Naturgy ha decidido cancelar el proyecto de central de ciclo combinado de gas de Tierra Noble, que promovía en Chile desde mayo de 2016. Prevista con una potencia de 600 MW, exigía una inversión de 400 millones de dólares -cerca de 350 millones de euros al tipo de cambio actual- e iba a ser su primera y principal instalación de generación en el país austral, pero el cambio de las condiciones del mercado y la reforzada apuesta de la empresa por las renovables le han llevado a retirarla de los procesos de autorización.
Cuando lanzó el proyecto, la por entonces Gas Natural Fenosa (GNF) tenía previsto desarrollar hasta 1.000 MW en centrales de gas entre los años 2016 y 2020, todas ellas fuera de España, y la planta de Tierra Noble -promovida por Global Power Generation (GPG), subsidiaria en la que KIA tiene un 25%- es la única iniciativa que ha llegado a conocerse. Hoy, la nueva Naturgy ha aparcado totalmente la opción de crecer en tecnologías convencionales -de hecho, ha rebajado su valor contable en España- y solo prevé hacerlo con renovables.
Pero hace dos años parecía un buen negocio. Tierra Noble estaba planificado en la población de Cabrero, en el centro-sur del país, cerca del Gasoducto del Pacífico, que une los yacimientos argentinos de Vaca Muerta con Chile, del que pensaba abastecerse, señaló El Economista.
Mientras la planta avanzaba en la tramitación de los permisos, la antigua GNF tenía previsto presentarla a los concursos de adjudicación de energía a largo plazo organizados por el país, para obtener una tarifa para su producción.
Sin embargo, la central no pudo batir los precios a los que ofertaron las instalaciones de generación renovable en la licitación celebrada en 2016 y se quedó fuera. La firma no renunció entonces a la construcción de Tierra Noble, confiando en ganar en la siguiente licitación, en el año 2017.
No obstante, dejó en suspenso la tramitación ambiental, a la espera de los resultados de la nueva licitación. El concurso se celebró en noviembre y sucedió lo mismo: el precio de la generación limpia fue más competitivo que el de la planta, que volvió a quedarse fuera.
Mientras tanto, en España, los vientos del cambio de ciclo soplaban en GNF: Isidro Fainé, presidente de la multinacional tras la retirada de Salvador Gabarró, maniobraba para pasar el testigo a Francisco Reynés, actual presidente ejecutivo, y Repsol, uno de sus socios de referencia, se preparaba para traspasar su participación del 20% al fondo CVC y la Corporación Alba.
Reynés tomó posesión en febrero de este 2018 y comenzó una revolución en la compañía, centrándose en aligerar sus estructuras, y en dedicarse solo a los negocios y los mercados que aporten valor a los accionistas.
Tras la culminación de esta reestructuración corporativa y con las aguas más calmadas, el pasado 20 de julio, según ha informado la prensa local, GPG canceló definitivamente la tramitación ambiental de la planta de Tierra Noble. Naturgy se centrará ahora en construir las centrales solar y eólica que se adjudicó en la subasta de 2016 -con 300 millones de inversión, espera culminarlas en 2020-, y en desarrollar una cartera de proyectos verdes de más de 1.000 MW en el país.