México y Perú lideran clúster de los metales preciosos en América Latina y el Caribe. Los metales preciosos se encuentran en estado puro en la naturaleza (es decir, no combinados con otros metales) y tienen un alto valor económico debido a su escasez.
Este grupo incluye el oro, la plata, el platino, el rodio y el paladio. Los metales preciosos se han utilizado desde la antigüedad como reserva de valor y en la fabricación de joyas.
Los metales preciosos se han utilizado desde la antigüedad como reserva de valor y en la fabricación de joyas. Además, tienen múltiples aplicaciones industriales. Por ejemplo, la plata es un insumo básico en las industrias fotográfica y electrónica, mientras que el platino se emplea en la industria química, en la fabricación de equipos de laboratorio, en la electrónica y en odontología, entre otras aplicaciones.
Por su parte, el paladio se utiliza en relojería, electrónica, odontología y en la elaboración de instrumentos quirúrgicos, entre otros usos.
De acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), México y el Perú son los principales exportadores regionales de este clúster. Cada uno representa en torno a la cuarta parte del valor total de los envíos, consignó Opportimes.
El grueso de los envíos en ambos países se concentra en productos semielaborados, como oro chapado con platino, polvo de diamante, polvo de plata y metales revestidos de oro.
Este patrón se observa en los 15 principales países exportadores de metales preciosos de la región, excepto Guatemala, el 81% de cuyas exportaciones corresponden a oro en bruto.
Entre los 15 principales exportadores, hay 5 países para los que los metales preciosos representan el 20% o más de sus exportaciones totales de bienes: Bolivia, Guyana, el Perú, la República Dominicana y Suriname.
La minería de metales preciosos es una actividad económica de gran relevancia, sobre todo en los países andinos y centroamericanos, donde han proliferado operaciones informales (y en algunos casos, ilegales) de minería a pequeña escala, especialmente en la extracción de oro.
Se estima que alrededor del 28% del oro extraído en el Perú, el 30% en Bolivia, el 77% en el Ecuador, el 80% en Colombia, y entre el 80% y el 90% en Venezuela, se produce ilegalmente. La minería ilegal de oro emplea a cientos de miles de trabajadores en toda la región.
Por otra parte, las técnicas de extracción artesanales empleadas involucran el vertido de grandes cantidades de mercurio y cianuro, con la consiguiente contaminación del agua y la tierra y sus efectos nocivos para la salud humana y el medio ambiente.