Día inaugural de Argentina Mining 2018, una feria mucho más potente en presencia de expositores y público que en 2016 y muchísimo más que cuatro años atrás.
Con el viento de cola del litio, tal como lo resumió el empresario salteño Diego Pestaña, de AGV y la construcción de Lindero y el desarrollo de Chinchillas, que está atrayendo a actores y curiosos por hacer negocios en el NOA.
Con el telón de fondo de emitivas recordaciones al desaparecido Nivaldo Rojas, fundador y gestor de esta feria cita clásica de la exploración minera, que nació en Mendoza en 1996 y luego pasó por San Juan para finalmente afincarse en Salta
Y con un leit motiv insoslayable, por todos los disertantes de la primera jornada: la vuelta de las retenciones, un pan todavía caliente, tanto que en los pasillos pululaban los interrogantes acerca de cómo implementarán sus declaraciones en Aduana y AFIP las mineras por la combinación de alícuotas de 3 o 4.
El líder de la muestra, Javier Rojas, fue el primero en abrir el juego sobre esta nueva comezón, al alertar sobre la importancia de que esta excepción fiscal no se torne regla, lo mismo que el presidente de la Cámara de Minería de Salta, Francisco Huidobro, quien dijo que el sector espera que el impuesto a las exportaciones fenezca a fin de 2020, como prometen Macri y Dujovne.
El gobernador Juan Manuel Urtubey, en línea con lo que venía expresando en los medios, sostuvo que hay que poner el hombro en estos momentos difíciles y la secretaria de Minería de la Nación, Carolina Sánchez, invocó el lema presidencial de que el renacido gravamen no le gusta al gobierno pero es lo que hay.
En la misma línea, y con rigor analítico en la relación minería/presión fiscal, ya por la tarde, el subsecretario de Minería, Mariano Lamothe, calificó la medida como coyuntural y explicó que paradójicamente con lo actuado, el gobierno central impulsa la reducción de impuestos y la simplificación de gravámenes. Y que no hay ninguna otra posibilidad porque ‘’sin equilibrio fiscal no han desarrollo económico y minero posible’’.
La jornada cerró con más paneles sobre el desarrollo minero actual y potencial y los desafíos de competitividad de la Argentina, en el actual contexto de dificultades. En síntesis, mucho debate en torno a regulaciones e impuestos y sobre los efectos de la devaluación del peso argentino, de más del 100% en un trimestre, lo cual ha deprimido algunos costos en el compre doméstico y de los salarios para exploradoras y operadoras en el país.
Entre los empresarios y profesionales de la minería que llegaron a este adelanto de la primiavera salteña, campea un buen ánimo con respecto al futuro, por encima del efecto retenciones, que originó muchos memos y briefs internos de los fóraneos en busca de más detalles. El mejor síntoma del mejor clima para los activos mineros argentinos son las numerosas transacciones propiedades mineras que se han registrado en el último bienio, con el arribo sigiloso a este padrón de nuevos actores extranjeros.
No sólo en litio, también en otros prospectos metálicos que la Argentina tiene en abundancia. También está claro que obtener fondos para desarrollar nuevas minas requiere de espaldas y decisión. Si lo sabe Salta, que tiene, además del rosario de inversiones en sus salares de litio (27 tiene la Argentina entre esta provincia, Jujuy y Catamarca) sus ojos puestos en Taca Taca. Para desarrollar su cobre debería invertir US$ 3.500 millones y la explotación elevaría el PBI salteño un 30%. Algo similar a la revolución que significó Veladero para San Juan.
En el NOA ya se palpa, como derivación de este auge minero, lo que pasó en su momento en Santa Cruz, Catamarca o San Juan: el dinamismo del sector servicios mineros trae aparejado otras tensiones con respecto al reparto de los contratos y la participación de las empresas locales.
Por ahora hay que atravesar este momento. Carolina Sánchez prometió ayer que además de un plan nacional de comunicación de la minería, su área quiere acelerar rumbo a la digitalización y ‘’democratización” de la información minera en todas las jurisdicciones del país. Hace tiempo que la Argentina necesita terminar de transparentar la información minera de sus catastros. Y agilizar sus procesos de otorgamientos de permisos mineros, de los más lentos de la región. Otro factor crítico que ahuyenta a los inversores, además de la tapa de los diarios