000 domicilios al año, además de crear 340 puestos de trabajo en la región.
Viajando más hacia el interior de la Península se encuentran otros casos actuales que demuestran la apuesta de Naturgy por las renovables. En Plasencia (Cáceres), a inicios de 2019 entrará en funcionamiento el parque eólico Merengue para suministrar electricidad a 44.000 hogares. Su construcción, que se está ultimando, ha supuesto 250 empleos para la zona.
Y donde la compañía impulsará en un futuro próximo el mercado laboral es en Navarra, con la creación de 300 puestos de trabajo. Mediante una inversión de 45 millones de euros, en la Comunidad Foral se instalarán 15 aerogeneradores (once en Barásoain y cuatro en Tirapu) para producir 155.000 kilovatios por hora cada año, cuyo destino serán alrededor de 62.000 viviendas.
Claro que, como se suele decir, hay que predicar con el ejemplo. Por eso, Naturgy empieza por aplicar las medidas de sostenibilidad climática en sus propias instalaciones. Cuando se diseña un proyecto para construir sus insfraestructuras en cualquier parte del mundo, se realiza un profundo análisis previo para conocer la compatibilidad ambiental y social del inmueble. Si finalmente cumple con las características necesarias, se dedicará entre el 1% y el 5% del presupuesto en implementar medidas de prevención, correción y compensación de impactos ambientales y sociales.
Pero no sólo prestan especial atención a lo nuevo, también a las instalaciones que abandonarán. Este tipo de actuaciones las centra el carbón, una fuente energética que desaparecerá más pronto que tarde. En Naturgy están desmantelando la Central Térmica de Sabón (A Coruña) mediante un enfoque de economía circular. Además, se ha llevado a cabo la restauración ambiental de la mina de Meirama, en la misma provincia.
