Fortín de Piedra, en Neuquén y Campo Indio Este, en Santa Cruz, explican la mayor parte del aumento de producción gasífera, a partir de los precios de estímulo. Por otro lado, el impacto de las tarifas retrae la demanda del mercado interno.
“El hecho de que el consumo de gas natural continúe disminuyendo en los últimos doce meses para la demanda residencial (lo hace desde el mes de abril de 2017), indica que los hogares han dado repuesta al incremento de precios disminuyendo cantidades demandadas, mientras que el aumento en la demanda industrial podría estar relacionado al crecimiento de la economía y la industria en el mismo periodo”, sostiene el informe “Tendencias del Sector Energético”, elaborado por el Instituto de la Energía Gral. Mosconi con datos actualizados al mes de julio.
En los últimos doce meses a mayo de 2018, el gas entregado a los usuarios residenciales muestra una significativa disminución del 7,2% respecto a igual periodo del año anterior, mientras que la industria aumentó 7,1% su consumo respecto a igual periodo del año 2017.
Por otra parte, las centrales eléctricas incrementaron el consumo de gas natural un 6,1% en los últimos doce meses corridos. Este crecimiento de consumo de gas natural en centrales térmicas refleja un proceso de sustitución entre combustibles al interior del sector energético.
El informe da cuenta también de la marcada diferencia entre los precios de referencia del gas en el mercado internacional y los que rigen en el mercado interno de Argentina, que son marcadamente más elevados.
Así, mientras el precio spot del gas natural Henry Hub fue de US$ 2,97 MBTU en mayo de 2018, manteniéndose igual frente al mismo mes del año pasado, en Argentina hay distintos valores de referencia. En boca de pozo, según surge de los ingresos por regalías gasíferas en las provincias, el valor de referencia es de 4,13 dólares por millón de BTU, tomando como referencia los valores al mes de enero de este año.
Por otra parte, el Precio de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), que es el que pagan los usuarios residenciales, fue de US$ 4,68 MBTU. Estos precios, por encima de las referencias internacionales y atados al dólar y a los impactos de la devaluación, explican en buena parte los incrementos de tarifas y la menor demanda de uso del insumo en los hogares.
El dato positivo es que la producción de gas sigue creciendo. En junio se incrementó 8,2% respecto al mismo mes de 2017, acumulando siete meses de incrementos interanuales consecutivos. La producción acumulada en los últimos doce meses a junio aumentó el 1,8% respecto a igual periodo del año anterior.
En julio, según datos divulgados por la Secretaría de Energía de la Nación, la producción gasífera volvió a crecer, en este caso un 7% respecto a igual mes del año pasado, mientras que en el período enero-julio el aumento fue de casi 5% respecto a igual período del año pasado.
Las compañías que más crecieron en producción de gas fueron Tecpetrol, en Fortín Piedra, provincia de Neuquén, con 332 millones de metros cúbicos, lo que significó un incremento del 147% respecto a igual mes del año pasado; le sigue CGC, con 133 millones de m3, de Campo Indio Este, en Santa Cruz, con un incremento del 59%.
Así, entre ambas compañías explican el 92% del incremento de la producción de este hidrocarburo, en base a la política de precios estímulo que garantiza US$ 7,5 por MBTU (el Estado cubre vía subsidios la diferencia entre ese valor y el que se le reconoce al ingresar a los distintos segmentos del mercado).
Por otra parte, el informe del IAE Mosconi señala que la producción de petróleo aumentó en junio de 2018, acumulando cuatro meses de incrementos interanuales consecutivos. La producción acumulada de los últimos doce meses a junio disminuye respecto a igual periodo del año anterior.
En el mes de junio de 2018 la producción de petróleo tuvo un incremento interanual de 5,1% respecto al mismo mes de 2017, siendo el cuarto mes consecutivo de aumento interanual en la producción.
Sin embargo, para analizar este dato debe tenerse presente que en junio de 2017 la producción de petróleo tuvo una caída del 7,8%, con 21 meses con variaciones interanuales negativas, es decir, el nivel de producción en junio de 2017 estuvo entre los más bajos de la última década.
Por otra parte, la producción acumulada de petróleo durante los últimos doce meses fue un 1,5% inferior a la de igual periodo del año anterior.
En mayo a producción de petróleo no convencional aumentó 38,5% respecto a igual mes del año anterior, según datos preliminares de la Secretaría de Energía de la Nación. En el acumulado de los últimos doce meses a mayo de 2018, el incremento fue de 27,4% respecto a igual periodo del año anterior.
En el mes de mayo de 2018 la producción no convencional representó el 12,4% del total, mientras que en el acumulado del último año móvil a mayo fue del 10,6% del total producido.
La producción de petróleo no convencional se incrementó 38,5% debido al aumento del 36,6% interanual en el Shale -que representó el 10,4% de la producción total de mayo- y al 49,5% en el Tight -que representó el 2% de la producción total de marzo-.
A diferencia de Chubut, que viene reflejando un crecimiento sostenido en la producción de petróleo durante 2018, Santa Cruz continúa experimentando un retroceso en la cantidad de petróleo extraído en los primeros siete meses del año en curso, pese a la clara mejora de los precios del mercado internacional.
Entre enero y julio, Santa Cruz perdió 1,5 millones de barriles respecto de igual lapso del año pasado, que su vez fue más bajo que los precedentes, lo que representa un 7% de retroceso. Por otra parte, la provincia dio un importante salto en la producción de gas.
El impacto de los mejores precios del petróleo en el mercado internacional, que se viene recuperando desde mediados del año pasado, todavía está lejos de reflejarse en la producción petrolera de Santa Cruz, que si bien ha experimentado mejoras en la extracción de gas, a partir del precio de incentivo para favorecer la producción no convencional en la cuenca Austral, sigue bajando en la cuenca San Jorge.
Entre enero y julio de este año la producción fue de 3,1 millones de metros cúbicos, lo que significa un retroceso del 7% frente a los 3,3 millones de igual lapso del año pasado. Esa cifra, incluso, era inferior a los 3,6 millones de m.3 de 2016 y los 3,8 millones enero julio 2015. La diferencia es que si bien el año pasado podía enmarcarse la caída productiva en la crisis de precios, en la actualidad ese elemento ya no es suficiente para explicar el fuerte deterioro productivo. Los 243.000 cúbicos menos que se extrajeron en estos siete meses equivalen a algo más de un millón y medio de barriles de petróleo, mientras que si la comparación se hace frente a 2014,la caída es de un 21%, ó 5,1 milllones de barriles perdidos.
Vale recordar que Chubut, tal como informó ADNSUR, mantiene una tendencia contraria, ya que ha logrado incrementar su producción de petróleo en un 7%, si bien tiene retroceso en la producción de gas.
Por su parte, Santa Cruz sí refleja un crecimiento en la producción de gas, a partir de la política nacional de incentivo a la producción en áreas no convencionales, con buenos indicadores productivos hoy en la cuenca Austral: en este caso, la mejora es de un 7% respecto de enero julio del año pasado, con una producción que en ese lapso acumuló 2.269 millones de metros cúbicos. Ese salto positivo se da no sólo frente al año pasado, sino también en relación a 2014, frente al que resulta incremental en un 2%.