La ahora fallida iniciativa de una megaplanta de 650 megavatios (MW) en Buenos Aires de Puntarenas, se descartó luego de analizar una caída en el consumo nacional de energía y una capacidad eléctrica instalada suficiente para atender la demanda de próximos años.
El proyecto hidroeléctrico más grande de Centroamérica fue suspendido por el gobierno de Costa Rica. El proyecto hidroeléctrico El Diquís, con una inversión calculada en US$2.100 millones y rechazado por comunidades indígenas, fue suspendido de forma indefinida.
“Se da una suspensión indefinida del proyecto hidroeléctrico El Diquís, esto significa el cierre inmediato (…) que no vamos a continuar con el mecanismo de consulta indígena, que no se va a finalizar la etapa de factibilidad ambiental, y que tenemos que pasar a gasto US$146 millones en nuestros estados financieros”, declaró la presidenta del estatal Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), Irene Cañas.
La ahora fallida iniciativa de una megaplanta de 650 megavatios (MW) en Buenos Aires de Puntarenas se descartó luego de analizar una caída en el consumo nacional de energía y una capacidad eléctrica instalada suficiente para atender la demanda de próximos años.
La funcionaria agregó que, por las mismas razones, también se atrasa por tres años el ingreso del proyecto geotérmico Borinquen I, en Cañas Dulces de Liberia, Guanacaste respecto al plan anterior (ahora entraría en el 2026 y no en 2024), reveló Estrategia y Negocios.
Estas plantas representan costos operativos fijos, sin generar energía, en el rango de ¢1.800 millones y ¢1.200 millones respectivamente, afirmó la presidenta del ICE.
El desarrollo El Diquís estaba suspendido desde 2011 para avanzar en una consulta con grupos indígenas de las localidades cercanas, que lo rechazaban por considerar que causaría daños al medioambiente y la cultura.
El Diquís es un proyecto de 650 megavatios, planteado desde 2006 en la zona sur del país.
Hace unas semanas, el ICE solicitó a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) un alza del 13% en los recibos de luz para sus 780.000 abonados que aplicaría a inicios del 2019. La Aresep todavía analiza ese ajuste.
Jesús Orozco, gerente corporativo de finanzas del ICE, informó de que el Grupo ICE proyecta para este año 22% de pérdidas que representaría unos ¢314.000 millones.
De ese monto, únicamente por variaciones en el tipo de cambio del dólar respecto al colón, están contemplados ¢144.000 millones; 46% del total.
En los últimos tres años, el pago de la deuda del Instituto reportó un fuerte incremento.
La empresa estatal canceló ¢177.780 millones de intereses y comisiones de sus créditos y bonos de deuda en 2017. Eso es 87% más frente a los ¢95.111 millones pagados en el 2014.
Los voceros del ICE explicaron que con la cancelación de El Diquís, la suspensión temporal de otros y el cierre de instalaciones ineficientes se reducirá el nivel de endeudamiento del Grupo y abre una ventana de tiempo mientras se sanean las finanzas de la empresa.
Por ejemplo, se coordinará mejor el trabajo de Cable Visión con Telecomunicaciones y se harán mejoras en la estructura organizativa de la empresa.
En próximas semanas, aseguró Cañas, el Grupo ICE presentará su Estrategia Corporativa 2019–2023 centrada en el principio de sostenibilidad de su operación.
Según la jerarca, ahora la prioridad del Grupo es buscar fortalecer su transparencia, propiciar la integración de sus empresas y aumentar la calidad de sus procesos.
Para esto, enfocará sus esfuerzos en obtener la estabilización financiera, afianzar su eficiencia operativa y alcanzar la evolución de sus negocios.
Cañas explicó que la capacidad de generación eléctrica instalada en Costa Rica ha crecido 46% del 2008 al 2017; suficiente para atender la demanda por varios años. Por esa razón, el ICE también ajustó su Plan de Expansión en Generación 2018 (PEG 2018); un documento que sirve como hoja de ruta al ICE para planificar sus inversiones.
En el nuevo documento, ya no figura El Diquís pero sí aclara que en los próximos 17 años se irán adicionando hasta 653 MW de nueva capacidad al Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
De acuerdo al PEG 2018, el SEN adicionará hasta el año 2034 un total de 280 MW en plantas eólicas, 165 megavatios a geotérmicas, 161 megavatios a solares y 47 megavatios a hidroeléctricas. Además, tampoco se ampliará la capacidad de respaldo térmico; una previsión todavía planteada en versiones hasta el 2016 del PEG.