La relación oro-plata en los mercados de metales preciosos ha sido uno de los indicadores técnicos de compra más fiables para el denominado “metal pobre”, cada vez que la relación sube por encima del ratio 80. Esta relación ahora se ha disparado por encima de 85, que es el nivel más alto de todo este año 2018. De hecho, hay que retroceder 27 años, hasta 1991 para que la proporción sea más alta de lo que es hoy.
La relación oro-plata es una poderosa señal comercial que puede ayudar a identificar oportunidades de compra o venta en el sector de los metales preciosos. La correspondencia representa la cantidad de onzas de plata que se necesita para comprar una onza de oro. Puede sonar simple, pero esta relación es más poderosa de lo que parece a primera vista.
Este nexo aplicado a los minerales existente en la corteza terrestre es de 17,5: 1; es decir, por cada 17,5 toneladas de plata a la espera de será extraídas, hay una tonelada de oro a la espera de ser sacada a la superficie. En la época romana, la relación de precios se estableció en 12 a 1. En 1792, en los Estados Unidos, la relación de precios estaba fijada por ley en 15: 1, lo que significaba que una onza troy de oro valía 15 onzas troy de plata. La relación de precios durante el siglo XX, sin embargo, fue de 47: 1.
En los últimos 20 años, la proporción promedió aproximadamente en un 60: 1. Por lo tanto, la proporción actual de 85 es muy alta históricamente y casi un 60% por encima del promedio de los últimos 20 años. La proporción indica que, en este momento, la plata está extremadamente infravalorada en relación con el oro, señaló Oro Información.
El máximo histórico de la relación entre el oro y la plata ocurrió en febrero de 1991, en el punto álgido de una recesión económica. El retroceso ocurrido a principios de la década de 1990 duró de julio de ese año a marzo de 1991, y fue impulsada por una política monetaria restrictiva y la invasión de Kuwait por parte de Irak en el verano de 1990.
En el pasado, la relación entre el oro y la plata aumentó en momentos de inestabilidad económica o recesión. Esto tiene sentido ya que, en general, el oro se considera más como un activo de refugio seguro que la plata, y los inversores institucionales mueven los fondos principalmente hacia el rey de los metales por seguridad. Además, casi el 50% de la demanda de plata es industrial, por lo que la contracción económica impactaría el precio más severamente.
El precio de la plata, cayendo más rápidamente que el precio del oro o subiendo más lentamente que éste, aumenta la proporción. Es decir, necesariamente se necesita una cantidad cada vez mayor de onzas de plata para comprar una onza de oro durante estos períodos.
Sin embargo, el actual aumento del ratio del oro a la plata está ocurriendo sin una gran crisis de por medio, a medida que el crecimiento económico repunta y los principales índices bursátiles alcanzan nuevos máximos históricos.
Parece un poco evocador del período de 1982 a 1987, que culminó con el colapso del mercado de valores del famoso lunes negro. La relación también aumentó entre 1988 a 1990, nuevamente llevando a una importante corrección del mercado de valores.
¿Por qué los inversores estarían favoreciendo el oro tan fuertemente sobre la plata durante un momento de crecimiento económico saludable?
Las cifras fundamentales de oferta y demanda no respaldan el rendimiento superior del oro frente a la plata. La demanda del primer metal cayó un 7% en 2017, mientras que la demanda del segundo cayó solo un 2%. El suministro de oro y plata cayó un 4% en 2017, según las estimaciones del Consejo Mundial del Oro y el Instituto de la Plata.