Las estimaciones apuntan a que la cifra de demanda de plata por parte del sector industrial va a elevarse a finales de 2018 a un máximo histórico de 514 millones de onzas (15.987 toneladas). Gran parte de la responsabilidad de este incremento hay que atribuirlo a la expansión industrial de China, que le está obligando a acaparar una buena parte de la producción de plata.
La plata es, además de un metal precioso, un metal con importantes aplicaciones industriales. Una parte importante de su demanda anual procede de diversos sectores de la industria, cada vez más dependientes de esta materia prima.
Según el último informe Precious Metals Weekly, publicado por la consultora Metals Focus, la demanda de plata por parte del sector tecnológico va a batir récords en 2018, elevándose hasta casi 16.000 toneladas. Esto significa que, durante los últimos cuatro años, esta demanda por parte de la industria se ha incrementado nada menos que en 70 millones de onzas, el equivalente a unas 2.200 toneladas.
El informe señala que se han producido importantes cambios entre los principales consumidores industriales de plata. En concreto, el sexto mayor demandante, Corea del Sur, con importantes compañías tecnológicas como Samsung o LG, ha registrado una importante caída en cuanto a la cifra de polvo de plata importada, según los últimos datos del servicio de aduanas.
En concreto, las importaciones de polvo de plata por parte de Corea del Sur durante los primeros nueve meses de 2018 fueron de 542 toneladas, un 26% menos que en el mismo periodo de 2017. Para el conjunto del año se espera una caída superior al 20%, por segundo año consecutivo.
Una de las causas de esta caída hay que buscarlas en China, el tercer mayor importador mundial de plata para la industria y el mayor consumidor de componentes industriales que contienen plata.
Los datos de China son reveladores: sus importaciones de polvo de plata se han incrementado durante los últimos dos años, desde 1.730 toneladas de 2015 a 2.796 en 2017, por el aumento de la capacidad de producción de pasta de plata para aplicaciones fotovoltaicas.
Corea del Sur se beneficia de una cadena de suministro integrada para la mayoría de las aplicaciones industriales de plata: los productores locales tienen capacidad para satisfacer la demanda final de contactos eléctricos, aleaciones de soldadura, materiales de revestimiento, pulverizados y cables.
Según el informe de Metals Focus, la demanda de plata de uso industrial por parte de Corea representa el 4% de la cifra global, que está acaparada en un 70% por Estados Unidos, China y Japón, con una demanda conjunta de 10.900 toneladas.
Desde la consultora apuntan que la tendencia de China a incrementar su producción de pasta de plata, una materia prima esencial para la industria electrónica, está desbancando a competidores de otros países, con más de 20 empresas productoras de primer nivel. Además, las empresas extranjeras del sector se ven penalizadas al tener que cumplir severos requisitos y pagar unos impuestos de aduanas del 6,5%. Por ello, empresas como Samsung se ven obligadas a invertir en producción de pasta de plata en China.
Ello va a suponer que las importaciones de polvo de plata por parte de Corea del Sur se sigan reduciendo progresivamente, aunque ello no significa que el país pierda presencia como un importante actor en el sector industrial.
Lo que ocurrirá, según pronostican desde Metals Focus, es que las empresas coreanas se verán obligadas a invertir cada vez más en China, que mantendrá su posición de privilegio como el mayor consumidor mundial de productos industriales de plata.