De acuerdo a los resultados entregados la semana pasada, la mina ubicada en Antofagasta continúa reduciendo sus pérdidas, que al cierre del primer semestre se ubicaron en US$ 122 millones, lo que se compara favorablemente con los US$ 149 millones de la primera mitad de 2017.
No ha sido un período fácil para minera Sierra Gorda desde que comenzó a funcionar hace casi cuatro años. Diversos problemas han azotado a la faena, de propiedad de la polaca KGHM (55%) y Sumitomo (45%), que ahora está enfocada en aplicar un plan para hacer más eficiente la operación y tratar, de una vez por todas, de dejar las pérdidas atrás.
En contrapartida, el Ebitda repuntó desde US$ 91 millones a mediados del año pasado, a US$ 172 millones a junio de este ejercicio, pese a que la producción fue menor en el período analizado, alcanzando las 44,6 mil toneladas de cobre concentrado entre enero y junio de 2018, frente a las 49,4 mil de la primera mitad del 2017, informó Diario Financiero.
‘Este menor contenido de cobre fue compensado por el mayor precio del cobre, pero también tuvimos una mejora en términos de procesamiento’, dijeron ejecutivos de la europea a analistas.
Además, hicieron ver que los planes desplegados para mejorar los resultados están dando frutos. Concretamente, este ejercicio iniciaron un proceso para eliminar ‘cuellos de botella’ en las áreas de proceso de molino y la concentradora.
‘Eso ha sido muy importante para el desarrollo de Sierra Gorda. Y como resultado de eso, bueno, el proyecto no ha llegado a su fin y no vamos a suspenderlo en 2018. Va a continuar. Todavía tenemos trabajo por hacer para aumentar el tipo de capacidad relacionada con la instalación de procesamiento’, dijo Marcin Chludzinski, presidente y CEO de KGHM.
Este trabajo, especialmente en la concentradora, continuará y se prevé que en los próximos meses se instale un nuevo filtro, lo que va en línea con los planes de subir la capacidad de procesamiento efectivo que tiene la faena. En la actualidad, el tratamiento de mineral alcanza a unas 110 mil toneladas diarias y la meta es llegar a 130 mil en 2019, nivel que seguirá estando por debajo de la capacidad de diseño de los equipos y lo autorizado ambientalmente, que son 190 mil toneladas.
En paralelo a este despliegue, la empresa renovó una vez más la gerencia general de Sierra Gorda. En julio asumió Miroslaw Kidon, con 20 años de trayectoria en KGHM. ‘Uno de los grandes desafíos que asume el nuevo gerente general en Sierra Gorda SCM, es continuar mejorando la eficiencia y la gestión operacional de la compañía para posicionarla como una de las principales faenas mineras de la región’, se informó.