El proyecto estructural de necesita desarrollar otros 17 kms. para iniciar la producción en julio de 2019. En paralelo, la división avanza hacia una profunda transformación.
Un 65% de avance presenta la construcción del proyecto estructural Mina Chuquicamata Subterránea de Codelco, que entrará en operaciones en julio de 2019 con los primeros hundimientos de mineral. La iniciativa que tiene construidos 123 de los 140 kilómetros de túneles que requiere y que en diciembre finalizará sus obras civiles; tendrá un costo de US$ 5.550 millones.
El gerente de Operaciones del proyecto subterráneo, Andrés Avendaño, detalló que en términos de las excavaciones la mina está casi lista y con un nivel de avance de 65%. “Estamos pronto a terminar la preparación de la mina y lo que nos queda antes de fin de año y los primeros meses del próximo, es avanzar en todo lo que es el montaje electromecánico asociado a este proyecto”, dijo.
El ejecutivo, que precisó que MCHS debe desarrollar 140 kilómetros de tunelelía y actualmente lleva 123, con un avance mensual de 3 kms; agregó que “en la sala de chancado las excavaciones están completas y estamos empezando los trabajos de obras civiles que finalizarán en diciembre, previo a hacer el montaje del chancador en marzo del próximo año, mientras que la puesta en marcha del sistema de correas será en diciembre de 2019”, informó El Mercurio de Calama.
“El sistema de aparejo de materiales inicia seis meses después de la socavación y los equipos LHD (equipos de carga semiautónomos) en vez de tirar el material al chancador, lo cargarán en camiones, los que sacaremos hacia el rajo y eso ocurrirá desde julio hasta diciembre de 2019, porque en esa fecha echaremos a correr todo el sistema de correas”, continuó Avendaño.
Respecto del futuro del rajo, el profesional de Codelco detalló que las operaciones de la subterránea comienzan en julio de 2019, pero que las minas coexistirán hasta 2021, plazo en que Chuquicamata, por seguridad, no podrá seguir explotándose en su superficie. En tanto que la puesta en marcha de la subterránea para alcanzar su capacidad de diseño, tardará siete años.
Dentro de las particularidades tecnológicas que tendrá el proyecto Chuquicamata Subterránea, el gerente de Operaciones destacó el uso de los equipos LHD (que se traduce como transportes y descarga, por su sigla en inglés). “En el nivel de producción de la mina operarán los equipos LHD, que tienen la mejor tecnología a nivel mundial. Básicamente es una operación semiautónoma, eso quiere decir que gran parte del ciclo operativo del equipo se hace a través de un telecomando desde el Centro Integrado de Operaciones (CIO) de la división Ministro Hales (DMH)”, precisó Avendaño.
Se espera que, una vez que la mina entre en régimen, al menos 36 de estos equipos trasladen el mineral de los hundimientos hasta el chancador, para que una vez reducido en tamaño, sea transportado por una correa hasta la superficie.
Respecto de la reformulación de la subterránea, recientemente aprobada por el directorio de Codelco, Avendaño explicó que “es una actualización del proyecto, que tiene una larga duración, y básicamente son algunas optimizaciones al diseño, que por otro lado tiene incorporado una actualización del capital de inversión que requiere la iniciativa. El hito de la aprobación de la reformulación es un respaldo importante al proyecto y su objetivo es liberar los fondos para terminar y concluir esta etapa final”.
Así como avanza la construcción de la mina subterránea, proyecto estructural clave para el futuro de la Corporación; otro proceso igualmente complejo y relevante se desarrolla en la superficie: la transformación de Chuquicamata, que implica mejorar la productividad, desarrollar la polifuncionalidad de los trabajadores y la salida de 1.700 personas en los próximos cinco años.
Punto, este último, que quiso aclarar el director de Comunicaciones y Asuntos Externos de Codelco Distrito Norte, Cristian Varas, quien detalló que según la información de las dotaciones de mayo de este 2018, debería desvincularse a 341 plazo fijo; 350 personas con restricciones y/o incapacidades; y 760 trabajadores con edad de jubilación cumplida al 2022. Lo que hace un total de 1.451 personas.
La diferencia, es decir, 249 trabajadores, podrían optar a la movilidad interna, reconversión o eventuales planes de egreso, especificó. El director recalcó además, que actualmente hay más de 100 trabajadores cumpliendo una pasantía en la división El Teniente y que podrán sumarse a la subterránea, que por lo demás, necesitará otros 964 trabajadores en los próximos años.
“Ese requerimiento ya está en marcha, hoy por hoy hay 100 personas entrenándose en al división El Teniente y son trabajadores de esta división los cuales en su gran mayoría estaban en el rajo y hoy se están entrenado como operadores, mantenedores para venir a prestar servicios y ojalá, por supuesto, puedan estar en julio del próximo año en el primer hundimiento de la mina”, complementó.
Varas destacó también que la transformación de la división Chuquicamata va más allá del cambio en el método de explotación, “significa -dijo- un desafío mayor, significa avanzar en una nueva minería, en una nueva forma de hacer las cosas y desde una perspectiva de trabajo en equipo, buscando siempre el desarrollo, el potenciamiento de la seguridad, la excelencia y de mejores formas y este es el camino que estamos adoptando en los distintos negocios: Refinería, Concentradora, y en todas nuestras unidades, de modo de hacer más rentable este negocio para Chile y los chilenos”.
Respecto de la productividad, el profesional dijo que “uno de los grandes desafíos que tiene Chuquicamata es incrementar su productividad y ese esfuerzo lo logramos entre todos, tenemos que hacer como un gran equipo, porque Chile requiere que Chuquicamata siga siendo una fuente de crecimiento, de desarrollo, y para eso tenemos que mejorar nuestra productividad, mejorar nuestra performance, y por supuesto desarrollar una gestión de excelencia”.
Sobre este último punto, vale destacar que según las cifras de 2017 de la Corporación, Chuquicamata ocupa el penúltimo lugar en productividad con 44,4 toneladas de cobre fino por trabajador. Lejos del promedio de la estatal de 51,2 tmf/dotación, y más aún de la mejor de Codelco, la división Ministro Hales, que alcanza 82,3. Resultados en los que supera solo a El Salvador.
gd