Washington trata de frenar las exportaciones de la república islámica como parte de sanciones.
China, que busca eludir las sanciones estadounidenses, utilizará tanqueros de Irán para sus compras de crudo a la república islámica, dándole respaldo financiero, mientras compañías europeas como la francesa Total se desprenden de aquellos suministros por temor a represalias de Washington.
Estados Unidos está intentando frenar las exportaciones de petróleo iraníes para forzar al país a negociar un nuevo acuerdo nuclear y reducir su influencia en Oriente Medio.
China, que ha disminuido sus importaciones de crudo de EU por efecto de la guerra arancelaria con Washington, ha dicho que se opone a sanciones unilaterales y que defenderá sus lazos comerciales con Teherán.
Ayer inversionistas chinos de crudo iraní comenzaban a trasladar los suministros a cargueros de la compañía National Iranian Tanker Co para casi todas sus importaciones, informó El Economista.
La medida indica que China, el principal comprador de petróleo iraní, desea seguir adquiriendo suministros a la república islámica a pesar de las sanciones, reimpuestas después de que EU se retiró en mayo del acuerdo nuclear firmado con Teherán y varias potencias mundiales.
Irán empleó un sistema similar entre el 2012 y el 2016 para eludir las sanciones aplicadas por potencias occidentales, las cuales redujeron sus exportaciones e hicieron virtualmente imposible conseguir los seguros de embarques para hacer negocios con Teherán.
Irán, el tercer mayor productor de la OPEP, depende de sus ventas a China, Japón, Corea del Sur y la Unión Europea para generar ingresos y mantener su economía a flote.
Estados Unidos ha pedido a los compradores de petróleo iraní que suspendan sus importaciones a partir de noviembre. Japón, Corea del Sur, India y casi todas las naciones europeas ya han recortado sus transacciones.
Total, que solía ser uno de los principales compradores de crudo iraní, ha dicho que no le queda más alternativa que frenar sus importaciones y abandonar proyectos en Irán a fin de cuidar sus negocios con Estados Unidos.
El lunes, el ministro del Petróleo de Irán, Bijan Zanganeh, dijo que Total dejó atrás oficialmente su inversión en el proyecto de gas de South Pars. Más tarde, la petrolera francesa confirmó su salida.
Las autoridades iraníes habían sugerido previamente que la estatal china CNPC podría hacerse con la participación de Total en South Pars y el ministro Zanganeh expuso que el proceso para remplazar a la compañía francesa ya estaba en curso.
Los futuros del crudo subieron luego de semanas de declives, ya que los inversionistas estaban más preocupados sobre una esperada caída en los suministros desde Irán por las sanciones impuestas por Estados Unidos y menos temerosos de que una guerra comercial entre Washington y Pekín dañe el crecimiento económico.
El Brent ganó 38 centavos, o 0.53%, a 72.21 dólares por barril. En tanto, el referencial estadounidense West Texas Intermediate (WTI) subió 52 centavos, o 0.79%, a 66,43 dólares por barril. El índice S&P 500 del sector energético ganó 0.66%, a 537.80 puntos.
Por su parte, el precio del barril de la mezcla mexicana de exportación ganó 0.05%, a 62.11 dólares
El precio de la gasolina estadounidense finalizó con un alza de 1.73%, a 2.0151 dólares por galón.
El viernes, el WTI sumó su séptima semana consecutiva de bajas y el Brent cayó por tercera semana sucesiva. La pérdida se produjo por el panorama de desaceleración del crecimiento económico frente a la tensión comercial entre Estados Unidos y China y a la debilidad en varias economías emergentes.
Representantes ambos países se reunirán este mes para tratar temas comerciales, dijeron sus gobiernos la semana pasada, en un esfuerzo por resolver un conflicto que amenaza con hundir todo el intercambio de bienes entre las dos mayores economías del mundo.
Operadores dijeron también que los precios del crudo fueron apoyados por las sanciones de EU contra Irán, que anunció nuevas medidas.
FP