Petrobras estima una disminución de la deuda neta a US$69.000 millones a finales de 2018, frente a los US$ 85.000 millones en 2017, como resultado del programa de gestión de endeudamiento.
Además de reducir la deuda, la estatal está alargando sus deudas, de acuerdo con una presentación divulgada antes del evento con inversores en Sao Paulo este lunes.
De 2016 a 31 de agosto de 2018, la estatal contabilizó emisiones de US$22.000 millones en el mercado de capitales internacional, recompras de US$28.000 millones y US$7.000 millones en "exchange", considerando el intercambio de títulos con vencimientos en 2019, 2020 y 2021 para papeles venciendo en 2025 y 2028.
La empresa también reportó US$24.000 millones en captaciones en el mercado bancario en el mismo período, además de US$36.000 millones en prepagos y la extensión de vencimientos de US$6.000 millones, precisó Reuters.
La empresa reafirmó que busca reducción del indicador de apalancamiento, medido por la deuda neta / Ebitda, a 2,5 veces, hasta el nivel de sus pares globales.
El endeudamiento proyectado para el final del año aún está por encima de lo registrado en 2010 y 2011, de US$37.000 millones y US$55.000 millones, respectivamente, pero por debajo del pico de US$106.000 millones en 2014, cuando la empresa sufría los efectos de la operación Lava Jato.
El cronograma de amortizaciones apunta a un escenario relativamente más tranquilo en los próximos años, fruto de la gestión del endeudamiento, en la comparación como la perspectiva que se tenía al final de 2015.
La petrolera aún previó flujo de caja libre de US$15.000 millones en 2018, ante US$13.900 millones en 2017. La empresa viene registrando flujo de caja libre positivo desde 2015.
FP