Los mercados emergentes están atravesando un año complicado, debido a la subida de los tipos de interés, la guerra comercial y la subida de los precios del petróleo. Si estos mercados siguen sufriendo estas dificultades, el crecimiento económico global podría resentirse y el consiguiente impacto en los mercados de capitales podría desviar a los inversores hacia un activo refugio como el oro.
En la última edición de su Precious Metals Weekly, la consultora especializada en metales preciosos Metals Focus subraya que la Reserva Federal estadounidense ha estado subiendo los tipos de interés durante los últimos dos años, coincidiendo con la recuperación económica del país y con la caída de la tasa de paro a mínimos históricos.
En este momento, los tipos se encuentran entre el 1,75 y el 2%. Con la tasa de inflación cerca del objetivo fijado por la Fed, se esperan todavía otras dos subidas de tipos de interés en lo que queda de año, señalo Oro Información.
Según los analistas de Metals Focus, la salida de los inversores de los activos relacionados con estos mercados emergentes han debilitado la divisa de la mayoría de estos países. En concreto, Turquía o Argentina, países con una enorme deuda en dólares, han sufrido especialmente: la lira turca ha caído un 75% en lo que llevamos de año, mientras que el peso argentino se ha depreciado entre un 19 y un 38% con respecto al dólar.
Por otro lado, las tensiones comerciales han supuesto una amenaza adicional este año: el incremento de la tensión entre Estados Unidos y China ha provocado una mayor presión vendedora sobre los mercados emergentes. Tanto el yuan chino como la rupia india o la rupia indonesia han sufrido las consecuencias, en forma de importantes devaluaciones.
Desde Metals Focus señalan también que la reciente escalada del precio del petróleo (el Brent ha subido un 16% en lo que llevamos de año) ha supuesto otro golpe a los mercados emergentes, que tienen una importante dependencia de las importaciones de petróleo, como la India, Turquía e Indonesia, y ha provocado que sus divisas estén registrando mínimos históricos respecto al dólar.
Uno de los factores que más ha influido en la subida del petróleo ha sido la decisión de la administración Trump de retirar a los Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán, país que ocupa el tercer puesto entre los miembros de la OPEP, con 3,8 millones de barriles diarios, que representan alrededor del 12% de la producción conjunta.
Las sanciones impuestas por Estados Unidos a Irán no comenzarán a aplicarse hasta el próximo mes de noviembre, aunque ya están dejándose sentir: las exportaciones de petróleo iraní se redujeron hasta los 2,1 millones de barriles en agosto, su cifra más baja desde el mes de marzo de 2016.
Las exportaciones hacia su principal destino, Asia, se redujeron hasta 1,1 millones de barriles, en comparación con los 1,8 millones del mes anterior. Según Metals Focus, durante el anterior periodo de sanciones económicas a Irán, las exportaciones de petróleo del país se redujeron de 3 a 1 millón de barriles. De hecho, los mercados ya han descontado la posibilidad de que esto vuelva a suceder.
Además, el informe subraya que la incertidumbre económica y política de Venezuela ha afectado a la producción petrolera del país, que se ha reducido en medio millón de barriles en lo que llevamos de año, hasta 1,27 millones.
Según Metals Focus, estos factores que han afectado a los mercados emergentes podrían impactar también en el crecimiento económico global: la subida de precios del petróleo podría provocar una subida de la inflación, lo que se puede ver agravado por la debilidad de las divisas.
Por otro lado, el empeoramiento de los déficits comerciales de los países importadores de petróleo va a provocar que sus economías sean más vulnerables a las subidas de tipos en los Estados Unidos. Esta debilidad de los mercados emergentes podría contagiar a los países industrializados, en un momento, además, en que la economía global se ve amenazada por las tensiones comerciales.
Si se ralentiza el crecimiento económico en Estados Unidos, los mercados de capitales podrían comenzar a resentirse, lo que provocaría una rotación de los inversores hacia otros activos como el oro.
La conclusión de los analistas de Metals Focus es que, aunque la fortaleza del dólar es un obstáculo para la subida de precio del oro, la situación económica global va a contribuir a la subida del precio del metal.