Una flota de diez camiones fuera de ruta permitirá retirar más de 10 millones de toneladas de roca estéril por año.
En septiembre aumentará el ritmo de remoción de escombros en Cerro Amarillo por parte de la empresa chilena a cargo de Los Pelambres.
Culminada la Fase I del plan de trabajo, se trasladaron al lado chileno más de 1.300.000 toneladas de material estéril. Antofagasta Minerals empleó cinco camiones de 100 toneladas de capacidad cada uno para dar cumplimiento a lo estipulado.
A partir del 1 de septiembre comenzó la Fase II del plan de retiro. Involucra una flota de diez camiones fuera de ruta de 240 toneladas de capacidad. Así, retirarán más de 10 millones de toneladas de roca por año.
San Juan marcó un hito en la historia de la minería argentina cuando, en defensa de la soberanía, la minería sustentable y en resguardo del medio ambiente; logró obligar a la operadora de Los Pelambres a trasladar la escombrera a suelo chileno.
El botadero en Cerro Amarillo, en territorio calingastino, fue construido sin ninguna autorización.
Desde el inicio de su gestión el gobernador Sergio Uñac encaró el litigio realizando numerosas gestiones junto al ministro de Minería, Alberto Hensel.
El juez federal Leopoldo Rago Gallo, por pedido de Fiscalía de Estado de la Provincia y el fiscal federal Francisco Maldonado, dispuso una medida cautelar para que Los Pelambres sacara el material estéril acumulado. Previo a ello la firma debía confeccionar un plan revisado por peritos del Ministerio de Minería y los designados oficialmente.
Ante la Cancillería Argentina Uñac y Hensel gestionaron los mecanismos binacionales para que la operadora chilena se haga cargo del traslado de pasivos ambientales a un lugar pertinente en su territorio.
El plan de retiro implica un plazo de cinco años y medio, con uno más de prórroga en caso de que sea necesario ante contingencias climáticas.
Los Pelambres deberá comunicar al magistrado todo tipo de contingencia que pudiera poner en riesgo la continuidad y el desarrollo del plan.
Todas las tareas de limpieza y de perforaciones de pozos de agua subterránea para control se monitorean desde San Juan con tres videocámaras en Cerro Amarillo.
Una es propia del Ministerio de Minería y dos fueron instaladas por la empresa. Todas están emplazadas en territorio argentino y son operadas por la autoridad minera sanjuanina.
Esa labor de control ambiental se complementa con las inspecciones al terreno y la verificación de los informes trimestrales que presenta la empresa