El gobierno de Chile valoró la decisión de la canadiense Teck de iniciar la segunda fase del proyecto minero Quebrada Blanca, tras lograr nuevos socios para financiar la iniciativa.
"El anuncio que hizo la empresa canadiense Teck respecto del inicio del proyecto Quebrada Blanca Fase II, es una noticia muy importante para la minería chilena", dijo el ministro de Minería, Baldo Prokurica.
Además, el secretario de Estado indicó que también es destacable "por la importancia que tiene en materia de inversión, US$5.500 millones, pero también por lo que significa desde el punto de vista de desarrollo de la reactivación económica y de la generación de empleo que en su fase de construcción llegara a 11 mil puestos de trabajo".
En esa línea, Prokurica dijo que "este es un gran día para la minería chilena y vamos a hacer todo los posible para que esto se pueda reiniciar a la brevedad, teniendo como fecha de la primera piedra los primeros meses del próximo año".
El proyecto (QB2) tendría una producción promedio anual equivalente a 316.000 toneladas de cobre fino durante los primeros cinco años. La propiedad del proyecto, una vez aprobada la transacción por reguladores, quedará en un 60% en manos de Teck, un 30% entre Sumitomo Metal Mining/Sumitomo Corporation y un 10% pertenecerá a la minera estatal chilena Enami.
La japonesa entrará a la propiedad de su tercer yacimiento en Chile, pues ya tiene el 20% de Candelaria y el 45% de Sierra Gorda. Su producción atribuible en el país podría alcanzar las 180 mil toneladas.
Tras casi 10 años de desarrollo, el proyecto minero Quebrada Blanca Fase II, que lidera la canadiense Teck, fue aprobado por el directorio de la firma y comenzará en enero con su construcción.
Esto, luego que el grupo japonés Sumitomo llegara a un acuerdo con la norteamericana para adquirir el 30% de la operación minera en US$1.200 millones, recursos que ayudarán precisamente a financiar la inversión en el desarrollo del yacimiento.
Se trata de una operación que nuevamente pone a una minera japonesa como socia de una minera nacional, considerando que la propia Sumitomo tiene el 45% de la minera Sierra Gorda, que controla la polaca KGHM, y el 20% de Candelaria, hoy en manos de Freeport McMoran. Además, otras firmas de ese país como Mitsui y Mitsubishi.
De acuerdo con cálculos de Plusmining, la compañía japonesa acumula hoy una producción atribuible de unas 76 mil toneladas en Chile, lo que representa el 1,4% del total de producción minera local.
A 2022, se espera que aumente en 90 mil toneladas adicionales gracias al 30% de Quebrada Blanca, sumando una producción de entre 160 mil y 180 mil toneladas de cobre, cerca del 3% de la producción chilena anual.
El grupo de empresas Sumitomo -que opera como “keiretsu”, o holding en japonés- tiene intereses en varias otras industrias, aunque la refinería de cobre es una de las principales.
De hecho, este es un modelo recurrente en las empresas japonesas, que mantienen una capacidad de fundición de cobre en torno a 1,5 millones de toneladas de cátodos al año.
Los sectores automotriz, construcción, químico y tecnológico, entre otros, también forman parte del grupo Sumitomo.
El gobierno valoró esta noticia. “El anuncio que hizo hoy la empresa canadiense Teck respecto del inicio del proyecto Quebrada Blanca Fase II, es una noticia muy importante para la minería chilena y además de eso por la importancia que tiene en materia de inversión, US$ 5.500 millones, pero también por lo que significa desde el punto de vista de desarrollo de la reactivación económica y de la generación de empleo que en su fase de construcción llegara a 11 mil puestos de trabajo.
Este es un gran día para la minería chilena y vamos a hacer todo los posible para que esto se pueda reiniciar a la brevedad, teniendo como fecha de la primera piedra los primeros meses del próximo año”, señaló el ministro de Minería, Baldo Prokurica.
En tanto, el presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Diego Hernández, dijo que esta información es una “muy buena noticia” para el país y la industria.
“Se ha cumplido una etapa más en la materialización de este importante proyecto minero que considera una cuantiosa inversión, que trae relevantes beneficios a la región, al país, a la industria proveedora, de ingeniería, etc, debido al efecto multiplicador de la inversión minera. Estamos muy contentos con esta decisión del directorio de Teck”, afirmó Hernández.
En tanto el CEO de la minera Teck, Don Lindsay, dijo que “Quebrada Blanca Fase II es uno de los principales activos de cobre no desarrollados del mundo y esta transacción confirma aún más el valor del proyecto(…) Esta asociación reduce significativamente el riesgo de la inversión de Teck en el proyecto y mejora la economía de nuestro proyecto”.