En el escritorio del regulador chileno de agua Oscar Cristi, una pequeña taza de café exprés se balancea encima de montones de documentos y carpetas sueltas que parecen estar al borde del colapso, quizás una metáfora apta para la creciente crisis del agua en partes del país andino.

Sentado en su oficina del octavo piso, junto al palacio presidencial, Cristi, economista de doctorado, establece un mapa de Chile que muestra cuencas hidrográficas clave para la minería. Las franjas del norte rico en minerales son de color azul, lo que denota áreas donde los acuíferos están sobreexplotados.

Pronto, si Cristi se sale con la suya, serán rojos, lo que significa que se prohibirán los nuevos derechos de agua, informó Mining.com

Los gobiernos chilenos otorgaron derechos de agua durante décadas con poca consideración por su impacto acumulativo ya que los mineros se apresuraron a reclamar intereses sobre los pequeños pozos de agua disponibles en las salinas del Salar de Atacama.

El Salar se encuentra en el desierto más seco del mundo. El agua atrapada debajo de la salina alimenta la mina de cobre más grande del mundo y mantiene en suspensión más de un tercio del suministro actual de litio en el mundo, el metal ultraligero utilizado en baterías de automóviles eléctricos, teléfonos móviles y laptops.

A principios de este mes, el regulador de agua de Chile impuso una rara prohibición a nuevos permisos para extraer agua de un acuífero que es un suministro de agua crítico para Escondida de BHP, la mina de cobre más grande del mundo.

Con la demanda de agua creciendo en una región económicamente vital para el país, Cristi está tomando medidas para controlar el uso. Pero hay un problema. Nadie sabe realmente cuánta agua hay. Cristi dijo que la agencia chilena de desarrollo Corfo, que ayuda a supervisar la extracción de litio en el Salar, espera dar una mejor imagen en un estudio que se realizará en diciembre.

"El estado ha sido muy reacio a establecer prohibiciones sobre la extracción de agua", dijo Cristi, quien recientemente fue nombrado jefe de la autoridad del agua. "Queremos adoptar un enfoque mucho más diligente al decretar áreas prohibidas".

Cristi no dijo por qué los gobiernos anteriores habían dudado en declarar prohibiciones.

En Chile, las amenazas de una ofensiva gubernamental contra el uso excesivo de agua a menudo suenan huecas. Las minas necesitan agua y la economía del país impulsada por el cobre necesita minas. Una amplia revisión del código hídrico de la era de la dictadura de Chile, propuesto en 2014, ha languidecido en el Congreso, desacelerado por el intenso cabildeo de la industria.

Ahora bien, la industria minera le está prestando mucha atención a Cristi. A principios de este mes, su agencia impuso una rara prohibición a nuevos permisos para extraer agua de un acuífero que es un suministro de agua crítico para Escondida de BHP, la mina de cobre más grande del mundo.

La agencia también se está preparando para crear una reserva de agua potable más cercana a las operaciones de los principales productores de litio SQM y Albemarle que permitiría al gobierno restringir aún más el uso del agua allí.

SQM y Albemarle dicen que tienen todos los derechos de agua que necesitan y no esperan nuevas restricciones que impacten en su producción actual o futura de litio.

'GUERRA DEL AGUA'

Un auge mundial en la demanda de litio ha desencadenado una lucha en Chile, que es el hogar de casi el 50 por ciento de las reservas mundiales del metal.

SQM y Albemarle firmaron recientemente acuerdos con el gobierno para aumentar drásticamente sus cuotas de extracción de litio del Salar, aunque dicen que no usarán más agua de la que ya les fue otorgada.

Los grupos indígenas locales, SQM y Albemarle, los mineros regionales del cobre y los recién llegados a la región compiten por el agua.

"Lo que tenemos es una guerra del agua en la salina. Hay un gran enamoramiento en el agua y no hay dónde obtenerla", dijo Alonso Barros, un abogado de Atacama Desert Foundation, una ONG que trabaja con grupos indígenas en la región.

SQM y Albemarle firmaron recientemente acuerdos con el gobierno para aumentar drásticamente sus cuotas de extracción de litio del Salar, aunque dicen que no usarán más agua de la que ya les fue otorgada. Recién llegados como Wealth Minerals, New Energy Metals y Lithium Chile también han anunciado proyectos en las salinas.

Wealth Minerals, New Energy Metals y Lithium Chile no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.

SEQUÍA DE DATOS

En una pantalla de computadora, Cristi se desplaza a través de una hoja de cálculo que muestra fila tras fila de derechos de agua otorgados décadas atrás en el sector más austral del Salar, seis veces más de lo que el gobierno cree ahora disponible, con poco más que los datos propios de cada compañía para respaldar su sostenibilidad.

Los gobiernos anteriores no trazaron adecuadamente la cantidad de agua disponible, dice Cristi. Ahora se están instalando pozos de monitoreo en algunas áreas, pero todavía faltan datos de línea base.

"Nuestro (entendimiento) continúa siendo limitado ahora, pero en aquel entonces, era muy limitado", dijo.

El impacto acumulativo de los derechos de agua otorgados a lo largo de los años a los mineros de cobre y litio en el desierto más árido del mundo nunca se ha considerado, según Ingrid Garcés, profesora de estudios de salinas en la Universidad chilena de Antofagasta.

"Estamos manejando el litio como si fuera un tipo de minería de roca dura", dijo Garcés. "Pero estamos extrayendo agua, no roca. Esta es una cuenca hidrográfica".

Tomar demasiada agua de un lugar, dice, y puede afectar a otro, comparándolo con chupar agua de un vaso con una jeringa.

"Incluso si se extrae de una sola área, el conjunto sigue siendo reducido", dijo.

La resolución de la crisis del agua en Atacama se complica por la falta de datos, pero también por un problema de jurisdicción.

La salmuera de la cual los mineros extraen el litio es agua, pero en Chile está regulada como un mineral como el cobre o el hierro. Los reguladores ambientales manejan los permisos para la salmuera, mientras que la autoridad del agua permite el bombeo de agua dulce.

La falta de comunicación entre los dos, combinada con una falta de comprensión sobre cómo el agua dulce y la salmuera interactúan bajo el Salar, ha dejado a las autoridades bloqueadas, dice Cristi.

"Puede haber un desequilibrio del que no estamos contando", dijo.

(Reporte de Dave Sherwood y Fabian Cambero Edición de Ross Colvin )