EMILIO GUIÑAZÚ*
La información es clara y es consistente, se puede hacer minería en Mendoza con respeto y cuidado del ambiente, promoviendo el desarrollo de la provincia sobre todo de aquellas regiones que no tienen otras fuentes de trabajo.
Con las obras de infraestructura que se pueden pagar a partir de los beneficios de la actividad se puede mejorar la disponibilidad de agua en cantidad y calidad a sectores completos que hoy sufren de escasez". Su aporte a la discusión sobre la Evolución de Mendoza.
Después de haber estudiado el tema minería en Mendoza durante más de tres años, de haber escuchado más de 70 conferencias en el Espacio de Diálogo, haber participado en muchos foros internacionales, hablar con expertos de todas las extracciones y de haber escuchado las opiniones de todos los que han participado en las presentaciones para las comisiones del senado, hoy mas que nunca estoy convencido de que podemos hacer minería en Mendoza.
La sustentabilidad de la minería no está en la vida útil de los yacimientos, que en términos prácticos son inagotables en Mendoza, está en los métodos y lugares en donde de hace y las prácticas de control que permiten que la actividad se realice sin comprometer las funciones ambientales.
Los argumentos de los que esgrimen que la minería pondría en riesgo el agua de la provincia no tienen mayor fundamento.
Los consumos de agua de la actividad son insignificantes frente a otros usos, dos ejemplos sirven para entender esta afirmación.
+ Toda la minería de Chile que en su conjunto genera 240.000 empleos y US$ 40.000 millones de dólares de productos para exportación, consume el equivalente al 13% del agua superficial disponible para riego en Mendoza, y atendiendo que la eficiencia de riego no supera el 40%, lo que vemos es que toda la minería de Chile ocupa menos de un cuarto del agua que en Mendoza se pierde por falta de infraestructura e inversiones.
+ Toda la minería de San Juan que genera 3500 empleos directos y 10,000 indirectos y US$ 1.500 millones para la exportación, ocupa la misma cantidad de agua que una finca de 150 ha que en el mejor de los casos generaría 10 puestos de trabajo y produce menos de USS 1MM de producto.
+ El consumo de agua humano en Mendoza es del orden del 2% de la oferta hídrica y esta priorizado por ley y el mayor riesgo para la calidad de esta agua, son los efluentes cloacales, o sea la falta de inversiones en infraestructura.
+ En Mendoza los cupos de agua para todo uso los otorga el Departamento General de irrigación siguiendo los lineamientos de la ley de agua que especifica claramente las prioridades de los mismos.
Mendoza y Argentina cuenta con mejores herramientas que las que teníamos hace 10 años para evaluar los proyectos y controlar la actividad.
+ Ley de Ordenamiento territorial
+ Inventario de Glaciares
+ Política para el desarrollo Minero en la Provincia
+ Nuevo pacto federal minero.
+ Muchas más herramientas tecnológicas para controlar y las experiencias malas y buenas del resto de las provincia para aprender.
Las modificaciones propuestas de ninguna manera afectan ni el espíritu ni el objetivo original de la ley que es proteger el agua ya que reafirman la prohibición del uso del cianuro, el ácido sulfúrico el mercurio y cualquier otra sustancia peligrosa en aquellas zonas en las que pueda afectarse el recurso hídrico, pero habilita a trabajar en aquellas regiones en la que no exista potencial de afectación del agua.
Entonces, si el agua no está en riesgo, si se ha demostrado que los consumos de agua de esta industria son compatibles con la realidad hídrica de la provincia e inclusive pueden ayudar a mejorar la situación a través de obras de infraestructura, que la minería genera empleo y oportunidades de crecimiento y movilidad social, por que hay sectores que se oponen férreamente al desarrollo de la actividad?
Hemos tenido la suerte de escuchar a los más importantes pensadores del movimiento ambientalista argentino, y dejaron muy claro que la oposición a la minería tiene sus raíces en una discusión más profunda que es la discusión de un modelo de desarrollo alternativo para el mundo, no para Mendoza, no para Argentina.... sino para el mundo.
Respeto esa posición, pero hasta ahora no se ha logrado entender cuál es la propuesta alternativa de desarrollo que nos ayudará a sacar a los mendocinos de la pobreza, generarles oportunidades de crecimiento a nuestras empresas, atraer las inversiones necesarias para superar nuestras limitaciones estructurales y un largo etcétera que es lo que estamos hoy tratando de resolver.
Las soluciones a los problemas que plantea el aumento de población y de su esperanza de vida no la vamos a encontrar retrotrayendo el nivel de desarrollo al siglo XIX, sino buscando las soluciones a través de nuevas tecnologías y obviamente también a través de la mayor concientización en lo niveles de consumo, pero no retrocediendo a la era preindustrial. Las energías renovables, los sistemas de comunicación y de transporte, la medicina, la producción de alimentos, son todas muestras de que podemos llegar a resolver los problemas del mundo mirando para adelante y no mirando para atrás.
Es falsa la dicotomía que usa el miedo como herramienta.
+ la minería y el ambiente son perfectamente compatibles,
+ la minería y el resto de los sectores económicos de la provincia no compiten, se complementan,
+ la minería no pone e riesgo ni al agua ni al ambiente para cualquier otra actividad productiva de la provincia
+ la minería puede controlarse como controlamos al sector petrolero hace 70 años.
La información es clara y es consistente, se puede hacer minería en Mendoza con respeto y cuidado del ambiente, promoviendo el desarrollo de la provincia sobre todo de aquellas regiones que no tienen otras fuentes de trabajo. Con las obras de infraestructura que se pueden pagar a partir de los beneficios de la actividad se puede mejorar la disponibilidad de agua en cantidad y calidad a sectores completos que hoy sufren de escasez.
Si estas propuestas de modificación pueden ser mejoradas, que se presentan las alternativas, pero no podemos caer en "no por el no" mismo, en una declaración dogmática que no resuelve los verdaderos problemas de la Provincia.
Tenemos la oportunidad de transformar Mendoza en un modelo de crecimiento sustentable que genere oportunidades de crecimiento a sus habitantes y que salga del circulo cada vez más pequeño en el que venimos corriendo hace una década y que indefectiblemente terminará sofocando aquellos principios que queremos defender.
*Ingeniero MBA DUXX Subsecretario Energía y Minería Mendoza
RICARDO OLIVERA*
Como tantas otras paradojas a las que conduce la ignorancia, mucha gente supone que la minería es casi la contracara, el revés de la moneda de la pureza del medio ambiente.
Esto viene porque antiguamente, como ocurría también con otras explotaciones industriales de todo tipo, se abandonaban residuos y se vertía los desechos a los cauces de los cuales se proveía el agua para beber.
Esta práctica valía también para los residuos domiciliarios y es famoso lo que ocurría en Londres, ciudad en la cual los ciudadanos bebían cerveza antes que agua para evitar enfermedades. Claro, la diferencia estaba en que para producir cerveza había que hervir el agua. Las cosas han cambiado para mejor en todos los sentidos, la tecnología ha abaratado costos y ahora se conoce que los residuos se pueden reciclar y volver a utilizar.
Nadie admite la contaminación ni siquiera visual. No obstante, tanto sea por las viejas películas de espías en que los enemigos del protagonista mueren envenenados por cianuro o arsénico, como por montañas de residuos que todavía quedan de épocas pasadas, en nuestro caso los montes negros de las explotaciones de sulfato de aluminio que vemos camino a Barreal, la minería en general mantiene un grado relativamente alto de "mala prensa".
A tal fundamentalismo llegan algunas posturas, que ni siquiera admiten que el fuerte económico de nuestro país está fundado en recursos naturales como el petróleo, la minería, la pesca, la explotación de la plataforma submarina y, por supuesto el campo de la pampa húmeda.
Son ventajas comparativas que permitirían desarrollar trabajo en servicios asociados a esos bienes que nos ha regalado Dios, como lo hacen hoy Australia, Nueva Zelanda, Noruega y, sin ir más lejos, Chile, que vive del cobre, la pesca y la fruta sin tener industria manufacturera. ¿Alguna vez vieron un producto que diga "made in Chile"? Volvamos al tema. Hoy se hace evidente que necesitamos producir energía "limpia", es decir, sin contaminar el ambiente quemando petróleo o sus derivados, que ha sido la forma en que la humanidad ha crecido de pequeños villorrios concentrados en Europa a los actuales más de 8 mil millones de habitantes distribuidos en todo el planeta.
Uno de los problemas más urgentes a resolver es encontrar la manera de generar energía, que es materia prima transversal a toda actividad económica. Si fuera posible, hallar la forma de producirla de modo infinito, porque nuestra demanda no tiene ni tendrá límite, cada vez queremos estar más iluminados, enfriados, calentados, entretenidos, y para todo eso hace falta energía. Poco sentido tiene mover autos con electricidad si esa electricidad es generada con plantas térmicas, quemando fuel oil.
En algún momento se pensó en la energía nuclear, hoy casi descartada por peligrosa, hasta que descubrimos que había otra, que estaba allí frente a nuestra vista, que era gratis e infinita: el Sol.
Esta semana se comenzó a hacer realidad un capítulo muy importante en el departamento Iglesia, que es uno de los lugares del mundo con mayor irradiación, como que en esta semana tenemos un promedio de índice UV para cualquiera de sus zonas de nivel 14, que es extremo, siendo normal en cualquier otra parte, de 4 ó 5. Como resultado de un fideicomiso de 50 millones de dólares que está siendo integrado por Minera Andina del Sol, que administra Veladero, se financiará la instalación de una línea de 500kV no para traer, sino para exportar al resto del país y el mundo lo suficiente para abastecer una población de 500 mil habitantes, lo mismo que tiene hoy el Gran San Juan. Hoy, ya hay disponibles paneles para aprovechar luminosidad y calor del sol para la décima parte, 55.000 personas, en Guañizuil, la vieja estancia que los Cantoni.
Ahora en manos de la familia Grau, desde ese lugar este emprendimiento no sólo dará mejor calidad y estabilidad para las necesidades de la zona, sino que podrá abastecer a otras poblaciones del país. Pero ocurre que, para poder transformar el calor del sol en energía eléctrica en cantidades sin límite hacen falta no menos de 15 minerales que necesariamente deben salir de la actividad extractiva. Los más conocidos, litio, que es imprescindible para las baterías modernas, silicio que es materia elemental de los paneles solares, cobre para transportar ese flujo a grandes distancias, es decir, para construir un mundo más amigable desde el punto de vista del medio ambiente, hace falta mucha más minería que es, felizmente, lo que a nosotros nos sobra.
El juicio de quienes están o estuvieron en contra de la minería está o estuvo obnubilado por la ideología y el error de mirar un pequeño aspecto de la realidad y no alejarse un poco del árbol de enfrente para poder ver el conjunto del bosque. Para cuidar la casa común, como nos pidió Francisco en Laudato Si y sin desprendernos de nuestras aspiraciones y comodidades, la minería es una aliada necesaria. Si ya resultara imposible vivir sin sus derivados, más imprescindible será su explotación a medida que pase el tiempo. Sin minería, no habrá manera de conseguir energía, el combustible del motor de nuestro bienestar.
* Periodista